Mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se esforzaba en transmitir un mensaje de confianza a los diputados y ciudadanos, la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos -en el momento en el que presidía la Cámara en sustitución de Jesús Posada- fue pillada in fraganti jugando en su tableta al Candy Crush, una app que tiene engachadas a 54 millones de personas.
La actitud claramente inoportuna de la diputada malagueña ha encendido la redes sociales, indiganado a algunos políticos y muchos ciudadanos y ha evidenciado que no es la única que acude al Congreso a pasar el tiempo. En su descargo, Villalobos podría utilizar una imagen del Congreso, prácticamente vacío ayer pro la tarde, mientras intervenían los grupos minoritarios. Villalobos no estaba con los cinco sentidos en el debate, pero por lo menos estaba, aunque menos excusable es que dijese que estaba leyendo el periódico.
Resulta demasiado habitual ver a diputados y senadores utilizando sus tabletas y sus móviles, intercambiando mensajes, e incluso hemos podido verlos dormidos, haciendo trampas a la hora de la votación e, incluso, consultando webs porno.
Estas actitudes son difícilmente justificables, aunque algunos se empeñaban en excusar hoy a Celia Villalobos. La vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados y diputada del PP, Dolors Montserrat, justificó este miércoles que la vicepresidenta primera de la Cámara Baja, Celia Villalobos, presidiera ayer la sesión mientras jugaba en el iPad al »Candy Crush», porque “la gente puede hacer lo que quiera mientras esté escuchando”. «Hay gente que podemos hacer dos cosas a la vez”, defendió.
“La gente puede hacer lo que quiera mientras esté escuchando”, justificó su compañera de partido, quien insistió en que “hay gente que podemos hacer dos cosas a la vez”.
Mientras, el portavoz del comité de campaña del PP y diputado del Grupo Popular, Pablo Casado, subrayó que no está demostrado que Villalobos estuviese jugando con su tableta al Candy Crush durante el Debate sobre el Estado de la Nación y preguntado por si Villalobos tendría que dimitir en el caso de que se demuestre que no estaba leyendo la prensa en Internet, tal y como ella ha dicho, sino jugando, Casado remarcó que «no sería justo» poner el foco en este punto, ya que «tiene acreditado su servicio público a España como ministra y alcaldesa».
«No me compete a mí juzgar eso», añadió, subrayando que «el legislativo está muy por encima del iPad». En este sentido, Casado ha recordado que han existido otros casos en los parlamentos regionales «en los que se ha explicado y se ha relativizado dependiendo de la situación».
El aviso de Posada
El presidente del Congreso, Jesús Posada, destacó que la tarea de presidir la Cámara es «absorbente» y «no conviene hacer otra cosa» a la vez. Aunque Posada no tenía ningún entusiasmo por hablar del asunto, aseguró que debe ser Villalobos la que dé explicaciones y admitió que a él no le hubieran pillado «porque no sabe manejar esos aparatos».
Posada insistió que presidir la Cámara no es compatible con hacer nada más a la vez para moderar bien el debate. Por eso explicó que en cuanto accedió al cargo dejó de leer los diarios, como sí hizo durante años cuando era un diputado de a pie.