Un 49 por ciento de los pensionistas de Baleares han tenido que ayudar económicamente a sus hijos, mediante el pago de la hipoteca, de facturas o haciéndoles compras. Es uno de los datos más destacados de la última encuesta de Gadeso dirigida a abordar la situación de los mayores de 65 años en el archipiélago. Además, según el estudio, un 15 por ciento ha tenido incluso que acoger a sus hijos de nuevo en casa como consecuencia de la crisis económica.

Los datos son los referentes a los pensionistas de clase media, que representa el principal grueso y que son aquellos que viven exclusivamente de su pensión, y que disponen de vivienda propia o, en menor medida, en alquiler. Los datos del segmento bajo de pensionistas, con pensiones bajas y en riesgo de exclusión, son también significativos: en estos casos, pese a disponer de menos recursos, un 41 por ciento también ha tenido que ayudar a sus hijos y un 19 por ciento acogerlos en casa.

Entre los pensionistas con ingresos complementarios por negocios o bienes y con residencia propia, de segmento alto, tal y como los clasifica Gadeso, los que han ayudado a sus hijos económicamente son menos, apenas un 22 por ciento y un 2 por ciento los que los han acogido en casa.

No obstante, independientemente del segmento económico, entorno al 70 por ciento de los mayores de 65 años ayuda a sus hijos con tareas de apoyo, principalmente cuidando de los nietos.

Aumento de las pensiones

Un 41 por ciento del segmento medio de pensionistas cree que la prioridad en las políticas para mayores debería ser el aumento de las pensiones. Lo consideran también un 37 por ciento de los mayores de segmento económico bajo y un 25 de un segmento alto.

La prioridad para los mayores de 65 años con más recursos es las políticas destinadas al apoyo de las personas que viven solas.

Curiosamente, mientras con independencia del segmento económico se da un aprobado justo a los servicios sanitarios, el segmento medio y bajo pone menos de un dos, 1'9 y 1'5, a los servicios de dependencia.

Por ello, la principal preocupación de la gente mayor de las islas es tener que depender de otras personas. Lo consideran una preocupación un 77 por ciento del segmento alto, un 66 por ciento del segmento medio y un 57 por ciento del segmento bajo. Para el segmento bajo, la principal preocupación en la vejez es la disminución de recursos económicos.

Mientras que el 60 por ciento de los pensionistas de segmento alto consideran que la situación de las personas de avanzada edad en el archipiélago es buena o muy buena, el 54 por ciento de los pensionistas de segmento medio y el 64 por ciento de los de segmento bajo, consideran regular o mala su situación en la actualidad.

Consideran que la situación es muy mala un 16 por ciento de las personas de segmento bajo, un 9 por ciento de las personas de segmento medio y un 5 por ciento de las personas de segmento alto.

Con todo, en lo que están de acuerdo más del 50 por ciento de todos los segmentos es en que una persona de edad de jubilación debe dejar de trabajar para dar paso a los más jóvenes. Aún así, un 49 por ciento de las personas de segmento bajo considera que se debe permitir si así lo desea. Según explica la encuesta de Gadeso, estas personas no expresan con ello que deba retrasarse la edad de jubilación de los trabajadores, sino que por sus bajas pensiones entiende que se debe permitir a los pensionistas trabajar para tener ingresos complementarios por sus dificultades económicas.