El diputado calificó de «triste, para cualquier fuerza democrática de izquierda ver como parlamentarios de la Nueva Mayoría o ex Nueva Mayoría se atrincheran en excusas legales para justificar el financiamiento irregular de las campañas, en particular de SQM, una empresa privatizada en dictadura, en donde al final los principios y convicciones parecieran quedar de lado»
El diputado independiente Gabriel Boric se refirió a la tramitación de la Reforma Laboral, que hoy cumplía la fecha límite para recibir indicaciones al proyecto que será despachado por el Senado.
El parlamentario señaló que, si no se hacen más indicaciones, «el proyecto que vamos a recibir en la Cámara desde el Senado es bastante parecido al que salió, con sus mismas omisiones y con sus mismas virtudes»
Para Boric «es una reforma muy incompleta». «No se aborda a todos los trabajadores, le faltó un poquito más de arrojo a la Nueva Mayoría para lograra una reforma laborar más estructural», añadió.
«Concuerdo con el ministro Valdés, las reacciones del empresariado han sido totalmente destempladas. Anuncian una crisis de una gravedad insospechada en la economía», dijo a CNN, añadiendo que son solo «defensas de interés corporativo de las empresas más importantes del país».
Respecto al tema agregó que «parece que algunos actores les atribuyen a los trabajadores una suerte de irracionalidad y que con la huelga van a pretender destruir la empresa que a su vez es su fuente laboral (…). Eso es creer que los trabajadores son estúpidos. Los trabajadores son plenamente conscientes de lo que significa una huelga y son los más interesados en mantener su trabajo».
Respecto a los resultados de la encuesta Cadem, que determinó un 2% de aprobación para el ejercicio de los políticos en general y entre un 5% y un 4% para ambas cámaras del Congreso, Gabriel Boric admitió que son cifras preocupantes, pero que la no voluntad de cambio se ve en cómo las distintas coaliciones afrontan los escándalos de supuesto financiamiento irregular a la política.
El diputado calificó de «triste, para cualquier fuerza democrática de izquierda ver cómo parlamentarios de la Nueva Mayoría o ex Nueva Mayoría se atrincheran en excusas legales para justificar el financiamiento irregular de las campañas, en particular de SQM, una empresa privatizada en dictadura, en donde al final los principios y convicciones parecieran quedar de lado».
Boric agregó que «uno ve cómo el empresariado va colonizando poco a poco la política y las convicciones, para algunos, parecieran que se transan en el mercado de valores y eso a mí me parece muy lamentable».
«Se deteriora la legitimidad de las instituciones de forma acelerada y los mismos políticos que han generado esto se terminan involucrando en casos de negociación incompatible, en caso de financiamiento irregular de campañas, no reconocen nada, Fulvio Rossi sigue siendo senador, Ena von Baer sigue siendo senadora, lo mismo Moreira que casi es un héroe por haber pedido perdón (…). Los mismos partidos cortan por el hilo más fino, que en este caso es Giorgio Martelli, siendo que este es un problema institucional».
También agregó que «el caos en que está la política, el desprestigio en el que está, no tiene por qué seguir así, se necesitan nuevas fuerzas políticas, hay varios en eso. Invitar a la gente a participar, a no dejar que sean los mismos de siempre, porque si no va a seguir pasando lo que ha sucedido en Chile en el último tiempo».
Respecto a la polémica que se ha desatado luego del intercambio de correos entre los cardenales Ezzati y Errázuriz, el diputado de la Izquierda Autónoma señaló que «el Te Deum es una iniciativa privada de los católicos». «Yo no voy a ir a ningún evento de la Iglesia porque creo que eso es propio de la vida privada de la gente, no creo que tenga que estar mezclado con el Estado o, más bien, institucionalizado por el Estado».
A propósito de toda la polémica del capellán de Palacio, «más que si es este u otro, la pregunta es por qué hay un capellán en La Moneda. Por qué la Iglesia, que es un grupo de interés privado, legítimo pero privado como cualquier otro, tiene que tener representación oficial en el Estado».
