Cómo responder a la radicalización en el ámbito de la detención: la perspectiva del CICR

La idea de que la prisión podría servir de "escuela del delito" no es nueva.

A raíz de los ataques terroristas recientes, esta idea experimentó un giro, según el cual se cree que la experiencia de los perpetradores en la cárcel influyó en su comportamiento posterior. Esto condujo a un renovado interés en las posibles formas de evitar esta situación, al menos en lo que se refiere al extremismo violento, dando lugar a una nueva terminología: la prevención de la radicalización o "desradicalización".

Cada vez con más frecuencia, el CICR se encuentra con programas aplicados en el ámbito de la detención cuyo objetivo declarado es prevenir o erradicar el extremismo violento. Tales esfuerzos son bienvenidos cuando tienen por objeto mejorar las condiciones de vida de la población detenida.

Sin embargo, algunas de sus características pueden tener consecuencias perversas, no sólo para los detenidos a quienes están dirigidos, sino también para la población carcelaria en general y para la sociedad en su conjunto.

En este documento, el CICR señala estas características así como también en los principios y las salvaguardias importantes que se deben observar.