La junta de gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni ha aprobado hoy los pliegos técnico-administrativos para la contratación del servicio de control de acceso a Cala Salada en el marco del plan ‘Cala Salada, platja connectada’ que se pondrá de nuevo en marcha el 15 de mayo.

El contrato, de tres años prorrogables a otros dos, pretende consolidar este servicio después de la experiencia piloto del año pasado cuyos resultados se valoraron de forma positiva, por lo que este proyecto forma parte de la candidatura con la cual el Consistorio representará a España en los Premios EMAS en mayo. El pliego establece que el período mínimo de prestación del servicio sea del 15 de mayo al 30 de septiembre, aunque este período podría ampliarse en las ofertas de las empresas interesadas. Del mismo modo se establece que el horario de prestación del servicio será como mínimo de 10 a 18 horas, con posibilidad de que se amplíe.

Evitar aglomeraciones

Evitar aglomeracionesSe prevé que el control lo realicen dos informadores que se encargarán de comunicar a los usuarios las condiciones de acceso a esta playa y evitar en lo posible la aglomeración de vehículos en las inmediaciones. Durante los meses de julio y agosto un tercer informador reforzará este servicio. Con independencia de las ofertas económicas, los criterios de adjudicación valoran en gran medida aspectos sociales como las condiciones que cada empresa ofrece a los trabajadores. En este sentido, 10 de los 100 puntos totales con los que se valoran las propuestas premiarán a aquellas empresas que mayor salario base ofrezcan a sus empleados.

Durante este invierno las instituciones han llevado a cabo mejoras en la zona de acceso a Cala Salada para perfeccionar el funcionamiento de este servicio la próxima temporada turística. Se han colocado biondas de seguridad de madera en la carretera, se han delimitado algunos caminos secundarios con piedras para dificultar los estacionamientos incorrectos, se ha instalado una marquesina de autobús en Can Coix y está previsto reforzar el firme de la zona de aparcamiento allí ubicada. Asimismo se prevé la renovación de la cartelería informativa y la instalación de casetas de madera en los dos controles de acceso para mejorar el servicio que prestan los controladores.

El responsable de Medio Ambiente de Sant Antoni, Pablo Valdés, defiende medidas como las tomadas en Cala Salada para proteger el entorno natural: “El problema de colapso circulatorio que tiene la isla no parece que vaya a tener solución a corto plazo por lo que es importante garantizar la sostenibilidad de nuestros principales activos, playas y paisajes, así como su disfrute en plenas condiciones de seguridad”.

El edil se muestra optimista respecto a la implantación de sistemas que limiten el tráfico en determinados parajes. “A los representantes municipales cada vez se nos acercan más empresarios vinculados a las playas para expresar su preocupación por el elevado número de vehículos que acceden a las mismas con las molestias y el deterioro que eso supone. De alguna manera, este es un indicador de que poco a poco se está tomando conciencia del alcance del problema y eso debería facilitar consensos a la hora de establecer sistemas restrictivos pero necesarios”, ha señalado.