Una exposición sobre la mágica fragilidad de la consciencia

  • La muestra 'Estados mentales: trazando los límites de la consciencia' se adentra en los terrenos todavía misteriosos de la actividad cerebral no consciente.
  • Analiza fenómenos involuntarios como la sinestesia o el sonanbulismo y estados provocados por la anestesia general o el coma vegetativo.
  • 'Todos sabemos lo que se siente al ser consciente, pero sigue siendo un reto definir con exactitud qué es la consciencia', dicen los organizadores.
Lámina de 1912 de un hombre inconsciente
Lámina de 1912 de un hombre inconsciente
Wellcome Library, London
Lámina de 1912 de un hombre inconsciente

Antes de entrar en el cuarto donde la inglesa Ann Veronica Janssens despliega yellowbluepink (amarilloazulrosa), una instalación que requiere del visitante un hundimiento en un espacio bañado por cambios de color en suspensión, advierten al público de la desorientación que experimentará al carecer de referencias de medida, profundidad o superficie.

La experiencia sensorial —se puede ver una aproximación en el vídeo de abajo— es a la vez desconcertante y estimulante porque centra la atención de las personas que bucean en la luz en el proceso de la percepción misma y en su mágica y, al menos en apariencia, fragilidad, al verse afectada de manera radical por mínimos estímulos exteriores.

Puntos de vista científicos, filosóficos y artísticos

Los diferentes puntos de vista científicos, filosóficos y artísticos sobre qué significa "ser consciente" y cómo cada persona percibe su entorno es el tema de la sugerente exposición States of Mind: Tracing the edges of consciousness  (Estados mentales: trazando los límites de la consciencia), basada en la dificultad de definir, explicar, concretar o representar la capacidad del ser humano de reconocer la realidad circundante y relacionarse con ella, el conocimiento inmediato o espontáneo que cualquier ser vivo tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones o, en un plano más metafísico, el conocimiento reflexivo de las cosas.

Recién inaugurada en la Wellcome Collection de Londres, una institución que plantea imaginativos cruces de disciplinas —ha organizado desde exposiciones sobre los tabúes, verdades y mentiras de la historia de la sexología, hasta presentaciones y análisis sobre la necesidad de los amuletos como artefactos portátiles milagrosos y ha mantiene en línea una fascinante colección para uso libre de 100.000 imágenes religiosas, botánicas, médicas y sociales—, la exposición sobre la consciencia y sus enigmas estará abierta hasta el 16 de octubre.

Al igual que la instalación de "niebla desorientadora" provocada solo con el color, la muestra provoca preguntas sobre la naturaleza de la percepción individual, la fiabilidad de nuestro mundo interior y el carácter subjetivo de cualquier experiencia. Explora fenómenos como la sinestesia —la sensación secundaria o asociada que se produce en una parte del cuerpo a consecuencia de un estímulo aplicado en otra—, el sonambulismo, la pérdida de memoria y la anestesia y examina lo que sucede cuando experimentamos "experiencias disfuncionales de la percepción o de pérdida de la consciencia".

'Es mágico porque es cotidiano'

El tema de fondo de la muestra, según explica la coordinadora, Emily Sargent, es "tan fascinante y tan mágico porque es cotidiano". Aunque "todos sabemos lo que se siente al ser consciente, sigue siendo un reto definir con exactitud qué es la consciencia", incógnita que despliega un "rico territorio, tanto para los artistas como para los científicos".

States of Mind examina los "bordes de la consciencia", donde podemos comprobar "la maravilla y la fragilidad de nuestras vidas internas", y ahonda los acercamientos a ese mundo intangible desde la filosofía, el arte y el folclore, que han establecido "marcos de comprensión de fenómenos como las alucinaciones de las pesadillas" y las "formas no del todo conscientes de definir el yo a través del lenguaje y la memoria" .

El alma se separa con pena del cuerpo

Con un montaje tan ecléctico como es norma en la Wellcome, la sección de apertura, SCIENCE | SOUL (Ciencia | Alma), presenta los momentos clave de la neurociencia a partir del dualismo entre mente y cuerpo expresado por Descartes en el siglo XVIII e ilustrado en la exposición con obras como The Soul hovering over the Body reluctantly parting with Life (El alma se separa del cuerpo de mala gana porque deja la vida), un tema artístico que trató en un famoso grabado William Blake.

También se muestran manuscritos originales de filósofos y científicos que lidiaron con el dilema de cómo una mente objetiva puede producir la experiencia subjetiva de la consciencia. Entre estos trabajos figuran los del biólogo molecular y Premio Nobel de Medicina Francis Crick, que trabajó en este "difícil problema" hasta su muerte en 2004 y, yendo hacia atrás, dibujos del español Santiago Ramón y Cajal, padre de la neurociencia.

Locura durante el sueño

Los espacios entre sueño y vigilia, así como fenómenos como el sonambulismo y el mesmerismo se exploran en SLEEP | AWAKE (Dormido | Despierto), con material de archivo sobre el primer juicio donde la locura durante el sueño fue usada como prueba eximente en un caso de homicidio. La sección muestra también el cuadro de 1781 de Henry Fuseli The Nightmare (La pesadilla), una obra simbolista sobre los monstruos que habitan la aparente inconsciencia del sueño.

El desarrollo del lenguaje en la infancia está estrechamente ligado al reconocimiento de un sentido de sí mismo, una autoconsciencia. En LANGUAJE | MEMORY (Idioma | Recuerdos), la artista Louise K Wilson invita a los visitantes a participar en una investigación sobre la memoria autobiográfica, y se muestran fotos del proyecto False Memory (Recuerdos falsos), de A. R. Hopwood, que investiga la reconstrucción y cambio inconscientes del pasado.

En estado vegetativo hay una mínima imaginación

La última de las etapas, BEING | NOT BEIGN (SER | NO SER), gira en torno a qué ocurre cuando la consciencia resulta desordenada, después de una lesión o trauma que afectan al cerebro. Imágenes de resonancias magnéticas de pacientes en estado vegetativo persistente o de mínima consciencia que han revelado la persistencia de cierto umbral imaginativo derivan en las implicaciones éticas sobre la atención de estas personas. En esta sección también se comprueban los efectos de la anestesia, un estado de coma reversible y el más cercano a la muerte del tronco cerebral, con la película de Aya Ben Ron, Still Under Treatment (Todavía en tratamiento, 2005), que muestra los momentos en los que los pacientes pierden la consciencia tras ser sometidos a anestesia general.

La exposición se cierra con un espacio dedicado a proyectos donde se exhibirán instalaciones que cambiarán a medida que la muestra avance en cartel. El primero, The Whisper Heard (El susurro escuchado), del artista multimedia británico Imogen Stidworthy contrasta la adquisición de habilidades de lenguaje entre un crío que aprende a hablar y un paciente que se recupera de un derrame cerebral.

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