Las obras para la construcción en Puntagorda de la que se convertirá en la mayor tirolina de Canarias ya se han puesto en marcha y desde el Ayuntamiento estiman que los trabajos puedan estar concluidos en un plazo aproximado de dos meses, aunque la inauguración oficial se prevé para las fechas navideñas. Así lo confirmó el alcalde de la localidad, Vicente Rodríguez, quien detalló que las obras se han iniciado en una de las laderas del barranco de Izcagua, cuya impresionante garganta atravesará esta tirolina, que tendrá una longitud de recorrido de 615 metros.
Costeada con el Fondo de Desarrollo de Canarias, este equipamiento pretende fomentar el turismo activo en la localidad, en un entorno, además, que recibe numerosos visitantes gracias a la presencia del Mercadillo del Agricultor, al que se ha añadido en los últimos años los miradores volados de Izcagua, que permiten una visión panorámica del barranco.
Puntagorda quiere así fortalecer su oferta turística con este nuevo equipamiento, cuyo coste ronda los 300.000 euros, en un entorno donde se encuentran también diseñando la construcción de un restaurante panorámico hacia el citado barranco de Izcagua. “Buscamos que quienes viajen a La Palma tengan un referente en Puntagorda”, recalcó el regidor.
El alcalde socialista indicó que la gestión de la tirolina no será municipal sino que el Ayuntamiento sacará su explotación a oferta pública en cuanto esté terminada para que sean empresas especializadas en turismo activo, deportes al aire libre o tiempo libre quien se encargue de su dinamización. Entiende que sería un error que la gestión fuera municipal, recordando en este sentido el giro favorable que ha experimentado el albergue municipal desde que se ha ocupado una empresa especializada de su explotación.
El trazado de la tirolina se inicia a 662 metros de altura sobre el nivel del mar y la estación de llegada se encuentra en la cota de 629 metros, experimentando por tanto una pendiente de 11,2% de desnivel. La instalación consta de dos cables de acero, uno de ellos es el principal y el otro auxiliar. Para la instalación del cableado de la tirolina está prevista la participación de un helicóptero.
La misión del cable principal es sustentar a los usuarios mediante los correspondientes vehículos, desplazándose por rodadura por estos, accionados por la fuerza de la gravedad. Mientras que la del clave auxiliar es doble: por un lado, sirve como sustento de los elementos de balizamiento anticolisión , necesarios para proteger a la avifauna existente en la zona, y, por el otro, como soporte de los componentes del freno de servicio instalado en la llegada.
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