Colombia: niños regresan a clase con su escuela reconstruida

22 enero 2016
Colombia: niños regresan a clase con su escuela reconstruida
Lo primero que se ve cuando se llega a la vereda Caño Ánimas, en el departamento del Meta, es el techo rojo de la Escuela Rural ‘El Recreo’. Muchos de estos niños recorren horas a pie o a caballo para ir a clase. Foto: Wbeimar Cardona Restrepo / CICR / CC BY-NC-ND

Durante mucho tiempo los tableros de la escuela de la vereda Caño Ánimas, en Vista Hermosa (Meta), permanecieron en blanco. Un fuerte aguacero dejó el edificio sin techo y el estallido de un artefacto explosivo lo afectó años atrás. Ahora, tras una intervención del CICR para recuperarlo, los niños de la zona vuelven a clase en condiciones dignas.

“Hace años daba mucho miedo venir a la escuela, porque en el camino se escuchaban bombardeos y ráfagas; tocaba correr a esconderse", dice uno de los 36 estudiantes de la escuela rural. 

La institución no solo tiene uno de los nombres más divertidos, El Recreo, sino que se ha convertido en una de las pocas opciones para educarse que tienen los niños de esta zona afectada por el conflicto armado.

Además, para llegar a clase, muchos de ellos tienen que hacer travesías de dos horas a pie o a caballo por terrenos escarpados todos los días.

“Una vez, mientras venía a estudiar, escuché un ruido en la montaña. Cuando miré, había un tigre. Entonces salí a esconderme y después a correr. No grité porque de pronto se me venía ese tigre encima y me comía”, agrega otro estudiante.

Debido a que hay pocos alumnos, en El Recreo todos estudian en la misma aula, desde el primero hasta el quinto grado. Las instalaciones se habían construido hace 12 años y estaba en tan malas condiciones que los niños tuvieron que mover sus pupitres a una caseta comunal.

Así se veía la escuela de la vereda Caño Ánimas (Meta) en mayo de 2015. No tenía techo y estaba constantemente afectada por la lluvia. Foto: Wbeimar Cardona Restrepo / CICR / CC BY-NC-ND

Para mejorar la situación de los niños en esta vereda, el CICR reconstruyó y adecuó la escuela. "Ahora es más fácil venir a estudiar porque el espacio es más amplio y no está uno tan encerrado como antes", comenta un niño. Un compañero agrega: “La escuela antes era muy chiquita y estábamos todos apachurrados, como amontonados. Parecía que todos estuviéramos en un solo grado. En cambio ahora la escuela es más amplia y ahora entiendo mejor las clases”.

Según Víctor Hugo Zapata, del departamento Agua y Hábitat del CICR en Colombia, durante esta intervención de emergencia “se repuso una estructura en madera para que los niños pudieran estudiar en condiciones dignas, mientras el Estado les da una respuesta definitiva”.

Ahora los niños pueden estudiar en condiciones dignas. Foto: Wbeimar Cardona Restrepo / CICR / CC BY-NC-ND

El resultado, según el profesor de El Recreo Darlington Andrade, ha sido que ahora cuentan con más estudiantes. “La Secretaría de Educación envió a otro docente para que me acompañara y, de esta manera, mejorar condiciones y el rendimiento académico de los niños”, dice.

Los niños se quedan después de clases para pasar su tiempo libre y hacer deporte. Foto: Wbeimar Cardona Restrepo / CICR / CC BY-NC-ND

En 2015:

2.500 niños se beneficiaron de proyectos del CICR que mejoraron la infraestructura de las escuelas y el acceso al agua potable en comunidades afectadas por el conflicto armado.

Vea también: 

Albergues escolares, alivio para niños que vuelven a clase en zonas de conflicto

Campesinos colombianos empiezan el año con más herramientas para sobrevivir

Silla de ruedas a la medida cambia la vida de niña con parálisis cerebral