Maquillarse de forma rápida o bien hacerse un cambio de estilismo no tiene por qué ser complicado. Muchas veces solo se necesitan muy poquitos cosméticos, pero unos cuantos trucos para estar radiante en unos segundos. Además, ahora con el verano y la piel bronceada, es todavía menos necesario utilizar muchos cosméticos. Con estos tips, conseguirás un look muy natural, pero muy moderno.
Buena cara
Si todavía no te ha podido dar el sol porque no has tenido ni un solo día libre o de vacaciones para ir a la piscina o la playa o bien para estar al aire libre, conseguir el efecto buena cara es una buena solución. Para ello, solo debes utilizar una base de maquillaje, que sea muy fluida y que permita igualar el tono de la piel.
Si quieres además lucir un acabado de piel de porcelana, el truco está en utilizar unos polvos matificantes, que solo deberás aplicar en el centro del rostro tras poner el colorete.
Luego solo tienes que aplicar el colorete en círculo sobre la parte alta de la mejilla. Es mejor que utilices una brocha de colorete grande para que no se vean los trazos y sea más fácil la extensión del blush.
Si por el contrario, quieres aportar más jugosidad al cutis porque tienes una piel un poco apagada o muy mate, la clave está en aplicar un colorete cremoso en stick para fundir bien con la piel con la ayuda de los dedos.
Y, a la hora de elegir el labial, un buen truco es utilizarlo del mismo tono que el colorete porque así se armonizan los rasgos y se refuerza ese efecto de buena cara. Para aplicar el labial, es mejor que emplees un pincel para no poner demasiado color y conseguir un efecto más natural.
Tonalidades
Y, ¿qué tonos es mejor elegir? La respuesta es fácil: opta por los rosas claros en caso de que tengas una piel muy blanca o tirando a rosada.
Sin embargo, si tienes un tono de piel medio, debes elegir las tonalidades que sean más cálidas como los tierra, pero en su versión más clara.
Y, para aquellas que tengáis una piel más oscura o bien con un tono tirando a oliváceo, la clave está en aportarle unos matices que sean vivos a través de tonos como, por ejemplo, los cereza y melocotón.
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