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Procesión en honor a San Isidro celebrada ayer en Medina de Rioseco. M. G. Marbán
San Isidro escucha las plegarias de los agricultores y pone fin a 29 días de lluvias

San Isidro escucha las plegarias de los agricultores y pone fin a 29 días de lluvias

Las temperaturas iniciarán hoy un ascenso progresivo después de un inicio de la primavera que deja 104,2 litros por metro cuadrado en Valladolid

J. Sanz

Domingo, 15 de mayo 2016, 09:48

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No es habitual, y así lo reconocen ellos mismos, que los agricultores pidan a su patrón que aleje las nubes de los cielos y traiga una subida de las temperaturas. Pues eso mismo es lo que pedirán hoy a San Isidro unos labradores cansados ya de las incesantes lluvias de la primavera y de las continuas crecidas de los ríos del presente año. El santo parece haberse anticipado a sus plegarias y su festividad se celebrará, según apuntan las previsiones, bajo un sol radiante que continuará brillando con fuerza en adelante.

El actual panorama meteorológico nada tiene que ver con el de hace justo un año, cuando la península afrontaba una ola de calor que dejó en la provincia máximas de 33 grados. Los agricultores clamaron entonces a su patrón para que trajera las lluvias y una bajada del mercurio. Nada que ver...

No es normal por estos lares, en efecto, tener que salir a la calle día sí y día también armados con el paraguas, mirando a las nubes amenazantes y sin apenas ver un rayo de sol durante semanas. Eso es lo que ha ocurrido prácticamente desde el inicio de la primavera. Y así lo reflejan los datos recogidos desde el mes de abril por la Agencia Estatal de Meterología (Aemet). Nada menos que en 29 de los últimos 44 días se han registrado precipitaciones en la capital con una serie de nueve jornadas consecutivas, entre el 5 y el 13 de mayo. Cifras poco habituales para Valladolid, por la persistencia, es cierto, pero que no dejan efemérides para la historia. Aún así se han recogido ya 104,2 litros desde el 1 de abril con el mercurio anclado en temperaturas inferiores a las habituales de la estación.

Esta situación de inestabilidad, causado por el sucesivo paso de borrascas por la península, pasará a la historia a partir de hoy mismo, cuando se impondrá el anticiclón, que despejará los cielos de nubes y provocará un progresivo aumento de las temperaturas hasta rondar valores prácticamente veraniegos a finales de semana, con máximas que para entonces pueden llegar a alcanzar los 26 grados.

Nada que ver con los picos, casi perpetuos, de los últimos días, con el mercurio incapaz de superar los 15 grados. Eso con los cielos siempre amenazantes y con una llovizna casi permanente desde que comenzó abril. Solo en ese mes se registraron precipitaciones durante 20 días (el récord, con 23, se alcanzó en abril de 2000), cuando se recogieron 79,2 litros (el récord, en este caso de 105,4, se remonta a 1988). Después llegaron seis días de tregua y desde aquel 5 de mayo hasta el 13 se han recogido otros 25 litros. Ayer, aunque fue una jornada nubosa (la enésima), dejó de llover. No volverá a hacerlo en días.

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