La NASA nos muestra su visión del futuro en Marte con carteles retro

Estas hermosas ilustraciones de la agencia espacial presentan una visión romántica de los viajes espaciales de la humanidad a Marte... pero no será un recorrido fácil en absoluto

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Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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El Gran Gran Cañón

Un astronauta baja haciendo rápel por los acantilados del Valles Marineris, el sistema de cañones más grande del sistema solar, con una extensión de más de 4.000 kilómetros y una profundidad de hasta siete kilómetros.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Reclutas del planeta rojo

A finales de 2015 y principios de 2016, la NASA reclutó a su nueva quinta de astronautas de entre más de 18.000 aspirantes, entre los que se encontraba Nadia Drake, periodista espacial y blogger de National Geographic.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Relaciones a distancia

Ponerse en contacto con sus seres queridos en la Tierra sería todo un reto para los astronautas en la superficie marciana: dadas las distancias, pueden producirse retardos en las comunicaciones de hasta 45 minutos.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Todo un viaje de campo

Marte puede parecer un sitio estupendo para hacer viajes de campo, pero se ha investigado muy poco sobre cómo sobrellevarían los seres humanos la gravedad del planeta, que equivale a un tercio de la gravedad terrestre.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Conceptos de base

Algunos planes para Marte, entre ellos el ambicioso programa de naves en órbita elíptica Tierra-Marte de Buzz Aldrin, incluyen la construcción de una base en la luna marciana Fobos que desempeñaría funciones de control de misión en los viajes a la superficie.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Planeta rojo, mentalidad verde

Los astronautas en Marte tendrían que cultivar su propia comida, como hace Mark Watney en la novela El marciano. Por desgracia, en suelo del planeta presenta percloratos tóxicos que habría que lavar con agua para que las plantas pudiesen sobrevivir.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Requiere montaje

Los cohetes de lanzamiento actuales no tienen suficiente potencia para propulsar naves completas capaces de alcanzar el planeta rojo, por lo que los astronautas tendrían que montar sus vehículos en el espacio, ya sea en las órbitas bajas de la Tierra o en órbita alrededor de Marte.

Foto: NASA / Centro Espacial Kennedy

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Las dos caras de Marte

La corteza en el norte de Marte presenta un menor grosor y elevación que en la mitad sur, lo que lleva a pensar que un suceso importante, tal vez el impacto de un asteroide gigante, la afectó hace miles de millones de años.

La NASA ha optado por un enfoque nostálgico para la promoción de su iniciativa Viaje a Marte: unos impactantes carteles sobre el viaje que nos muestran Marte y sus lunas en todo su esplendor.

Estos carteles retro que se publicaron recientemente en la web son más del estilo de Flash Gordon que del de Mark Watney, y ha llevado más de siete años crearlos. Son obra de la empresa de diseño BRC Imagination Arts para la agencia espacial y formaron parte de la exposición: "Se buscan exploradores para el Complejo de Visitantes del Centro Espacial Kennedy de la NASA desde 2009".

Marte, no será en absoluto el cómodo y romántico viaje que evocan estos carteles.

"Queríamos diseñar una exposición que hablase del futuro de la exploración espacial y animase a los jóvenes a interesarse por ella e incluso a incorporarse a nuestra futura plantilla de científicos, ingenieros y astronautas", comenta Andrea Farmer, directora de relaciones públicas del complejo.

No obstante, por inspirador que pueda resultar un viaje humano a Marte, no será en absoluto el cómodo y romántico viaje que evocan estos carteles.

"Es una elección, no un imperativo —comentaba John Logsdon, catedrático emérito del Instituto de Políticas Espaciales de la Universidad George Washington, en una entrevista previa—. Marte está muy lejos, es difícil llegar y cuesta muchísimo dinero”.

9 meses para llegar al planeta rojo

La exploración de Marte sería como un viaje solo de ida de nueve meses de duración para visitar un paisaje aún más inhóspito que el de la Antártida. La atmósfera marciana es extremadamente seca, 50 veces más tenue que el aire en la cumbre del Everest, y por supuesto no es respirable. Las temperaturas oscilan entre los -153 y los 20 grados centígrados, y una suave brisa sopla sobre un suelo lleno de percloratos tóxicos.

Además, incluso aunque alguien consiguiese sobrevivir a esa odisea, ¿cómo despegarían los astronautas de Marte para volver a la Tierra?

Y luego están las cuestiones políticas. Estudios recientes sobre misiones básicas a Marte han logrado que los costes se ajusten al presupuesto de exploración actual de la NASA (unos ocho mil millones de dólares en 2016) si el Congreso estadounidense se compromete a conceder incrementos anuales para ajustarlo a la inflación. Pero hasta los planes más agresivos que se han anunciado ponen a la humanidad en Marte en la década de 2030, lo que implica un compromiso económico a largo plazo y décadas de voluntad política.

Carteles políticos

Incluso estos carteles se han visto afectados por el fuego cruzado de la política: en un principio estaban destinados a promocionar el programa Constelación de la NASA, un plan de la administración Bush para volver a visitar la Luna, llegar a un asteroide cercano a la Tierra y, con el tiempo, pisar por primera vez la superficie marciana.

Pero un comité de expertos expuso sus dudas respecto al programa en 2009, lo que mandó a pique el programa Constelación y obligó al Centro Espacial Kennedy a rediseñar su exposición, que ahora va en línea con los planes actuales de Viaje a Marte de la NASA.

A pesar de los peligros y los retos, gentes de todo el mundo y de toda la NASA siguen soñando a lo grande y trabajando para que llegue el día en el que las fantasías de esos carteles puedan convertirse en realidades.

Y es que, como dijo Logsdon, "es lo que hacemos las gentes del espacio".