WASHINGTON. El ataque aéreo estadounidense que mató a 22 personas en un hospital en el norte de Afganistán el fin de semana fue solicitado por las fuerzas afganas que reportaron estar bajo fuego de los talibanes y no fue buscado por las fuerzas norteamericanas, informó el lunes el máximo comandante de las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Afganistán.

El general John F. Campbell hizo la declaración en una conferencia de prensa en el Pentágono convocada apresuradamente. Dijo que estaba corrigiendo una declaración inicial de Estados Unidos que dijo que el ataque aéreo había sido en respuesta a amenazas contra las fuerzas estadounidenses.

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"Ahora nos hemos enterado que el 3 de octubre, las fuerzas afganas informaron que estaban recibiendo fuego de posiciones enemigas y pidieron apoyo aéreo de las fuerzas estadounidenses", dijo Campbell.

"Se solicitó entonces un ataque aéreo para eliminar la amenaza de los talibanes y varios civiles fueron alcanzados accidentalmente. Esto es diferente de los informes iniciales que indicaban que las fuerzas estadounidenses fueron amenazadas y que el ataque aéreo fue realizado en su nombre", agregó.

Su declaración revisada no aclaró si la clínica fue atacada por error o si las fuerzas estadounidenses pudieron haber cometido otros errores.

"Si se cometieron errores vamos a reconocerlos", aseguró Campbell.

El general se negó a proporcionar más detalles, alegando que está en curso una investigación militar. Dijo que se enteró por el investigador que fueron los afganos, no los estadounidenses, quienes solicitaron el ataque aéreo.

Campbell, cuyas oficinas se encuentran en Kabul, se encontraba en Washington el lunes debido a que esta semana testificará ante dos comisiones del Congreso.

El hospital era operado por la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, que hoy seguía presionando a las autoridades estadounidenses y afganas para que efectúen una investigación independiente del ataque el sábado a su hospital en Kunduz, en el que murieron por lo menos 22 personas.

Los militares norteamericanos dijeron que las fuerzas especiales que asesoran a los comandos afganos en las cercanías del hospital solicitaron apoyo aéreo cuando fueron atacadas en Kunduz. Agregaron que un avión AC-130 respondió al pedido y atacó el área.

Christopher Stokes, director general de MSF, se manifestó el lunes "disgustado por las declaraciones recientes de algunas autoridades del gobierno afgano que justifican el ataque". 

"Esas declaraciones sugieren que las fuerzas afganas y estadounidenses conjuntamente decidieron destruir un hospital en pleno funcionamiento", criticó Stokes.

Los gobiernos de Afganistán y Estados Unidos prometieron una investigación exhaustiva, que podría demorar algunos días. El presidente Barack Obama dijo que espera un informe completo sobre las circunstancias del ataque antes de formular un juicio.

Mientras, los residentes de la ciudad afgana de Kunduz empezaron a aventurarse fuera de sus casas el lunes a medida que se restablecía la calma, dijeron funcionarios y vecinos, en los primeros indicios de normalidad después de una ofensiva mortífera la semana pasada del Talibán, que capturó y mantuvo la ciudad durante tres días.

Sin embargo, los enfrentamientos continuaban entre las fuerzas del gobierno y el Talibán en los suburbios, dijo Khosh Mohamad, un miembro del concejo provincial de Kunduz.

El exgobernador de la provincia de Kunduz Mohamad Omer Safi, que fue despedido después que la ciudad cayó mientras estaba de vacaciones en el exterior, dijo que había advertido al gobierno que la ciudad era vulnerable a los ataques del Talibán.

Agregó que los talibanes habían llegado a controlar el 60% de la provincia durante por lo menos tres meses y que estaban apenas a tres kilómetros (1,2 millas) de distancia de la ciudad.