Luchar contra la introducción del mosquito tigre, una especie ajena a la variedad biológica valenciana es una tarea de todos.

Primero hay que colocar trampas para atrapar los huevos del mosquito y ver cómo se distribuye por el municipio. Después es necesario abrir una etapa de información y formación. Repartir folletos informativos para que los ciudadanos sepan cómo evitar la presencia del mosquito tigre es esencial para garantizar resultados. Y por último cabe recurrir a un tratamiento con larvicida por determinadas zonas públicas.

Al margen de las Administraciones Públicas, cuyos dirigentes están obligados a velar por la seguridad de los ciudadanos, cada una de las familias que se sientan preocupadas por esta nueva amenaza también puede intervenir. Su colaboración es muy provechosa. Los ciudadanos juegan un importante papel a la hora de evitar la proliferación del mosquito tigre, ya que los especialistas dan por seguro que más del 90% de los lugares en los que logra reproducirse forman parte de espacios privados.

El mosquito tigre es fundamentalmente urbano. Aprovecha los puntos de agua de origen humano para reproducirse. Las larvas se desarrollan en recipientes donde esistan pequeñas cantidades de agua, sobre todo si se encuentran en lugares sombreados, como por ejemplo jarras, cubos, macetas, floreros, platos de macetas que se depositen en terrazas, jardines, patios o descampados.

Es necesario revisar periódicamente nuestros hogares y concienciae a las personas de nuestro entorno para que trabajen en la misma dirección, porque si nuestro vecino muestra la misma actitud colaborativa el riesgo de picaduras será el mismo por mucho interés que pongamos en arreglar nuestra propia casa.