La compañía Ballesol amplía su red de centros de atención a personas mayores en el archipiélago canario con la inauguración de su primera residencia en Tenerife.

Con acreditación de cinco estrellas, este nuevo centro aúna la calidad del servicio, la atención personalizada, la dedicación exclusiva y el compromiso de la excelencia en los cuidados, en línea con un nuevo concepto de bienestar y mejora de la calidad de vida para las personas mayores y sus familias. Tal y como indica María José Requena, directora de esta residencia, la apertura de Ballesol Tenerife responde a una demanda de cuidados más amplia y flexible, adaptada a las necesidades y los deseos de cada residente, “promoviendo la autonomía y el talento de las personas mayores en la nueva longevidad”.

Ballesol Tenerife cuenta con una superficie de 4.900 metros cuadrados y 87 plazas, distribuidas en 76 habitaciones individuales y 11 habitaciones dobles, y es la segunda residencia de Ballesol en las Islas Canarias, que viene a unirse al centro Ballesol Las Palmas que se encuentra en el centro de Las Palmas de Gran Canaria, en el Barrio Triana.

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La residencia Ballesol Tenerife ocupa el antiguo colegio María Inmaculada, un edificio inscrito en el catálogo de protección de Patrimonio Histórico

Esta nueva residencia cuenta con instalaciones dotadas con las últimas innovaciones tecnológicas, integradas en espacios accesibles y adaptados. “Un enfoque inclusivo y novedoso que permitirá a todos los residentes disfrutar de zonas verdes y ajardinadas, y de amplias terrazas en un diseño para todos”, destacan desde la dirección de Ballesol Tenerife.

Con la finalidad de ofrecer un servicio personalizado y de calidad, la residencia dispone de atención médica, enfermería, fisioterapia, rehabilitación, y Unidades de Atención a Demencias Avanzadas. Además, los residentes tienen a su disposición un Departamento de Animación Sociocultural y un servicio individualizado de dietas adaptadas y texturizados. También disponen peluquería o gimnasio, entre otros servicios y actividades.

La residencia está emplazada en un edificio inscrito en el catálogo de protección de Patrimonio Histórico de la capital y ubicado en la avenida La Salle con San Sebastián. Ocupa el espacio del antiguo colegio María Inmaculada, un referente educativo con más de cincuenta años de actividad y que cesó su actividad en el curso escolar 2015-2016.

La protección, recuperación y revitalización funcional de las dos edificaciones que integran este centro geriátrico (construidas en 1923 y 1930 por el arquitecto Domingo Pisaca Burgada), ha supuesto una obra de rehabilitación y acondicionamiento única para conseguir respetar el valor y el patrimonio histórico del edificio antiguo, y que ha sabido mantener con acierto la nueva residencia.

“El reto conseguido ha sido construir una residencia adaptada a las últimas tecnologías y confort, pero manteniendo y potenciando, a través de las obras y el mobiliario y decoración, la grandeza del aire original de comienzos de siglo”, resalta Carlos Lera, Director de Gestión de Inmuebles de Ballesol, que añade que “la integración de un campo fotovoltaico en la azotea de Ballesol Tenerife posibilitará incrementar su eficiencia energética para producir electricidad desde el sol, lo que junto a la  instalación de sistemas eficientes de producción de frío y calor, suponen innovadores avances”, instalaciones que convierten a este centro residencial en pionero en el uso de este tipo de recursos.

En línea con el modelo de gestión de la compañía, la apertura de Ballesol Tenerife garantiza un sistema de calidad asistencial basado en una atención directa, personal e integral. Ballesol dispone en la actualidad de un total de 50 residencias y más de 7.400 plazas residenciales.