El mercado de alquiler y venta de inmuebles turísticos en la Comunitat Valenciana es un reflejo perfecto del actual momento de transición económica. A lo largo de la costa de Castelló, Valencia y Alicante se encuentran los apartamentos más baratos con algunas de las zonas veraniegas más caras de España. Además, mientras que la tendencia a nivel nacional es que los saldos en la costa se acaban y el precio medio de los alquileres en primera línea de playa crece en un 7 % , en Canet d'En Berenguer, por ejemplo, se han registrado rebajas de hasta el 60 % en el precio de venta de los apartamentos debido al «stock» de obra nueva que sigue sin compradores desde que estalló la crisis. Y al mismo tiempo que en Canet, o en Almassora, o en Gandia los precios de los apartamentos descienden de forma significativa, en Xàbia ha aumentado el valor de los inmuebles turísticos hasta en un 11,2 %, de tal forma que el metro cuadrado junto al Arenal se vende a 1.658 euros. Así pues, una montaña rusa de precios de 524 kilómetros de largo.

Empecemos por los alquileres. Según el informe anual de alquileres en costa de TecniTasa (la tercera sociedad de tasación más importante de España), las rentas de los apartamentos en arrendamiento en primera línea de playa han subido a nivel nacional un 7 % en el último año, hasta un precio medio de 595 euros por semana. Según este informe, la provincia de Alicante es, junto a Barcelona y Almería, la que muestra mayores incrementos. En Torrevieja, por ejemplo, las rentas de alquiler en la Playa de los Locos se ha incrementado en un 23 %. Este destino presumía de ser en 2014 el que tenía el arriendo más barato para veranear.

Mientras que la primera línea de Alicante es la que más se revaloriza, la de Castelló es la que muestra un mayor descenso en el precio de los alquileres. En playas como las de Alcossebre, Orpesa o Moncofa los precios medios de los alquileres bajan más de un 20 %. En esta última localidad, por ejemplo, un apartamento de 60 metros cuadrados en primera línea pasa de costar 400 euros a la semana a situarse en 300, según el informe de TecniTasa.

Por localidades, no hay ninguna valenciana que esté en el «top» de los alquileres turísticos más caros (Sotogrande, Hondarribia y varias de Eivissa se llevan la palma), pero sí hay alguna entre los destinos playeros más asequibles: por ejemplo, un apartamento de entre 40 y 90 metros en Oliva no supera los 290 euros por semana, 300 euros por debajo de la media nacional. En cambio, alquilar un apartamento de dos habitaciones en Dénia, Xàbia o Calp durante el mes de agosto tiene un coste medio de entre 800 y 900 euros semanales.

En cuanto a los precios de venta de las casas de verano en la Comunitat Valenciana, la diferencia entre «ricos» y «pobres» también es significativa y también se reparte por provincias. Tinsa (otra sociedades tasadoras más importantes de España) destaca en su informe de vivienda en costa de 2015, que para comprar los apartamentos más asequibles hay que dirigirse a Almassora, donde el metro cuadrado está a 804 euros, y que Gandia es la tercera ciudad española en cuyas playas más ha descendido el precio de la vivienda: un 14,6 % respecto a 2014.

Por contra, en el total de 35 poblaciones incluidas en este informe que han encarecido sus precios respecto al pasado año destaca Xàbia, con un incremento interanual del 11,2 %, mientras que la Pobla de Farnals está en el grupo donde el coste del metro cuadrado muestra subidas del orden del 5 al 9 %.

No son estos los únicos acusados contrastes en el mercado inmobiliario turístico valenciano que quedan reflejados en el informe de Tinsa. Por ejemplo, la consultora situa a los municipios alicantinos de Orihuela y Pilar de la Horadada dentro del grupo de zonas en las que se empieza a percibir indicios de recuperación del mercado de viviendas. Por contra, Orpesa, Peñíscola, Alcossebre y Xilxes en Castelló, y Cullera en Valencia se situan en el grupo de municipios donde el proceso de absorción de bolsas de vivienda está siendo más lento. También indica Tinsa que las transacciones de terrenos o solares es prácticamente inexistente en la gran mayoría de las zonas costeras, aunque en Dénia y la Vila Joiosa «se ha producido un repunte en los valores de mercado porque el suelo en manos de los bancos está prácticamente agotado».