La puesta a disposición del público de dicha información ha hecho subir al PSOE del sexto al segundo puesto en el ránking de transparencia de los partidos que elabora cada año la Fundación Compromiso y Transparencia. UPyD es, una vez más, el primero, mientras que el PP ocupa la séptima posición, frente a la novena de 2014.
El estudio analiza 25 parámetros básicos de transparencia en función de la información disponible en las páginas webs de los partidos. Estos indicadores incluyen la publicación del código de buen gobierno, las retribuciones y declaraciones de bienes de sus cargos electos, el número de afiliados o los responsables de cada área, así como la información económica más relevante: cuenta de resultados, ingresos y gastos, créditos concedidos y deudas condonadas, auditoría y los informes del Tribunal de Cuentas.
Se trata de un estudio riguroso que refleja el grado de cumplimiento que los partidos hacen de la legislación. El informe analiza todas las formaciones con representación en el Congreso, aunque en esta edición se han añadido los dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, llamados a ser protagonistas en la política española y que han hecho de la lucha contra la corrupción y la regeneración democrática el eje de su política.
El partido de Albert Rivera es calificado como transparente en el estudio, que destaca "la claridad de su información económica y el perfil de sus directivos". Podemos se sitúa entre los translúcidos. Su información financiera "desciende a detalles que exceden lo exigible en una rendición de cuentas", se lee en el informe, pero ese rigor no es el mismo en otras áreas "especialmente relevantes" como la configuración del poder dentro de la organización. Javier Martín Cavanna, profesor del Instituto de Empresa, director ejecutivo de la fundación y responsable del estudio, explica que la información sobre el reparto del poder es clave en la rendición de cuentas: "Si no se sabe quién manda, difícilmente se podrán exigir responsabilidades".
Martín Cavanna afirma que este año se han producido cambios en el ámbito normativo, como el estreno del Portal de Transparencia y la reforma de la Ley de Financiación de Partidos Políticos, "que incorporaron muchas de las demandas que desde la opinión pública se venían haciendo sobre la necesidad de dotar de más transparencia y control" a los partidos. Estas exigencias legales han contribuido a mejorar las notas de casi todos las formaciones, aunque todavía parezca que la normativa no vaya con alguno de ellos, como Amaiur y CiU, que un año más cierran la clasificación por su opacidad.
