Wembley fue este martes el centro y el corazón del fútbol mundial, el lugar en que, cuatro días después de los atentados de París, todo un estadio, cantó el himno francés, La Marsellesa, como homenaje a las víctimas y en solidaridad con el dolor de un país. Este Inglaterra-Francia será ya para la historia un amistoso que simboliza la unión de la familia del fútbol contra el horror. Poco antes había llegado al coliseo inglés la noticia de la suspensión de otro amistoso, el Alemania-Holanda, en Hannover. ante el temor de un nuevo atentado islamista.
Wembley lució, como en estos últimos días, los colores de la bandera de Francia. El rojo, el azul y el blanco para recibir a familias cuyos miembros llevaban las banderas de ambos países. En las gradas, había decenas de pancartas en recuerdo de las 129 personas que perdieron la vida el viernes en los ataques en la capital gala. Centenares de mensajes de apoyo a sus familias.
El protocolo, tan británico, cambió para que sonara primero el himno inglés, ‘Dios salve a la reina’, cantado también por el primer ministro británico David Cameron y por el príncipe Guillermo.
El dolor de Lass Diarra
Después llegó el momento de que todo Wembley entonara La Marsellesa. Fue incontenible la emoción de Lassana Diarra durante la interpretación del himno: su prima Asta Diakité perdió la vida en los atentados. Antoine Griezmann, quien anoche empezó, como Diarra, en el banquillo, fue de los afortunados: su hermana sobrevivió.
Después de La Marsellesa, tuvo lugar el emocionante, sobrecogedor minuto de silencio en Wembley, con los jugadores de Francia e Inglaterra formando un círculo. En el campo, flores en memoria de tantas vidas rotas por el terrorismo, depositadas por el príncipe Guillermo y por los respectivos seleccionadores, Didier Deschamps y Roy Hodgson. Un mosaico con los colores de Francia se formó en las gradas.
Después, el partido. Pero, por una vez, por una dolorosa vez, cuando el árbitro señaló el inicio del encuentro el fútbol ya había dado su mensaje de unión y esperanza.“Nunca habremos jugado con tanto orgullo por Francia”, había dicho Deschamps, seleccionador de Francia, en las horas previas. Y su colega Roy Hodgson, entrenador de Inglaterra, afirmó: “Es una manera de mostrar nuestra solidaridad, y desafiar a los terroristas, decirles que no nos vencerán. No he sentido nunca algo parecido antes de comenzar un encuentro”. Todos fueron París