MADRID

Cultura

Resucitan los multicines Morasol en Chamartín

Fachada de los cines Morasol en la calle Pradillo. ANTONIO HEREDIA

Madrid reabre la primera sala desde el inicio de la crisis

Las pintadas y los restos de carteles electorales aún cruzan la fachada como cicatrices que supuran la caída y los tiempos de luz. Si no fuese por un discreto movimiento de los cierres metálicos, nadie adivinaría que, desde hace mes y medio, se estaba desperezando a la bestia. O más bien agasajándola con butacas y cabinas de proyección nuevas y salas digitalizadas con pantallas y sonido UHD, acordes con ese esqueleto clásico de mármol señorial y la solera de barrio.

Los cines Morasol, en la calle Pradillo, a medio camino entre la plaza de Prosperidad y la de Cataluña, renacerán antes del final de octubre gracias a la pasión por el celuloide de Iñaki Núñez (Vitoria, 1953), un histórico del sector y el dueño del grupo Conde Duque, que persevera en una cultura que no sea un lujo, porque, tiene muy claro que «ver películas es barato».

La sala, que se inauguró en 1964 como cine de sesión continua y se cerró a mitad de 2013 a causa de deudas hipotecarias, fue la última del distrito de Chamartín en sucumbir y dejó sin ficciones a sus más de 140.000 habitantes.

Igualado con Villaverde, y tras Latina, Puente de Vallecas y Tetuán, Chamartín se convirtió en el cuarto distrito más poblado sin gran pantalla. En una ciudad que vio esfumarse la mitad de los 66 cines de los que presumía en 1995, Morasol representa el contrapunto: será la primera sala que se abre en la capital desde el inicio de la crisis, tras una quita bancaria en los cinco millones de euros exigidos inicialmente para su compra.

Con un aforo de 1.300 personas, se conservarán las seis salas y la cartelera de estrenos comerciales que frecuentaba, pero con escarceos en versión original subtitulada, fruto de la reciente asociación de los Conde Duque con los cines Verdi. Además, añadirá una programación alternativa (con directores clásicos, ópera, ballet...) que, con la asiduidad ya de un parroquiano, abrazaron ciertos cines junto a promociones en el precio de la entrada, para ampliar la oferta y las posibilidades de supervivencia. También se aprovecharán las instalaciones para otros usos culturales (a excepción de conciertos).

«Los vecinos están entusiasmados, porque no se lo pueden creer y dicen: ¡Cómo se va a abrir un cine ahora!», celebra Iñaki Núñez, sin regodearse. La incertidumbre para los integrantes de la Federación de Cines de España (FECE) aún acecha, pues los exhibidores tradicionales se duelen de ser el eslabón más quebradizo. «El 21% de IVA es un castigo a todo el sector por las declaraciones políticas de unos pocos, que tampoco entiendo que se penalice eso en una democracia», alega con desconcierto Núñez.

Quien fuera distribuidor en España de Instinto Básico (1992) y productor de La novena puerta (1994) se mantiene a la espera de una nueva fiscalidad que no acarreé «el ser o no ser» para los dueños de las salas. Tanto la producción como la distribución cuentan con ayudas públicas, sin embargo, para los exhibidores... «¿Por qué se nos castiga de esta manera, si no tenemos culpa de nada? Sociológicamente, me atrevería a decir que un 80% de los dueños de salas votan al PP. ¿Cómo te castiga tu propio partido?», agrega.

Sin el presupuesto delante ni incluyendo el pago de las películas, el empresario redondea en 500.000 euros al año el sostenimiento de esta sala de Prosperidad. Esa cifra fue inalcanzable, ya sólo en la inversión inicial, para pasados cortejos de reapertura como el que anheló en 2015 la asociación cultural Zoco Majadahonda.

A pesar de su fortuna con el millar de socios y la taquilla en estos otros cines propiedad de González Macho, en su intento de replicar el modelo en Chamartín no pudieron ir más allá de una propuesta ciudadana en el portal municipal Madrid Decide. Ahora la luz volverá a los cines Morasol, tras su otra vida de local de conciertos durante La Movida y su primera resurrección cinematográfica en 1997. El titileo aún no cesa.

11 Comentarios

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Trabajé en esa sala casi cuatro años, cuando era "La Mora" La sala discoteca Morasol que por entonces daba conciertos. La movida madrileña en su cúspide. Qué buenos tiempos!!!

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Rock-ola y la Morasol fueron las salas míticas de la Movida . Que recuerdos...https://es-es.facebook.com​/salamorasol

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Bienvenidos cines nuevos o rehabilitados. Esperemos se vayan acercando de nuevo a los centros de las ciudades. Tal vez los precios de las entradas sean unn problema para que la gente vuelva al cine. Lo dicho bienvenidos.

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El cine Morasol era uno de mis cines preferidos... desde la calle Sánchez Pacheco tenia a tiro de piedra el cine López de Hoyos, el cine Covadonga y el citado cine Morasol... Un poco mas alejados tenia el cine Marvi, el cine Ciudad Lineal y el cine Roma.... eran los años 60 y entonces se vivía con mas intensidad el mundo del cine "en pantalla grande"... aunque a cierta edad ya pedíamos asientos de "las ultimas filas" las filas de los mancos.

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Un empresario que arriesga, deben darle todas las facilidades para crear empleo y mantener su negocio, así es como se crea la riqueza en un país, no como la de los pijoprogres contra cualquier iniciativa que no sea el modelo bolivariano.

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¡Qué alegría!, y cerca de mi casa. Espero que esta reconversión también llegue a los actores de la ceja y a partir de ahora se dediquen al sindicalismo, a trabajar de manifestantes profesionales y a cobrar subvenciones por llevar pancartas. ¡Pero por favor! que dejen el cine. Ese cine ideologizado, aburrido y manipulador que casi nadie veía.

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¡Qué gran noticia! Recuperar el cine de barrio y el comercio de proximidad. Espero que tenga la gran acogida que se merece. ¡Mucha suerte!