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A cuatro meses de asumir la dirección artística de la Ópera de Bellas Artes (OBA), Lourdes Ambriz presentó por primera vez lo que será su proyecto artístico y dio a conocer la programación de la compañía de sólo cinco meses.

Ambriz, quien sustituyó al tenor Ramón Vargas en el cargo, al que renunció al denunciar que el recorte presupuestal impedía realizar el proyecto que tenía contemplado; indicó que el presupuesto de la OBA es de 48 millones de pesos, sólo dos millones menos que los manejó su antecesor y dijo que hay una política de austeridad.

“De la administración del maestro Vargas estoy procurando tomar lo que siento que es lo más positivo de todo para poderlo continuar que es, por ejemplo, la integración de cantantes internacionales y de artistas mexicanos jóvenes para llevar hacia delante nuestro nivel. Hay muchos detalles en los que siento que sus ideas son valiosas y procuro continuarlas y complementar con ideas propias de lo que siento que es una necesidad, lo que el gremio pide, lo que siento y percibo en mis colegas”, dijo.

Respecto a si también percibirá o no el mismo salario que Ramón Vargas como director artístico, que era de 5 mil dólares al tipo de cambio vigente, declinó responder e indicó que se encontraba en el Portal de Obligaciones y Transparencia, en el que aparecen, por ejemplo, que en noviembre, siendo ya funcionaria, percibió 26 mil pesos por sus servicios como cantante para dos conciertos.

Además, de enero a diciembre, de los cuales durante 3 meses ya era titular de la OBA, tuvo también un contrato por adjudicación directa, por 615 mil pesos por “servicios para coadyuvar en la programación de los ensayos musicales de los solistas y equipos creativos que participan en cada producción, la conformación de los elencos artísticos a través de las audiciones programadas”.

A estos contratos habría que sumar su salario como directora artística, que podría oscilar entre los 54 mil pesos mensuales que recibe su par Laura Morelos al frente de la Nacional de Danza, y los 67 mil que percibe Luis de Tavira como titular de la Nacional de Teatro.

Ante la insistencia de la prensa para que diera a conocer cuáles serán los ejes de su proyecto artístico, Ambriz indicó: “Queremos hacer nuevas producciones, estrenos en México, la idea es buscar algún título novedoso, y al mismo tiempo no perder de vista la posibilidad de tener reposiciones que nos den pie para presentar cantantes de nivel internacional”.

Al ser cuestionada por la prensa sobre la percepción de que existe una crisis en la OBA, derivada por el cambio de dirección artística, así como “no siento que estemos en una crisis artística, sinceramente no es mi percepción”, y aseguró que la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes “están haciendo un trabajo buenísimo”, incluso, dijo, en un concierto los “escuchó mejor que nunca”.

De acuerdo con Ambriz sólo se presentaron cinco meses de programación porque en el segundo semestre del año habrá colaboraciones con otras instituciones y deben esperar a presentarlos de manera conjunta para no “adelantarse al anuncio”.

Sin embargo, dijo que analizan la posibilidad de reponer títulos como La Boheme y hacer “programas interesantes de concierto” en los que participen la Orquesta y el Coro de Bellas Artes. Y aseguró que la programación de los próximos años ya está planeada. “Necesitamos aterrizar la programación con los colaboradores pertinentes para saber si los solistas que estamos planeando sí van a poder comprometerse con nosotros en los próximo años”.

La funcionaria indicó que en la programación de los siguientes meses también tendrá énfasis en la conmemoración de efemérides como los 400 años de la muerte de Cervantes.

El crítico de ópera José Noé Mercado, presente en la conferencia de prensa, indicó que a pesar de los nuevos títulos que se presentaron, se ofrecerá al público el mismo número de funciones y de producciones.

“Lo que vemos es que habrá una continuidad en lo que hemos visto en por lo menos los dos últimos sexenios, cuyos directores al salir del puesto dijeron que el sistema estaba ya prácticamente encorsetado, que ya no había maneras de cambiar ni de mejorar muchas de las cosas. En ese sentido creo que hay una apuesta por lo que ya vimos que no funciona. Me llama la atención que no haya nuevas ideas para producir y presentar ópera, sobre todo en el contexto de la creación de la Secretaría de Cultura que, en el papel, permitiría crear una nueva infraestructura operativa, legal y de relación con los grupos artísticos y con la comunidad operística del país. Así que me parece que veremos más de la mismo aunque hayan cambiado los nombres”, dijo.

Las actividades de 2016 arrancarán con un homenaje al compositor Federico Ibarra, quien en julio cumplirá 70 años de edad. Los días 14, 18 y 21 de febrero en el Palacio de Bellas Artes, bajo la dirección del cubano Iván del Prado, se presentarán El pequeño príncipe y Antonieta.

Posteriormente, se estrenará en México El viaje a Reims de Gioachino Rossini. Iván López Reynoso será el encargado de dirigirla, los días 13, 15, 17 y 20 de marzo.

Además, se conmemorará con un concierto el centenario del nacimiento de la compositora Consuelito Velázquez, y el 24 de abril, en la explanada del Palacio de Bellas Artes, se presentará la ópera Hansel y Gretel de manera resumida, con la participación de cantantes del Estudio de Ópera de Bellas Artes, en una adaptación de Mario Iván Martínez.

En mayo se escenificará Los puritanos de Escocia de Vincenzo Bellini, que conducirá Srba Dinic, con un elenco estará encabezado por el tenor Javier Camarena. Asimismo se llevará a cabo la reunión de Opera Latinoamérica, organismo dedicado a la promoción de nuevos talentos del bel canto y se le rendirá un homenaje a Carlos Jiménez Mabarak a cien años de su nacimiento, a través de la presentación en concierto de su ópera Misa de seis, cuyo libreto es de Emilio Carballido, y de selecciones de La Güera Rodríguez.

Y en julio se presentará Tosca en el Auditorio Nacional.


lsm

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