Cuando el pintor romántico inglés Turner hizo hervir los mares con la furia de la pesca de ballenas

  • Unos años antes de que Herman Melville publicase en 1851 la clásica epopeya 'Moby Dick', el artista pintó la serie 'Balleneros'.
  • Los cuatro óleos sobre la caza tradicional de grandes cetáceos se exponen juntos en una ocasión extraordinaria en el MET de Nueva York.
  • No hay constancia de que Melville viese en persona las pinturas cuando estuvo en a Londres en 1849, pero conocía por referencias su solemnidad.
Un cachalote asoma ante un ballenero en un óleo de J.M.T. Turner
Un cachalote asoma ante un ballenero en un óleo de J.M.T. Turner
The Metropolitan Museum of Art
Un cachalote asoma ante un ballenero en un óleo de J.M.T. Turner

Unos cuantos años antes de que el escritor Herman Melville (1819-1891) publicase la novela Moby Dick, la gran epopeya sobre la pesca de las ballenas, la fragilidad humana y un abanico de simbolismos que van de la biología y el idealismo a la jerarquía, la obsesión, la política, el pragmatismo, el racismo y, seguramente los más presentes, la religión y la venganza, el pintor romántico inglés Joseph Mallord William Turner (1775-1851) comprimió los mismos temas en una serie de cuatro óleos tormentosos en los que el mar parece hervir por el efecto de un fuego interior.

Las telas de Turner, el más afamado de los paisajistas de los siglos XVIII y XIX que buscaban una interpretación extrema, sensible y doliente de la naturaleza —en su lecho de muerte las últimas palabras del artista fueron "el sol es Dios"—, se exhiben juntas en una ocasión extraordinaria en el Museo Metropolitano de Nueva York (MET de acuerdo a las siglas inglesas del nombre). La exposición Turner's Whaling Pictures (Las pinturas de balleneros de Turner), que está en cartel en la pinacoteca hasta el 7 de agosto, nunca antes se habían reunido.

Para un industrial del esperma de ballena

El cuarteto de obras balleneras de Turner —tres son propiedad de la Tate de Londres y otra pertenece al MET— fueron pintadas entre 1845 y 1846 por el maestro, que ya había cumplido 70 años, en la confianza de que podría venderlas al industrial ballenero y mecenas artístico Elhanan Bicknell. Representan la búsqueda y caza con arpón de una ballena en el Pacífico Norte y Turner, que nunca participó en expedición pesquera alguna, se inspiró en las vívidas descripciones del libro Natural History of the Sperm Whale (1839), del naturalista Thomas Beale.

Como en todas las pinturas tardías de Turner, un artista que se radicalizó con la vejez, parecen obras inacabadas: la niebla marina es poderosa y emana luz, el ambiente resulta atormentado, como producto de una pesadilla, el agua del océano hierve y el poderoso cuerpo de la ballena arponeada es una mancha amenazante. La crítica de la época contemplaba con cierta extrañeza el drástico avance del gran maestro de los ideales románticos hacia la eliminación de las formas y la reducción del paisaje a una atmósfera sin apenas trazos definidos, pero sus experimentos adquirieron pronto carácter pionero: eran como sueños salvajes que superaban los cánones de su tiempo.

'Posible relación'

La primera reunión de los cuatro óleos —contextualizada con una selección de acuarelas, grabados, libros, cartelería y objetos relacionados con la pesca de ballenas, entre ellos arpones históricos— permite al MET trazar la "posible relación" entre los óleos de Turner y Moby Dick. El estadounidense Melville viajó a Londres en 1849 y no hay constancia de que viese en persona los cuadros, pero en el museo dicen que recibió información sobre el estilo solemne y trágico que también están presentes en la novela, donde prevalecen temas como la ambición humana, la fragilidad y el terrorífico poder de la naturaleza.

Turner's Whaling Pictures es, añaden, una "oportunidad única para considerar las pinturas como un conjunto único y evaluar su legado, incluyendo el posible impacto en la épica novela de Melville", ya que "algunos aspectos" del libro tienen el mismo efecto "llamativo y evocador" que los cuadros y el estilo de Turner. Pese a que el pintor vivió durante los  mejores momentos del negocio del esperma de ballena, usado en la cosmética y como lubricante del cuero, las pinturas que se exponen en Nueva York corresponden a un momento de decadencia comercial, aunque aún marcado por "el exotismo, el peligro y la audacia brutal" de la caza con frágiles barcas y veleros nodriza.

'Entusiasta del arte'

Melville anotó de puño y letra en su copia del mismo libro que había inspirado a Turner, el citado Natural History of the Sperm Whale: "los cuadros de balleneros de Turner fueron sugeridos por esta obra". Aunque resulta imposible probar que el escritor vio los óleos, los organizadores sostienen que Melville era un "entusiasta del arte" que "visitó un gran número de colecciones públicas y privadas en Londres en 1849, justo antes de comenzar su novela" y es casi seguro que recibió información indirecta sobre la obra de Turner.

Más allá del "parentesco general" y la "afinidad" entre los óleos y la novela la coincidencia más clara fue añadida por Melville en la escena en que el protagonista de Moby Dick, el marinero Ismael, encuentra una marina al óleo de gran tamaño que describe como repleta de "masas de matices y sombras" y una "sombra negra y portentosa" que asoma en el centro de la imagen, tiene aspecto "pantanoso" y lanza un perpendicular sifón de agua que ilumina la "negrura de medianoche" del mar. El personaje de Melville parece describir uno de los cuadros de Turner.

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