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Por: Redacción Revolución / 26 mayo, 2015
(26 de mayo, 2015).- El periódico Latin Times, en su página en internet retomó la polémica suscitada a raíz de que, a través de Mexicoleaks, se filtrara un documento en el que se daba cuenta de la ostentosa habitación que serviría de refugio a Peña Nieto durante su viaje a Bruselas el próximo nueve de junio para negociar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
El medio estadounidense descarta que Peña, junto con 40 miembros de la comitiva, permanecerán tres días en Europa, por lo que el gobierno mexicano erogará, por el alojamiento exclusivo en un hotel cinco estrellas, casi un millón de pesos. Tan sólo la habitación del exgobernador del estado de México, la “Opera Suite”, costará más de 48 mil pesos por noche.
Sin embargo, se destaca que, mientras que en Estados Unidos fue del conocimiento público, porque la misma Casa Blanca lo reveló, que el presidente Barak Obama gastó 1.7 millones de dólares en alojamiento para una inmensa delegación cuando asistió a una conferencia en Brisbane, Australia, en 2012, el extravagante viaje del ahijado político de Arturo Montiel Rojas, fue conocido a través de una filtración.
El autor del texto, Cedar Attanasio, considera que esta revelación puede tener un doble impacto entre los mexicanos que acudirán a las urnas el próximo siete de junio, pues el priísta representa un doble problema: gastar en extravagancias y viajes suntuosos en un país con una mayoría paupérrima, y por el otro lado, evidenciar que no hay transparencia en el gasto de los recursos públicos, al no ser la Presidencia de la República quien hizo del conocimiento de la sociedad mexicana el costo del viaje de Peña.
Además del escándalo por los viajes de Peña, en los medios de comunicación continúan presentes los señalamientos sobre posibles actos de corrupción y conflicto de intereses de varios secretarios de Estado: planes de pago a jugosos negocios por contratos gubernamentales, hipotecas favorables y contribuciones ilegales a las campañas.
Aunado a esto, Peña Nieto se posicionó como uno de los mandatarios más exquisitos para viajar, luego de la compra de un avión de 540 millones de dólares; el más caro que cualquier jefe de Estado tenga, a excepción de que utiliza el propio Obama.
Según los informes, la delegación presidencial pagó hasta el 87 % más, que el precio de lista para las suites.
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