Taberna: ¡Orwell siempre tuvo razón!

¡Dos semanas! ¿Dónde carajo se encontraba?

¡Pronto! Apague todo: celulares, televisión, radios, computadoras.

¿La rocola también?

La rocola sobre todo.

Bueno, a usted qué le picó ahora.

Don Tony, póngame mucha atención. Es de vida o muerte.

No me asuste. En qué anda usted. ¿Estás drogado? Seguro se metió en broncas con alguien. ¿Es por el tipo que lo vino a buscar? ¿Quién es él y qué es lo que quiere?

No. Con él ya arreglé los problemas. Buen tipo, por cierto. Aunque tuvimos que separarnos cuando nos dimos cuenta que ambos corríamos peligro y lo mejor era seguir caminos distintos. Quedamos de reunirnos en un lugar algo lejos de aquí. Es difícil de explicar, don Tony. No lo creería.

Pues si no me dice absolutamente nada de lo que está sucediendo, verdaderamente no le voy a creer.

Le platico, pero ¿ya apagó todo? Es necesarísimo que lo haga.

Listo, ya. Todo apagado y todo cerrado.

Bien. Lo que sucede es que estamos siendo observados. Somos vigilados en todo momento. George Orwell siempre tuvo razón.

No se quede con la boca abierta. ¿No comentará nada?

Ahora sí que quedó loco. Ni una copa más para usted. Corrí a mis clientes porque usted traía información de vida y muerte, y lo que me dice es que alguien nos está observando.

No es alguien, sino en plural.

Qué plural ni nada. Sólo ha venido a alborotar la tranquilidad de este lugar.

Todo tiene relación. El borrachito de la esquina, allá en el fondo, siempre observa a todos con esos ojos de suspicacia. ¿No le parece extraño? Sólo pide un tarro y se queda ocho horas sentado vigilando todo. Estoy seguro que él es un infiltrado del CISEN y de la CIA.

A usted ya lo perdimos y está comenzando a asustarme. Así que o váyase o tómese el mezcal que puedo servirle.

Me tomaré dos mezcales y me iré. Tengo que ver a una persona en dos horas. Sólo vigile al hombre que le digo, no me genera nada de confianza.

Usted no confía en nadie.

No lastime mis sentimientos. Yo confío completamente en usted.

Eso dicen todos, hasta que les entrego la cuenta.

Por R. R. Fullton @LordNoa

Orwell, George. Rebelión en la granja.

Orwell, George. 1984.

Matterlart, Armand. De Orwell al cibercontrol.

MasCultura 25-junio-17