Autorizan a niña con síndrome de Lennox-Gastaut tratamiento con cannabis

martes, 1 de septiembre de 2015 · 21:04
MÉXICO, D.F. (apro).- El caso de Graciela Elizalde Benavides, una pequeña de ocho años quien padece síndrome de Lennox-Gastaut, que le provoca constantes episodios epilépticos, ha puesto sobre la mesa la discusión sobre el uso de la cannabis con fines médicos. El pasado 17 de agosto, el juez Tercero de Distrito en Materia Administrativa, Martín Santos Pérez, autorizó la importación a México de una sustancia derivada de la cannabis, de la que se obtiene la mariguana, para el tratamiento médico de la pequeña que ha sido sometida a decenas de métodos curativos en el país para combatir la epilepsia, sin éxito. El juez concedió un amparo que ordena a las autoridades federales permitir a los padres de Graciela, residentes de Monterrey, que importen al país medicamentos elaborados a base de cannabidiol, componente de la cannabis, que está prohibida por la Ley General de Salud. Fue la primera vez en México que un juez autorizó la importación de una sustancia derivada de la mariguana con fines médicos. “Es un parteaguas en nuestro país porque el tema de la mariguana ha sido muy complicado. Lo importante de esto es la diferencia que se ha marcado frente a una política de prohibición con todas las conductas relacionadas con el cannabis”, dijo a la agencia EFE el abogado de la familia Elizalde, Fabián Aguinaco. Durante el juicio los abogados apelaron a que hay artículos de la Ley General de Salud que son inconstitucionales porque “violan varios derechos humanos de gran importancia”, como el derecho a decidir, a la dignidad de la persona, a la libertad individual o a vivir sin dolor, detalló Aguinaco. Los abogados buscan que el Poder Judicial declare inconstitucionales ocho artículos de la mencionada Ley que prohíben todo lo relacionado con la cannabis y sus derivados. Los medicamentos con cannabidiol ya se fabrican en Estados Unidos y según estudios recientes reducen las crisis de epilepsia y ayudan a normalizar la vida de los pacientes, sin embargo es un tratamiento experimental por lo que el juez puso algunas condiciones a los padres de Grace, como le dicen de cariño a la niña, para que puedan acceder a los medicamentos. Los padres deberán entregar el informe de un especialista en el síndrome de Lennox-Gastaut que admita la posibilidad de mejora con el cannabidiol; un consentimiento firmado por los padres en el que un médico detalle los riesgos del tratamiento; contar con un centro hospitalario donde se atenderá a la niña en caso de reacciones negativas, y probar que el medicamento se obtuvo legalmente en el país de manufactura. El caso de Grace fue dado a conocer el fin de semana pasada por el diario The Washington Post luego de que sus padres agotaron todos los tratamientos médicos conocidos para tratar la epilepsia y se enteraron que el cannabidiol podría aminorar las crisis de su hija. El pasado 29 de junio el Consejo de Salubridad General, que agrupa a todos los órganos de salud del Gobierno federal, envió un oficio a los padres de Graciela en el que consideró que no hay evidencia científica sobre la eficacia del tratamiento con cannabidiol u otras sustancias derivadas de la cannabis, y que en el caso de niños, podría empeorar su situación. Sin embargo el padre de Grace afirma que con el caso de su hija no intentan romper un paradigma sino que se trata de su última oportunidad. La enfermedad de la pequeña se ha ido agravando con el tiempo, al grado de provocarle alrededor de 400 episodios de convulsiones diarias, incluso cuando duerme. Hasta 2013, sus padres le suministraron medicamentos lícitos y después la sometieron a una callosotomía, un corte en la banda de fibras que conecta los hemisferios cerebrales. También pasó por terapias alternativas como gotas homeopáticas y acupuntura pero todas esas medidas resultaron inútiles. Por ello sus padres buscaron suministrarle cannabidiol, sustancia que relaja los músculos y ha mostrado éxito en distintos casos de Estados Unidos y Europa. Según Aguinaco, en 20 estados de Estados Unidos y en Europa esta sustancia sí está permitida y el juez, “comprendiendo la trascendencia y el interés superior de esta niña”, autorizó la importación, portación y consumo de la sustancia para este caso en particular. El abogado calificó este veredicto como “histórico” y de “valiente” aunque reconoció que esa decisión todavía puede ser apelada por las autoridades. Hasta el momento no lo han hecho. Los padres de Grace tienen planeado hacer un viaje a Estados Unidos a finales de septiembre para que la niña sea vista por médicos especializados y le prescriban la medicina.

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