«Vamos a cambiar la ley para vender algunas VPO»

El consejero destaca los mecanismos que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía en los últimos tiempos para dar respuestas a los ciudadanos que tienen dificultades para conservar su vivienda

11 oct 2015 / 18:49 h - Actualizado: 12 oct 2015 / 12:52 h.
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Felipe López (Alcalá la Real, Jaén, 1954) repasa sus primeros cien días al frente de la consejería de Fomento y Vivienda reflexionando sobre dos temas cruciales de su departamento: los desahucios y la obra pública.

—¿Espera buenas noticias de los próximos presupuestos andaluces?

—La consejería espero que tenga un aumento de la inversión. Pero hay que tener en cuenta los corsés que, desde Madrid, atan los presupuestos en Andalucía. Puedo decir que va a aumentar la partida para inversión pública para el año que viene. Yo espero que crezca más que la envolvente presupuestaria

—Nada que ver con las cuentas de hace siete u ocho años.

—El presupuesto de 2008 está lejísimos de lo que ahora mismo tenemos en la Junta y en el Estado. No hay que renunciar a nada, pero yo soy miembro de un gobierno que ha tomado una opción política, que yo comparto plenamente, que es el sostenimiento de los pilares de bienestar de una sociedad. El acceso a la salud no puede estar condicionado por el tamaño de la cartera que uno tiene en el bolsillo.

-Una vez conocidos los presupuestos ¿Cuáles serán las prioridades de su consejería?

—La primera prioridad es entendible. La sociedad andaluza a través de la consejería ha hecho un esfuerzo importante en la generación de infraestructuras, algunas de las cuales hubo que parar. Parece que lo racional es sacar el rendimiento a lo que ya hemos invertido. La obra pública es susceptible de ser parada antes de cerrar un quirófano.

—¿Considera que la obra pública que queda por hacer en Andalucía es competencia del Estado?

—Quedan muchas infraestructuras por terminar que son de nuestra competencia y el que diga lo contrario no conoce muy bien la realidad de Andalucía. Tenemos la autovía del Olivar, el segundo gran eje vertebrador en términos de competencia autonómica en la red de carreteras autonómicas, y de la que hay muchos tramos aún por hacer.

—Ustedes siguen defendiendo la colaboración público privada, un modelo que IU critica porque dice que multiplica el coste de las inversiones.

—Creo que no hay que satanizar la colaboración público privada. Es el mismo modelo de quien se hipoteca con un banco para poder adquirir una vivienda en el presente. Cuando hay una necesidad básica de una infraestructura hoy y no tienes forma de financiarla por tus medios, hay que plantearse esta herramienta. Las cantidades de algunas infraestructuras son absolutamente indigeribles para el presupuesto andaluz en este momento.

—¿Cuántas viviendas del parque público de la Junta están vacías?

—No debe haber ninguna. El tráfico ilegal que puede haber está sometido a una inspección, que intentamos mejorar, para evitar que haya transmisiones irregulares.

—¿Y del parque público?

En parque privado no tengo datos actualizados. Hay muchas en manos de los bancos. En el Plan Autonómico de Vivienda que vamos a promover la prioridad es la rehabilitación y el alquiler porque hay poco movimiento de mercado y porque hay mucho techo vacío que necesita mejoras.

—¿Se plantea la Junta penalizar los pisos vacíos?

—No. Intentamos dar con los recursos que tenemos una respuesta a la demanda de los sectores sociales más vulnerables poniendo todos los recursos posibles a su disposición. Hablamos de rehabilitación, hablamos de mejorar la habitabilidad de la vivienda y del entorno y del fomento del alquiler. Intentamos dar respaldo desde la situación más extrema que es la persona desahuciada hasta la persona que tienen rentas limitadas. Planteamos medidas concretas para fomentar el alquiler, que responden a una filosofía política.

—¿Cómo se puede dinamizar el mercado?

Estamos viendo la posibilidad de que alguna vivienda de VPO pueda acabar, si está en el régimen de alquiler con opción a compra, siendo vendida. Estamos avanzando para que en el horizonte de enero o febrero tengamos el Plan Autonómico de Vivienda. Ahí vamos a plantear todas nuestras iniciativas. Queremos que esté alimentado con reuniones con entidades financieras, plataformas antidesahucios y todo aquel que pueda enriquecer la perspectiva que la consejería tiene.

—¿Hay manera de conciliar el derecho a la propiedad con el de vivienda?

Hay quien cree que asaltar el cielo sólo es cuestión de voluntad, y hay que gobernar con los pies en el suelo. Se deben armonizar esos dos derechos. Pero cuando la dialéctica que plantean es bancos contra desahuciados, es fácil posicionarse emocionalmente. Combatimos al banco, que es el poderoso, eso es algo muy humano. Pero tenga en cuenta que casi la mitad de los desahucios se producen por impago de alquiler, no de ejecución hipotecaria.

—¿A usted no le gustaba la idea de expropiar a los bancos, no?

No. No se trata de plantear el problema frente a alguien, sino de ver quién puede aportar la solución a un problema complejo. El que se acerca al problema de los desahucios con planteamientos simplificados se equivoca. Expropiar a los bancos era simplificar el problema de los desahucios. Nosotros hemos planteado la ley del derecho al retracto, que permite a la Junta quedarse con la vivienda, y eso ha sido criticado por Podemos, cuando en Barcelona, la alcaldesa está haciendo lo mismo.

—¿No teme quedarse con viviendas de bancos que están ubicadas en zonas de la ciudad donde nadie las quiere, y que tengan difícil salida en el mercado?

—La Junta usará la ley de retracto de forma selectiva, no en función de los intereses de los bancos, sino del interés de la Junta de Andalucía. Y nuestro interés es comprar viviendas en zonas donde hay demanda y donde se dan situaciones de vulnerabilidad. No vamos a bailar al son de los bancos, pero tampoco vamos a seguir confrontando con ellos. Hay quien cree que con los bancos no se debe hacer nada, pero políticamente eso es irrelevante. Hay que ser útil y eficaz. Son más necesarios los puntos de encuentro con los bancos que el pim, pam, pum propio de la dialéctica partidaria.