MasterChef homenajea a representantes de la cultura catalana en el ABaC

Alberto, Andrea, Antonio, Carlos, Encina, Fidel, Kevin, Lidia, Mila, Mireia, Pablo, Raquel, Sally, Sara y Víctor comienzan su aventura entre fogones. Después de un durísimo casting, los aspirantes tendrán que superar retos aún más complicados… MasterChef es el talent más duro del mundo y esto no ha hecho más que empezar.

La primera habilidad que tendrán que aprender es sacar el máximo partido al producto, en este caso el mero. Por cada fila en cocinas, los aspirantes cuentan con un pescado de dos kilos que tendrán que repartirse para cocinar su plato.

Pero la dificultad no queda ahí. El objetivo es que aprovechen los ingredientes y el jurado les sorprenderá en el momento más inesperado exigiéndoles, no uno, sino tres platos diferentes con mero. Y para demostrarles que se puede hacer, Quique Dacosta, chef con tres estrellas Michelin, se enfrentará al desafío como un concursante más.

Los dos mejores aspirantes se estrenarán como capitanes en la Prueba por equipos, que esta vez les llevará a Tarragona, en concreto al puerto de L’ Ametlla de Mar, vinculado desde hace siglos a la pesca del atún rojo. El pescado es oro en cocina y los jueces quieren que los concursantes conozcan a fondo cómo se trata este producto: desde la pesca y conservación hasta el despiece y elaboración de un gran plato.

Para ello los capitanes faenarán a bordo de un barco para pescar atunes rojos, unos especímenes de 3 metros de longitud y hasta 600 kilos, que cocinarán más tarde. El resto de aspirantes se sumergirán en aguas del Mediterráneo para ver cómo vive el pescado en su hábitat natural.

Una vez tengan el producto para cocinar y reciban una clase magistral sobre cómo limpiar el atún rojo, los equipos se batirán en duelo. Y será en un lugar muy especial, sobre todo para uno de los jueces: el restaurante ABaC, con dos estrellas Michelin. El chef exige máxima responsabilidad.

Los comensales de la prueba serán 40 representantes de la cultura catalana. Entre ellos: Jordi Hurtado, Andreu Buenafuente, Custo Dalmau, Carlos Latre, Mónica Naranjo, Judit Mascó, Gemma Mengual, Carles Puyol, Verónica Blume y Candela Peña. Invitados muy selectos, acostumbrados sólo a la excelencia. ¿Qué equipo conquistará sus paladares?

Al llegar al plató, los aspirantes se encontrarán con otra sorpresa: una enorme bandera de España creada con alimentos de color rojo y amarillo. Este último reto consiste en elaborar un plato libre, de la cocina española, utilizando sólo alimentos de un color. Creatividad, imaginación y gusto serán las claves para superar el reto. Uno de los aspirantes tendrá que colgar su delantal y decir adiós a su sueño de ser MasterChef España.