Esperanza/shutter

Con el mismo ahínco de la gestión para lograr una justa reestructuración de su deuda, y al mismo nivel del empeño por la recuperación de los daños dejados por el huracán María, Puerto Rico tiene que encaminarse, con pasos firmes y sin equívocos, por la ruta de un modelo de desarrollo económico que le haga honor a la productividad.

La obra inmensa que representa superar la ya prolongada etapa de la recuperación, para entrar de lleno a la de la reconstrucción, debe caracterizarse por un trabajo sin pausa y por el hecho de que cada jugador es consciente de que cada dólar y cada día cuentan a la hora de medir el resultado de los recursos invertidos en la misión de levantarnos como pueblo.

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