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Por Redacción - 12 Marzo 2015
Cuando se habla de comercio electrónico, uno de los puntos que se suele tocar de forma recurrente es el de la importancia de las recomendaciones de los conocidos como prescriptor de las compras. Los consumidores se fían de lo que sus amigos recomiendan y se muestran determinados a seguir sus consejos a la hora de hacerse con un producto o con otro. Las recomendaciones de los conocidos tienen mucho peso porque llegan desde una fuente que damos, por así decirlo, por autorizada, pero no son la única fórmula que los consumidores tienen de encontrarse con los productos y a veces ni siquiera son el camino más directo para posicionar un producto y hacer que los consumidores se hagan con él.
En la estrategia ecommerce y en las decisiones que se toman para posicionar un producto en el mercado, no se debería olvidar un elemento clave en general de la red y que tiene una aplicación específica en el terreno del comercio electrónico: el SEO.
Las redes sociales son muy importantes, cierto, pero el SEO no se queda atrás. De hecho, hay quien podría decir que el posicionamiento en buscadores es incluso más importante que el posicionamiento en redes sociales. Los consumidores siguen empleando los buscadores como puerta de entrada a la red y siguen confiando en ellos para encontrar todas aquellas cosas que esperan localizar. Lo mismo sucede con las compras online. Es muy probable que para aquellos productos concretos que esperamos encontrar en lugares específicos porque son algo que compramos de forma recurrente echemos mano de páginas concretas de comercio electrónico. Pero ¿qué ocurre con las compras que no sabemos dónde buscar? ¿Acaso alguien no le preguntó alguna vez a Google quién vendía esa cosa específica que necesitaba?
Los buscadores tienen una cuota de mercado muy elevada dentro de las pautas de uso de los internautas. Google es el rey de las búsquedas mundiales (aunque en Estados Unidos - y de forma bastante llamativa - Yahoo está haciéndose con un cada vez mayor nicho de mercado gracias a los acuerdos que ha ido cerrando con diferentes asociados, como puede ser el navegador Firefox) y es empleado por los consumidores para encontrar todo lo que les interesa.
La importancia que tienen los buscadores no solo en internet en general sino en el ecommerce en particular está clara cuando se tiene en cuenta quién gasta en anuncios relacionados con las búsquedas. El principal anunciante en las búsquedas de Google es, de hecho, Amazon, que intenta así posicionar los diferentes productos que ofrece para empujar a esos compradores indecisos a su site. En la lista de los principales anunciantes en búsquedas de Google están presentes muchas compañías de comercio electrónico.
Cómo el SEO puede ayudar
Por tanto, invertir en SEO puede ser clave para hacer que los consumidores encuentren los productos que se venden y la tienda online. Una buena estrategia en SEO permitirá ser los primeros en los resultados de búsquedas y que la marca o el producto en cuestión se conviertan en una especie de respuesta natural a las necesidades y preguntas de los compradores.
El consumidor llegará de una forma casi espontánea al producto (en realidad, tendrá detrás grandes esfuerzos y mucho trabajo en posicionamiento) y ahí no solo se tendrá la oportunidad de convertirlo en comprador de ese producto específico sino también en fidelizarlo para compras futuras.
Hacer SEO para ecommerce es por tanto una cuestión natural y casi obligatoria, que las marcas tienen que cumplir para salir al encuentro de sus consumidores. Las normas para posicionarse no son muy diferentes a las que los demás sites tienen que realizar y los pasos en SEO a realizar serán por tanto los mismos que las demás webs tendrán que cumplir. Y lo cierto es que si para ellas el entorno social media no ha matado al SEO, tampoco para el ecommerce lo ha hecho.
Para qué sirven las redes sociales en ecommerce
¿Significa esto que en el mundo del ecommerce las redes sociales no valen para nada? En realidad, la situación no es tan simple. Además de que no hay que olvida que sí, algunos consumidores descubren los productos empleando estas herramientas, el universo social media tiene otras muchas funcionalidades muy interesantes. Más que jugar al descarte, habría que jugar al complementar unas con otras.
Las redes sociales son, por ejemplo, una de las mejores aliadas cuando se está haciendo atención al cliente. Twitter o Facebook son canales directos para llegar al consumidor y atender a sus preguntas y sus peticiones, al tiempo que permiten solventar incidencias y mejorar la impresión que se llevan los clientes sobre la marca y sus productos.
En definitiva: el ecommerce es un terreno complejo en el que hay que aprovechar todos los puntos para convertirlos en una ventaja a favor de la marca y saber que una herramienta tiene muchos beneficios y gran fama (como es el caso de las redes sociales) no debe hacer perder el norte y olvidar a aquellos que llevan muchos años funcionando y que siguen siendo un potencial atractivo (como es el caso del SEO).
