La Asociación de Editores del Reino Unido ha dado a conocer los resultados de un informe realizado sobre un programa piloto desarrollado en bibliotecas públicas en torno al préstamo de libros electrónicos. Nate Hoffelder opina que esta iniciativa no muestra un cambio en los hábitos de compra de los usuarios de bibliotecas por lo que no existe una justificación en la inversión empleada para su realización en un artículo publicado en The Digital Reader.
Esta iniciativa consistió en añadir más de trescientos noventa títulos a los catálogos de distintas bibliotecas públicas repartidas en el Reino Unido. Los libros electrónicos se prestaron bajo los términos estándares de la plataforma OverDrive. La inversión realizada ha sido de cuarenta mil libras, unos cincuenta y cinco mil euros, un monto, que en opinión del periodista, no merecía la pena gastar.
La intención de este programa piloto era fomentar el préstamo online, que cada usuario pudiera realizarlo desde su propia casa y favorecer las ventas.
Los préstamos de libros electrónicos aumentaron significativamente, algo que le parece obvio a Hoffelder, ya que al añadir más títulos aumenta el interés. Pero también se pudo comprobar –añade– que los préstamos disminuyeron apenas entró en funcionamiento el programa, por lo que la cantidad de libros añadidos, en su opinión, no fue suficiente para mantener la atención de los usuarios.
Aunque con este programa se pretendía impulsar la venta de libros electrónicos, se ha podido comprobar –continúa Hoffelder– que no se produjo ningún impacto en las ventas comerciales.
Hoffelder cree que el informe ha sido simplemente una pérdida de tiempo, ya que "ni las métricas se realizaron correctamente, ni se formularon las preguntas precisas e que incluso la muestra tomada fue más bien pequeña".
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