Las algas se pueden formar por culpa de la lluvia, tierra, hojas y residuos varios que puedan caer a la piscina. Evitar que proliferen en nuestra piscina es sencillo con un mantenimiento continuado, pero aún así a veces se forman en el fondo tomando un color marrón y en ese caso no son fáciles de eliminar porque están agarradas.
Una buena manera de ayudar a su limpieza es la siguiente:
Con el motor parado, verter en las zonas donde hay algas en el fondo unos puñados de Cloro lento granulado. Este cloro descenderá hasta el fondo y hará allí su trabajo.
Al cabo de unas 12 horas pasar el limpiafondos y una parte importante de ellas se eliminará.
Para evitar que las algas se acumulen en la piscina, lo recomendable es utilizar el Antialgas como producto preventivo:
Añadir 2 litros de Antialgas por cada 50 m3 de agua.
Verter 0,5 litros de Antialgas cada semana por cada 50 m3 de agua.
Con la piscina vacía, impregnar las paredes y el suelo con una solución de 1 litros de Antialgas y 10 litros de agua.
Cuando las superficies son resbaladizas alrededor de las piscinas se pueden tratar con una solución de 5 litros de Antialgas y 10 litros de agua, pulverizándolas con una regadera por ejemplo.
Para información más detallada sobre este y otros aspectos para mantener el agua limpia, puedes consultar nuestra guía de mantenimiento de piscinas.