puerto de la cruz

Pulseras que salvan vidas

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Cristóbal Díaz Martín (34), Kevin García Pulido (33), y David Díaz Martín (30), son tres jóvenes portuenses que decidieron crear su propia empresa tecnológica y tras detectar las necesidades del mercado apostaron por centrarse en el ámbito sanitario. Así nació Atlantic Design Technology S.L. (Attec), con capital y personal 100% canario, que acaba de lanzar su primer producto: la pulsera Sappo (Save Personal Point) también conocida como pulsera inteligente.

Fue uno de los integrantes de Attec, en concreto Kevin García, quien al ser enfermero y trabajar en Urgencias pudo comprobar que algunos de los problemas y necesidades que se presentaban a diario tenían solución.

Pacientes que carecen de historial; extranjeros que no hablan español, personas que llegan al servicio inconscientes tras un traumatismo o accidente de tráfico; o enfermos de alzhéimer o personas con discapacidad intelectual, a quienes para poder atenderlos es necesario esperar a que los identifique un familiar.

Para responder a esta demanda nace el dispositivo Sappo, que permite conocer la información vital de una persona, tales como grupo sanguíneo, alergias, si tiene un marcapasos, es diabético o necesita tomar un medicamento específico, además de facilitar el contacto de familiares.

Al acercar la pulsera a un teléfono móvil aparecen automáticamente en la pantalla los datos sin necesidad de estar conectado a internet gracias a una aplicación gratuita. Eso sí, para poder leerlos, el teléfono debe contar con un chip NFC (Near Field Communication) una tecnología que tienen los móviles de alta gama y que poco a poco irá incorporando el resto.

De esta manera, cualquier persona puede consultar o verificar información clínica y localizar a los familiares de otra que se perdió, sufrió un accidente o acudió a los servicios de urgencias de forma inesperada. La función de la pulsera es preventiva pero también facilita el trabajo de los servicios de emergencia y los sanitarios, quienes pueden saber, por ejemplo, si el traslado requiere de ambulancia medicalizada o si deben llevar material específico en caso de necesitar cualquier tipo de atención.

El producto también está enfocado para deportistas, senderistas, personas mayores que se desorientan con facilidad, o niños, de gran utilidad en caso de que se pierdan. No obstante, los perfiles a los que va dirigido la pulsera son muy amplios ya que nadie está exento de sufrir un incidente.

Además de una pulsera, Attec ofrece la misma tecnología a través de un colgante, útil en ese caso para colocarlo en objetos de valor, maletas en los aeropuertos, o mascotas. Todavía no han empezado la campaña de venta porque consideran que primero es necesario concienciar a la población y en eso están centrados los responsables de fundar Attec en septiembre del año pasado, una empresa que ya está plenamente operativa. Su sede está ubicada en el Instituto Tecnológico de Canarias y tiene detrás un “gran equipo”, conformado por ingenieros industriales, electrónicos, e informáticos, entre otras profesiones, que funciona como una familia.

Los tres están sorprendidos por la buena acogida que ha tenido su invento, sabían que trabajaban sobre una necesidad en la sociedad, “pero los clientes potenciales no dejan de verle más usos ideales del que primeramente se le asignaba, y eso todavía nos motiva aún más”, cuentan a este periódico.

Defienden que es posible “hacer tecnología” desde las islas porque existe un gran potencial humano y que la solución a la situación económica actual para estos profesionales no pasa únicamente por emigrar. “Con voluntad, buenos proyectos y sobre todo profesionalidad, cualquier cosa es posible”, subrayan.

Attec ve en Sappo un escaparate para su empresa. Pero detrás de este servicio hay muchos otros productos que tienen un enfoque social y sanitario que sus responsables darán a conocer en breve. Su intención es ir sacándolos poco a poco. Su equipo, aunque motivado, es limitado, pero no deja de crecer y eso es lo importante. Actualmente desarrolla patentes y modelos de utilidad que van a tener un gran impacto en la sociedad y espera que también traspasen fronteras.

Precio asequible

La pulsera solo se puede adquirir de momento a través de la página web de la empresa attec.es aunque están negociando poder hacerlo a través de las diferentes asambleas de Cruz Roja. Su precio es de 6,65 euros más el IGIC y los gastos que se generen del envío. Su durabilidad oscila entre los 4 y 5 años y es proporcional al desgaste que se le dé, no al periodo de utilidad, precisa Cristóbal Díaz Martín. Entre sus características, resaltan que es hipoalergénica, dado que está fabricada con silicona resistente, flexible, y con un diseño ergonómico que se adapta a la muñeca de cualquier persona. Se puede adquirir en diferentes colores y tienen también diferente capacidad de almacenamiento. Es sumergible en agua y no necesita de baterías o pilas eléctricas para su funcionamiento. Todos los equipos de emergencia como el 112 y Cruz Roja, además de los hospitales y varias asociaciones de alzhéimer que han contactado con Attec ya conocen el dispositivo “y les encantó”, subraya Díaz. No obstante, la campaña de venta todavía no empezó porque creen que primero es necesario crear una conciencia social, que la gente sepa lo que es y los usos que tiene y pueden darle.