El nuevo Plan director sectorial energético de Balears , que está a punto de cerrar el periodo de exposición pública para ser una realidad, incluirá en su redacción una alegación presentada por los ecologistas del GEN-GOB que impedirá la instalación de grandes parques eólicos a un kilómetro de zonas húmedas, una medida que se adopta «para proteger la avifauna» de estos parajes de las islas.

Los redactores de este documento consideraron «muy acertada y lógica» esta propuesta de los ecologistas, explicó el director general de Industria y Energía del Govern, Jaime Ochogavía. Por su parte, el presidente del GEN, Joan Carles Palerm, aplaudió la decisión de incluir esta limitación y recordó que en otros lugar del país, como Tarifa, instalaciones de este tipo están «causando verdaderos estragos» en la población a aves de la zona. «Con el agravante -añadió este experto- de que un importante porcentaje de los ejemplares que suelen localizarse en estos humedales son de un tamaño mayor de lo normal».

Ochogavía, además de la protección de la fauna local, justificó por su parte esta limitación por motivos de tramitación: «Es mejor adelantarse porque estas instalaciones luego requieren de un estudio de impacto, y en el supuesto de que se construyan cerca de humedales, estos informes seguro que pondrían pegas. Con esta medida evitaremos estos problemas, nos adelantaremos a ellos», señaló.

El director general matizó que dentro de ese perímetro de un kilómetro sí se podrán instalar «molinos más pequeños», esto es, aerogeneradores domésticos o de pequeña potencia. La idea es que estos mini generadores puedan instalarse en hoteles o en viviendas próximas a los humedales, ya que su altitud no suele sobrepasar el metro y no representan por tanto un problema para las aves.

Una decisión «acertada»

«Es una decisión acertada porque debemos evitar en lo posible problemas con la avifauna local, y las colisiones con este tipo de instalaciones son frecuentes en otros sitios», añadió por su parte Palerm.

Otra de las modificaciones que se incluirán en el nuevo Plan director sectorial energético de Balears, también gracias a una alegación procedente de una administración pitiusa, que no pudieron concretar desde Palma, está relacionada con las competencias de los auyuntamientos en la concesión de permisos para la instalación de plantas fotovoltaicas en su territorio.

Mientras que en Mallorca y Menorca sus consistorios podrán conceder licencia para instalaciones de este tipo en solares hasta de 3.000 metros cuadrados, en las Pitiüses la superficie se limita a 2.000 metros cuadrados. En todos estos casos los gestores municipales únicamente podrán autorizar instalaciones que generen un máximo de 100 kilovatios. Este límite es el mínimo que marca la legislación medioambiental nacional para obligar a elaborar un informe de impacto para permitir la instalación.

Para lo que sí se han extremado los requisitos es para las instalaciones en superficies superiores a las cuatro hectáreas (40.000 metros cuadrados). «En estos casos siempre será necesaria una declaración de interés general para implicar a todos los grupos políticos».

En terrenos «degradados»

El responsable de la política energética balear añadió que en estos casos, solo se otorgará permiso en terrenos «muy degradados o que ya tengan un uso agrícola, como por ejemplo con invernaderos existentes» en el momento de presentar la solicitud de permiso.

«La idea -explicó el director general- es liberalizar para que los permisos puedan darlos cualquier ayuntamiento».

«Intentamos potenciar el autoconsumo y la venta» de energía generada mediante placas fotovoltaicas, sentención al respecto Jaime Ochogavía.