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Pautas para ser felices con ayuda del cerebro

"Al cerebro le gusta crecer, desarrollarse, tirar hacia adelante, avanzar, y se lo pasa muy bien alcanzando nuevos objetivos"

La psicóloga Mila Cahue propone en su última obra El cerebro Feliz (Ed.Paidós Divulgación) una guía de autoayuda para conocer todos los mecanismos y recursos que dipone el cerebro para alcanzar la felicidad. El cerebro es un órgano que proporciona muchas herramientas para que seamos felices, pero hay que saber cómo emplearlas.

La psicóloga adelanta en una entrevista a Claves de Mujer, algunas de las pautas para ser felices con ayuda del cerebro.

 

Mila Cahue autora de El Cerebro Feliz

                                                                                          (C) Drewson                                            


¿Ser feliz es sólo una cuestión de cerebro?

Podríamos decir que el cerebro es feliz cuando consigue el objetivo para el que fue diseñado: la supervivencia en los distintos contextos que se le presentan. La experiencia de felicidad depende del sujeto, de las operaciones que realiza con su cerebro, que incluyen la interpretación de lo que ocurre, y la decisión de asumirlas como algo significativo y satisfactorio, o no. Hay personas a las que les ocurren eventos felices y, sin embargo, no lo son, porque no lo valoran como algo que les proporcione felicidad. Este concepto es absolutamente subjetivo. Intentar dar una receta igual para todos es como pretender que a todo el mundo le guste el queso: no es posible. Por eso en el libro hablamos de las herramientas disponibles para que cada uno diseñe su propia felicidad.

¿Se puede conseguir la felicidad plena o ésta es más bien cuestión de momentos o retazos determinados de la vida de las personas?

La felicidad puede ser un momento determinado por algo inesperado, o la consecuencia de un largo esfuerzo tras el cual conseguimos nuestros objetivos; puede ser una decisión, tipo “voy a ser feliz”, o puede ser una actitud ante la vida, valorando lo positivo, o transformando lo que no lo es en algo que finalmente aporte valor a nuestra vida.

En tu opinión, ¿cuáles son los principales impedimentos para que los humanos seamos felices?

Nosotros mismos, y las habilidades que tengamos para resolver eficazmente distintos contextos, con distintas personas y con eventos particulares. A veces somos demasiado rígidos, y hay que aprender a fluir y, en definitiva “saber estar”, al menos en lo que se refiere a quiénes somos, y en qué contexto nos encontramos.

¿Hasta qué punto la felicidad consiste en aceptar lo que uno tiene?


Hay una parte sin duda que está ligada a ello, pero no necesariamente aceptar lo que tenemos nos va a hacer felices. Al cerebro le gusta crecer, desarrollarse, tirar hacia adelante, avanzar, y se lo pasa muy bien alcanzando nuevos objetivos. Por lo tanto, esa felicidad consistiría en ser consciente de lo que uno tiene, hasta qué punto está satisfecho con ello, valorar lo que tiene entre manos y decidir de qué manera puede proyectarse con lo que tiene hacia el futuro.

Dicen que la sociedad actual es muy exigente y competitiva, ¿se puede considerar el momento actual como el peor para conseguir la felicidad en comparación con otras épocas?

Cada época tiene sus dificultades y retos. Quizá si le dijéramos esto a los obreros explotados antes de la Revolución Industrial, o a los trabajadores de los señores feudales, o a los soldados que fueron a combatir durante las dos grandes guerras (o cualquier otra), esto les parecería un argumento sin justificación. No debemos caer en el victimismo. Si a alguien no le gusta lo que está haciendo, que lo cambie. Si son muchos los que lo cambian, cambiará el sistema.

He escuchado también que la intolerancia a la frustración, al fracaso, es algo muy propio del siglo XXI, y una gran cortapisa de la felicidad, ¿qué nos puedes decir al respecto?

Hay una expectativa un tanto arriesgada de que las cosas suelen ser fáciles de conseguir, inmediatas y casi obligatorias. La vida no es así, y quizás nuestras expectativas respecto a ciertos logros que esperamos no sean del todo realistas. Para eso existe el factor de corrección, y estar dispuestos a analizar dónde nos estamos equivocando, para corregirlo cuanto antes, y dónde hemos tomado las decisiones correctas, para potenciarlas. Y desarrollar la paciencia, una de las herramientas más precisas con las que contamos. Hacer las cosas cuando corresponde, y no cuando queremos o nos gustaría, no suele ser fácil.

Por último, aunque sea difícil, dinos tres recomendaciones básicas para ser felices:


1- Acéptate a ti y a tus circunstancias.
2- Cambia lo que te esté limitando, dentro y fuera de ti.
3- Ponte objetivos personales y dirígete a ellos.

Y utiliza un buen manual de instrucciones para conseguirlo, como El Cerebro Feliz.


 

Portada de El cerebro feliz





Comentarios

  1. todo,muy bien explicado,y entendido,pero hay que estar en la piel de cada ser humano para entender,el porque somos asi,

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    1. Efectivamente, tienes toda la razón, coincido contigo. El ser humano es muy complejo y las circunstancias que rodean a cada uno son determinantes, por eso nunca se puede generalizar. Con este tipo de entrevistas, artículos, etc., simplemente se pretende orientar, dar pautas..., pero si alguien no se encuentra bien emocionalmente una de las recomendaciones es que pida ayuda, que se ponga en manos de un experto, que es quien mejor le puede ayudar. ¡Gracias por tu comentario!

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