España solo recicla el 21% de la chatarra electrónica que produce

Basura electrónica
BACK MARKET - Archivo
Actualizado: sábado, 9 junio 2018 11:29

   MADRID, 9 Jun. (Portaltic/EP) -

   España solo recicla el 21% de la chatarra electrónica que produce, un dato que sitúa al país a la cola de Europa, donde la media de tratamiento de residuos ronda el 35%, como apuntan los datos de Eurostat, recogidos por la tienda 'online' de productos reacondicionados Backmarket.

   De las 930.000 toneladas de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) que se producen en España al año --con datos de 2016, recogidos en el The Global E-waste Monitor 2017, realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU a partir de datos de Eurostat--, sólo se procesan 198.000, de acuerdo a las políticas de tratamiento y gestión de este tipo de deshechos.

Esto supone que se procesa el 21% de los residuos que se generan, lo cual coloca al país por debajo de la media europea, que se sitúa en el 35%. Solo Rusia y Rumanía, con tasas de reciclaje muy inferiores que rondan el 6% y el 13%, respectivamente, ocupan lugares inferiores.

    En Backmarket destacan como el principal problema de la mala gestión de los residuos la cantidad de elementos tóxicos que se encuentran en la chatarra, como plomo, arsénico, cadmio, mercurio o fósforo, entre otros muchos materiales que no son biodegradables y que si no se tratan de manera adecuada pueden acabar en los ríos, mares o en la tierra.

   El CEO de Backmarket, Thibaud de Larauze, ha resaltado en un comunicado que "muchos consumidores en vez de acudir a los puntos verdes habilitados para deshacerse de los aparatos que ya no quieren, acaban tirándolos a la basura convencional", cuando se podrían reciclar entre el 70 y el 90% de sus componentes.

   Por otro lado, el contrabando de chatarra electrónica también supone un problema a nivel medioambiental, debido a sus materiales no biodegradables, que no se tratan correctamente y se busca hacer negocio con ellos. Esto "complica el reciclado de estos componentes [...] y su poder de contaminación sigue aumentando", ha señalado de Larauze.