Paul B. Farrell asegura en un artículo en MarketWatch que probablemente el inicio del desastre no se producirá hasta que el ciclo electoral comience en 2016. “Aun así lo que es seguro es que se producirá un crash –dice el columnista-.

Además, se parecerá al de 2008, que impactó en las elecciones y produjo una caída de la bolsa que redujo la capitalización de Wall Street en 10 billones de dólares -10 trillones en EEUU
-. También se parecerá al pinchazo de las puntocom, que trajo consigo una recesión de 30 meses y podría ser también como el crash de 1929 y llevar aparejada de la misma forma una larga depresión posterior”.

En su opinión, el de 2016 será un desplome bursátil que la FED ha retrasado y que sin la intervención monetaria se hubiera producido en 2012 o 2013. Por eso, además, sus efectos podrían ser más devastadores.

De acuerdo con su artículo, el desplome no se producirá este año por la regla no escrita que asegura que las bolsas no caen en el tercer año del ciclo electoral.

Un descenso del 50% en el Dow Jones, llevaría al selectivo hasta la cota de 9.000 puntos. “Los alcistas lo odiarían –ironiza-. En su lugar ellos prefieren charlas felices que les permitan ir adelante hasta 2016”. El experto sigue diciendo 2bin, sigamos negando la realidad hasta que sea demasiado tarde y suframos la pérdida de otros 10 billones de dólares”, alerta.

Dow Jones cinco años


Farrell cree que los expertos no son capaces de ver las señales que indican que estamos cerca de ese crash, tal y como ocurrió en episodios anteriores. “Y aquí estamos otra vez, entrando en pánico, temiendo que 2016 repita lo ocurrido en 1929 y pensando que Wall Street, la calle, la FED, la SEC y los políticos de Washington sigan negando este crash. Si seguimos negando las señales, este crash será más grande y peor que los de 2008, 1999 y 1929 combinados”, alerta el columnista.

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