Provincia

El resurgir del mueble

  • El sector de la madera empieza a superar la crisis apoyado en las exportaciones, la innovación y la cualificación El mercado francés lidera la compra de la producción local

No supone novedad alguna afirmar que la crisis azotó de una manera descomunal el sector inmobiliario. La caída de la venta de pisos supuso el declive de la construcción y, por ende, de aquellos otros sectores asociados. Un ejemplo de ello fue la situación vivida en Lucena. Antaño ciudad estrella con pleno empleo sustentado, principalmente, en las cuantiosas fábricas del mueble, asistió en un tiempo récord a la caída de esta industria, verdadero corazón económico de la ciudad, y al cierre de fábricas que, años atrás, habían decorado casas de famosos y entrado en platós de series de televisión.

En Lucena, la inmensa mayoría de las familias tenía su sustento en la madera. "Mi padre vivió de los muebles y mis tíos también. Ahora lo intentamos mis hermanos y yo, que seguimos con la empresa familiar", cuenta Araceli Montilla, encargada de una de las fábricas más conocidas de Lucena, Muebles Montilla.

Si antes de 2007 la inauguración de empresas era la tónica, el estallido de la burbuja invirtió la tendencia. Trabajadores que perdían sus empleos, sin tener conocimientos para hacer otra cosa; embargos, deudas y una tasa de paro que subía como la espuma sin que nadie pudiera hacer algo para remediarlo fue el especial viacrucis por el que atravesaron empresarios y trabajadores. "Han sido tiempos muy malos. Decidimos hacer ajustes para no tener que despedir a nadie y bajamos el precio de los muebles", reconoce otro empresario, Miguel Ángel Domínguez, de Muebles Hidoca.

Pocos fueron los negocios que consiguieron mantenerse a flote, y lo hicieron con el agua al cuello. Pero son esas mismas firmas las que a día de hoy comienzan a ver un nuevo repunte en las ventas gracias principalmente a la constancia, la innovación y la exportación. "Con muchas ganas de trabajar y de luchar, poco a poco estamos logrando salir del agujero", señala Araceli Montilla. En el caso de Miguel Ángel Domínguez, su empresa tuvo que cambiar el sistema de fabricación: "Nos hemos modernizado y hemos actualizado la producción, sobre todo con la introducción de maquinaria de control numérico", dice.

Lucena, de esta manera, vuelve a situarse como segunda provincia exportadora del sector del hábitat en Andalucía, gracias a un crecimiento de las ventas del 11,7% en 2014, con lo que se ha logrado superar unos beneficios por encima de los 66 millones.

Han sido años de sacrificios y esfuerzo para encontrar nuevos campos de ventas, nuevas sinergias y una forma diferente de trabajo. Ello ha permitido que casi dos centenares de empresas hayan logrado colocar sus productos en mercados como el francés, con unas ganancias de 17,6 millones de euros, lo que ha supuesto el 26,7% del total de ventas exportadas. También han sido claves los mercados de Portugal y Alemania, según los datos del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT). Los buenos resultados llegan, por tanto, gracias a la exportación, una vía de ampliación de negocio a la que en tan sólo cuatro años se han sumado más del 46% de las empresas, a pesar de que aún muchos no lo consideran una condición de crecimiento como tal.

Para Antonio Quesada, un trabajador del sector, "la exportación no es tan imprescindible". "La ampliación del negocio va a depender siempre del modelo de empresa", dice. Otros, como Araceli Montilla, reconocen que "no todas las empresas están preparadas para exportar".

El grueso del negocio, según el IAT, está asociado a los equipamientos para hostelería y restauración, seguido del mueble de hogar, que ha experimentado una subida cercana al 30%. El diseño, la originalidad y el confort han ayudado, al fin, a que Lucena vuelva a situarse, aunque de forma aún tímida, como lugar de referencia. "Ya no se fabrica como antes en grandes series, ahora se hace algo más a medida y personalizado, a gusto del cliente", señala Quesada, en cuya empresa se trabaja directamente con el consumidor, que durante la crisis buscó productos más económicos y ahora empieza a optar por buenas materias primas y elaboración artesanal.

La respuesta del sector está siendo, además, mejorar la selección de la mano de obra para ser rentable. "Se busca a un trabajador que se adapte a cualquier puesto, que pueda desempeñar varias funciones en una misma empresa", confiesa Antonio Quesada sobre su propia experiencia. En Muebles Hidoca, por ejemplo, reconocen que han exigido a sus trabajadores "una mayor preparación".

La ciudad vuelve así a encaminar su futuro económico de la mano de un sector que ha sido estratégico para su desarrollo en décadas pasadas junto al frío industrial. De nuevo vuelve a contarse con su fabricación y su calidad no sólo en Andalucía, sino en el resto de España, ya que incluso las televisiones recurren a la llamada ciudad del mueble para sus decorados, como ha ocurrido en Gran Hermano VIP, cuyos concursantes se valieron de varios muebles en crudo de la firma lucentina Guerrero para realizar una prueba semanal.

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