Todos tenemos en nuestro circulo social, una persona atea, desde un amigo, tío, familiar cercano, hasta un novio o novia. El convivir con una persona que no cree en Dios, implica una relación que se puede convertir en incomodidad respecto al trato humano. El creer en Dios no nos da un rango de superioridad sobre otros, sino nos brinda una consciencia de las necesidades que como personas tenemos y necesitamos compartir.
Te presentamos estos cinco consejos para tener runa mejor interacción con las personas ateas:
Aceptarlo en sus decisiones
La primera actitud consiste en la aceptación. Las experiencias de la vida lo han llevado a tomar el rumbo que lleva. El juzgarlo sería caer en una actitud con falta de caridad. La fe no se puede imponer sobre ningún medio
Tratar con caridad.
Aunque no lo creas también es herman@ tuyo, pues todos somos hijos del mismo Dios. Trta como Jesús lo hacia con cualquier persona, con caridad y amor, eso mejorará la percepción que tiene de ti y que tiene de #Dios
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Ora en silencio por sus necesidades.
Aunque no comparte tu fe. Tu sabes que tiene diversas necesidades. Dios nos mira a todos con ojos de amor y el hecho de que pidas por él, será significativo en tu fe, y espera que Dios actúe. El tiempo que inviertas orando, será de mucho provecho en tu crecimiento espiritual, por la relación que tienes con Dios y por el impacto que tendrá Dios en su vida.
Habla de Dios sin mencionarlo.
Con tu ejemplo tendrás muchas oportunidades, para compartir tu fe en Dios. El testimonio es una poderosa arma para que Dios actúe en la vida de las personas que no creen en Él. Disfruta hacer las cosas con la pasión, alegría y amor como Jesús lo hizo en su tiempo.
Evitar caer en provocaciones
Los diálogos con las personas que no creen en Dios, terminan siendo inútiles cuando queremos imponer verdades desde nuestra experiencia y se vuelven has discusiones innecesarias. Cada persona es llamada por Dios en un tiempo y con una forma. Confía en que en que la divinidad está haciendo su trabajo.
