El Parlamento Europeo pide medidas contra la obsolescencia programada y a favor de las reparaciones

Alejo I
El Parlamento Europeo ha solicitado por abrumadora mayoría el estudio de una serie de medidas destinadas a facilitar la reparación de todo tipo de productos de consumo, desde grandes electrodomésticos a pequeños dispositivos electrónicos de uso personal. Esta iniciativa también busca poner freno a la obsolescencia programada, la práctica de diseñar productos que comienzan a fallar pasado un cierto periodo de tiempo para promover su sustitución por otro nuevo.

La resolución, que se aprobó ayer con 662 votos a favor, 32 en contra y 2 abstenciones, pide a la Comisión Europea la creación de una etiqueta voluntaria que incluya "la durabilidad del producto, el diseño ecológico, la capacidad de modulación de conformidad con el progreso técnico y la posibilidad de reparación", así como un contador de uso en productos como grandes electrodomésticos. La idea es que el consumidor sepa en todo momento lo compleja que puede ser su reparación antes de hacer una compra y tener que hacer frente a posibles averías.

El documento aprobado por el Parlamento incluye además una serie de recomendaciones orientadas a promover la comercialización de dispositivos más duraderos:

  • [creación de] productos sólidos, de calidad y fácilmente reparables: “criterios de resistencia mínima” por categoría de producto desde la fase de diseño,
  • si una reparación conlleva más de un mes, la garantía deberá alargarse por ese tiempo adicional,
    incentivos fiscales en pro de productos duraderos, de alta calidad y que sean reparables, así como de la reparación y la venta de segunda mano, lo que podría impulsar la creación de empleo y reducir el desperdicio,
  • permitir a los consumidores elegir un reparador independiente, en particular prohibiendo las soluciones técnicas, de seguridad o los programas informáticos que impidan la reparación fuera de los canales autorizados,
  • los componentes esenciales del producto, como las pilas y los LED, no deben ser inamovibles, a no ser que esté justificado por razones de seguridad,
  • las piezas de recambio indispensables para un funcionamiento correcto y seguro de los bienes deben estar disponibles a un precio adecuado a la naturaleza y duración de vida del producto,
  • una definición a escala comunitaria del concepto de “obsolescencia” para bienes tangibles y soportes digitales y un sistema independiente para analizar los productos y detectar su obsolescencia programada, así como medidas disuasorias para los fabricantes.

Cabe señalar que el texto completo también hace referencia a la importancia de promover la venta y reutilización de piezas de segunda mano. Más aún, Parlamento cree que se debería examinar el papel de las compañías que no proporcionan actualizaciones de software con el propósito acelerar la obsolescencia de sus dispositivos:

[...] gran parte de los residuos electrónicos se debe a que los productores ya no pueden proporcionar actualizaciones para los programas informáticos que sean compatibles con los soportes físicos; [el Parlamento] cree que se debería exigir a los productores que proporcionen actualizaciones compatibles para los programas informáticos


La pelota está ahora en el techo de la Comisión Europea y los estados miembros. El texto aprobado no es vinculante y de hecho posee carácter recomendatorio, pero su encaje en la estrategia europea para promover la economía circular (que se ha convertido en un asunto de cierta prioridad para Bruselas) debería proporcionarle una cierta relevancia.

Su traducción a texto legislativo será (si se produce) un proceso largo y complejo, por lo que no cabe esperar medidas concretas a corto plazo. Mientras tanto, los interesados en conocer el informe pueden leerlo siguiendo este enlace.
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Dos décadas escribiendo sobre nuevas tecnologías y cultura popular. Si tiene luces o botones, posiblemente he hablado de ello. EOLiano Gran Reserva.

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