Las mafias que estafan al seguro se multiuplican por 2,5 desde 2013
El defraudador tipo sería un hombre de 18 a 24 años desempleado
El falso accidente en familia, el piloto enamorado y otros fraudes al seguro
El vídeo grabado por un detective lo muestra montando en moto, andando sin ningún problema, incluso en un encierro de vaquillas en su pueblo... Pero ante la aseguradora, se había presentado como un profesional del volante que no podía seguir trabajando por las lesiones sufridas en un accidente de tráfico, por lo que exigía 151.000 euros de indemnización. Obviamente, se olvidó de ellos en cuanto le enseñaron las imágenes en cuestión.
El caso es real, lo han llamado La Vaquilla y sirve como muestra -hay muchas más- del IV Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos de los años 2015 y 2016 realizado por Línea Directa Aseguradora.
La pertinencia de la investigación está fuera de duda si, como se recuerda en ella, por cada 100 euros de estafa a las compañías, 89 pertenecen al ramo de Autos. Además, si hace 10 años las estafas (de auto) por encima de los 500 euros no llegaban al 45% de los casos, en 2016 ese porcentaje había subido ya al 63,2%.
Entre otras conclusiones, el trabajo señala que, aunque en esos años se empezó a vislumbrar la salida de la crisis, eso no frenó la picaresca: de cada 100 partes dados por los clientes de la compañía, 6,3 resultaron ser intentos de engaño. La cifra -medio punto por encima de la de 2015- multiplica casi por tres la que había a comienzos de la década y si se le añaden los fraudes estimados (otro 3% más) y se extrapola a todo el sector del seguro, el volumen anual estafado alcanzaría los 833 millones de euros. O lo que es lo mismo, unos 30 euros de encarecimiento de la prima media que tienen que pagar todos los clientes para compensarlo.
No obstante, esos 833 millones están muy por debajo de los 1.186 calculados en el anterior barómetro de 2013-2014. "Para ello ha sido clave la mayor eficacia a la hora de detectar los fraudes", señala Francisco Valencia, director de Gobierno Corporativo de Línea Directa Aseguradora. Aunque dice que "todavía es pronto" para saber el efecto del Baremo de Indemnizaciones de 2016. Una norma que, a cambio de incrementar sustancialmente el pago en los casos más graves, ha hecho mucho más complicado el cobro de lesiones leves. Por ejemplo, el esguince de cuello, también conocido como cheque cervical por lo frecuente que era lograr una indemnización aduciendo que se sufría uno y lo complicado que era demostrar que se mentía.
La objetivación de éste y otros daños corporales no es una cuestión menor ya que sólo en seis de cada 10 intentos de fraude se reclama por lesiones corporales, pero su coste es 50 veces superior al de los daños materiales: 15.543 euros frente a 309. El importe medio de los partes fraudulentos, considerando esas frecuencias e importes, se situó en 1.286 euros en 2016, por los 586 de 2009.
Según el estudio, el defraudador tipo sería un hombre de 18 a 24 años, desempleado o con un trabajo precario. No le importa presumir del engaño que ha llevado a cabo movido, sobre todo, "por tener el coche impoluto". Las mujeres, en cambio, lo hacen "porque necesitan el dinero", recurren más a las lesiones corporales y desconocen el riesgo que asumen por un delito de estafa, castigado con penas de prisión de entre seis meses y seis años.
Por países
Pero, en contra de lo que se piensa, los españoles engañamos al seguro menos que nuestros vecinos. Dando por buena una encuesta telefónica, sólo el 2,9% reconocen haberlo hecho, por un 3,5% en Francia, el 4% en Italia o el 4,3% en Reino Unido. Además, uno de cada cuatro justifican estos comportamientos, casi 10 puntos menos que en la anterior medición.
Aunque los investigadores ponen el foco en un elemento "novedoso y preocupante": el auge de las mafias dedicadas a estas estafas. Desde 2013, han detectado 400 bandas que destacan por "su jerarquización, alta profesionalización y peligrosidad", según Valencia.
Estas organizaciones -que no han dejado de crecer en los últimos tres años- recurren al fraude carrusel, que les permite engañar a varias aseguradoras, y disparan el coste de los siniestros que reclaman hasta 12.184 euros. Para ello, en un 90% de los casos denuncian daños corporales a través de distintas artimañas. La más común es provocar accidentes a baja velocidad en rotondas y luego reclamar que todos los ocupantes han sufrido algún tipo de lesión. También pueden simular siniestros e incluso se da el caso de familias enteras dedicadas a estas actividades.
Estos son los casos más flagrantes de estas estafas:
Caso 1: 'La vaquilla'
El primero se titula 'La Vaquilla'. No debe confundirse con la película de Berlanga, ya que la compañía aseguradora ha tirado de ironía para encabezar los casos.
'La Vaquilla' de Línea Directa transcurre en Ciudad Real. El protagonista comunica que ha sufrido un accidente de tráfico que le ha producido lesiones en el tobillo y en la rodilla que le impiden realizar su trabajo, ya que es camionero profesional.
El especialista antifraude de Línea Directa se extraña de que dé hasta tres versiones diferentes del accidente. Comprueba que ha sufrido un percance, pero no de tráfico.
Además, un detective sigue al defraudador y comprueba que participa en los encierros de su pueblo con toda normalidad. También conduce coches y motos, por lo que además de dar una versión falsa, está exagerando enormemente sus lesiones. La detección de este fraude supuso un ahorro de 151.000 euros.
Caso 2: 'Metiéndose en un jardín'
El segundo caso tiene lugar en Málaga. El investigado alega sufrir graves dolores en cuello y espalda. Reclama casi un año de baja y la máxima indemnización de un síndrome postraumático cervical y de lesiones lumbares.
En el vídeo se le ve trabajando, caminando con normalidad, portando herramientas, sacando una cosa de escombros y hasta realizando tareas de jardinería. Se aprecia que no hay limitación de ningún tipo. La detección de este fraude supuso 19.300 euros.
Caso 3: 'El estanquero forzudo'
Barcelona es la ubicación del tercer caso de fraude que presenta Línea Directa. El protagonista del vídeo reclama 158.000 euros por sufrir fuertes dolores de cuello, vértigos e inestabilidad permanente; y trastorno depresivo.
Solicita una incapacidad absoluta de cualquier actividad. En la pieza que acompaña a esta noticia se le puede ver conduciendo e incluso cargando un sofá en el coche. Se le indemniza parcialmente por el daño real, excluyendo la incapacidad solicitada.