Conferencia de donantes para Siria: llamamiento del presidente del CICR a la comunidad internacional

04 febrero 2016

Discurso del señor Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, en la Conferencia de donantes para Siria 2016, Londres, Reino Unido.

Excelencias, señoras y señores:

Cuando mis colegas llegaron a Madaya hace tres semanas, Fatma, una pequeña de quizá seis años, se acercó a ellos y les dijo: "Los hemos estado esperando, ¿trajeron comida?" Cada una de las personas con las que hablaron, cientos de ellas, desnutridas, con la piel verdosa, les preguntaba: "¿Trajeron comida?"

Cualquiera que haya estado en Siria conoce la extraordinaria hospitalidad y el gran orgullo de su gente. Que una niña de seis años se presente ante un extraño a pedirle alimentos demuestra cuán profundamente esta crisis ha afectado el espíritu de los sirios.

¿Cómo se llegó a esto?

La respuesta es alarmantemente fácil: las constantes violaciones del derecho humanitario: el uso de armas ilegales y el uso ilegal de las armas, una epidemia de asedios, la guerra urbana que destruye la infraestructura de la electricidad y del agua, los ataques intencionales a escuelas y hospitales; todo ello se ha acumulado hasta hacer colapsar el sistema por completo, obligando a más de la mitad de la población siria a huir de su hogar.

Más de cuatro millones y medio de sirios han huido al extranjero, la gran mayoría a los países vecinos. Pero el doble – ¡el doble! –, unos ocho millones de personas, se han desplazado dentro de Siria, hasta que el siguiente ataque los obligue a escapar una vez más. Estas personas necesitan ayuda; necesitan protección; necesitan con urgencia que ustedes actúen para mejorar su seguridad.

Voy a ser claro: los ataques contra los civiles no son daños colaterales. El bombardeo de civiles es una práctica común de la guerra en Siria, pero eso no lo hace aceptable. Mientras que las líneas de frente apenas se han movido en los últimos años, los sufrimientos de la población civil se han multiplicado. El propósito de la letra y el espíritu del derecho internacional humanitario es proteger a las personas de los ataques directos e indiscriminados, de la violencia ciega y del dolor inaceptable. No prohíbe la guerra ni la estrategia, pero sí proscribe la creación deliberada de catástrofes humanitarias, como la que presenciamos hoy en Siria.

Hemos llegado a esto por la falta de acción y ambición políticas para resolver la crisis. La atención internacional es mucho mayor que la inversión política que se necesita para hallar una solución duradera a la crisis y permitir que las personas reanuden sus vidas en forma segura y digna. Al mismo tiempo, la ayuda humanitaria se está transformando en moneda de cambio en las negociaciones políticas.

El año pasado, el CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria asistieron a más de 16 millones de personas en Siria, pero no podemos acceder a todas; y cuando sí logramos llegar, la ayuda no alcanza.

La ayuda humanitaria no pasa de ser una solución transitoria, y nunca es suficiente. Porque la realidad es que el acceso a las personas está restringido; las ciudades están sitiadas; estimamos que casi medio millón de personas están completamente aisladas del mundo. Mientras esto siga, faltarán alimentos y las personas se debilitarán. No tienen combustible para la calefacción, y se enferman. No tienen medicamentos, y su estado se agrava. Y no tienen hospitales, por lo cual, finalmente, mueren.

Entonces, ¿cómo salir de esta situación?

Señoras y señores:

Levanten todos los asedios de inmediato.

Fatma no está hoy entre nosotros. En su nombre, les digo:

  • Comiencen a poner a los sirios en primer lugar y sus intereses en el segundo.
  • Encuentren una solución política de manera urgente.
  • Mientras tanto, asegúrense de que tanto ustedes como sus asociados, sean quienes sean, respeten el derecho internacional humanitario.
  • Y: dennos acceso, para que podamos llevar alimentos y medicamentos a Fatma y a todos los niños, mujeres y hombres en Siria.

Necesitamos que demuestren más ambición política, para que haya más espacios humanitarios y menos interferencia política en la labor humanitaria.

El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es hoy, lejos, el principal actor humanitario en Siria. En cinco años, 58 de nuestros colegas murieron mientras trataban de salvar vidas. Nuestros principios de neutralidad, independencia e imparcialidad no han cambiado. Juntos, el CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria pueden hacer más, pero para ello necesitamos un acceso sin trabas y necesitamos su apoyo. Los asociados en el Movimiento también necesitan su apoyo para asistir a más sirios, tanto en la región como en otros lugares.

Señoras y señores:

Cuando, hace tres semanas, mis colegas se disponían a dejar Madaya tras haber proporcionado alimentos, mantas y medicamentos a la población, una familia los detuvo. Habían preparado comida y les dijeron: "Ustedes nos salvaron. Tienen que comer con nosotros".

Les pedimos que actúen, para que la dignidad, el orgullo y la generosidad del pueblo sirio puedan sobrevivir.

Muchas gracias.