El marketing experiencial de las grandes marcas

¿Qué es marketing experiencial?

El marketing, al igual que otras disciplinas, ha tenido que renovarse y desarrollarse de manera paralela a la explosión tecnológica que hemos vivido en los últimos veinte años y que aún continúa a una velocidad impresionante. La tecnología y los nuevos sistemas de información han transformado todas las tendencias y la manera de recibir la información por parte del gran público. La agencia de publicidad clásica ha tenido que renovar su forma de trabajar y ofrecer otro tipo de servicios que hace años eran impensables.

Hoy en día, con un teléfono móvil podemos hacer prácticamente todas las operaciones que hace pocos años sólo podíamos hacer en un ordenador fijo en nuestra casa. Ahora desde cualquier punto del planeta podemos enviar y recibir datos sin ningún problema abriéndose todo un mundo de posibilidades para disciplinas como el marketing que utiliza la información y la difusión como una de sus principales herramientas para desarrollar sus técnicas.

Estrategias de acercamiento al target

La forma de acercarse a los posibles clientes ha cambiado mucho con los nuevos dispositivos tecnológicos y para aprovechar su cercanía e instantaneidad, los expertos en marketing externo ya no sólo buscan un cliente satisfecho, sino que tenga grandes experiencias con el producto antes de comprarlo, ya que la experiencia provoca siempre emociones y una emoción positiva sin duda será determinante a la hora de tomar decisiones a favor de adquirir un determinado producto. Se trata del llamado marketing experiencial, o también marketing emocional o de experiencias.

Profeta del marketing

En 1971 ya lo profetizaba Alvin Toffler en su libro «El shock del futuro», donde comentaba que en el futuro los consumidores estarían dispuestos a dedicar una parte importante de sus salarios a vivir experiencias increíbles y que la industria tendría que ofrecérselo. El marketing experiencial se centra en esas experiencias y se las proporciona al cliente cuando tiene la primera toma de contacto con el producto o servicio, es decir antes de adquirirlo, y después, cuando introduce e implementa el producto o servicio dentro de su organigrama personal.

Es decir, que realmente lo novedoso de esta técnica es que el cliente decide comprar algo por la experiencia que va a vivir antes y después de obtenerlo. Estas experiencias van a provocar en el cliente unas emociones muy gratificantes que lo fidelizarán a una marca, de tal forma que el consumidor asociará a esa marca, ya no sólo un producto o un servicio determinado, sino también toda una serie de experiencias y emociones asociadas a él.

Si lo comparamos con las campañas de publicidad en grandes medios, el consumidor de una campaña de marketing experiencial contrae un compromiso emocional con el producto mucho más fuerte y eso puede provocar un aumento de las ventas. La prueba la tenemos en grandes emporios como «Apple», que ha conseguido millones de seguidores (no clientes) en todo el mundo gracias a su habilidad para ofrecerles no sólo un gran producto, sino toda una serie de sensaciones asociadas a la utilización de ese producto. El resultado es que todos sus fans esperan ansiosamente el lanzamiento de su próximo dispositivo para adquirirlo lo antes posible.

Secretos de este tipo de marketing

El secreto del marketing experiencial es que el profesional se comunica directamente con el consumidor, sin intermediarios, de tal forma que le introduce su producto dentro de su vida cotidiana para que lo conozca junto a una serie de experiencias fantásticas que el futuro cliente asocia inmediatamente a ese producto y le impulsará a comprarlo para continuar disfrutando de esas experiencias.

La implicación de un público masivo en las campañas es esencial para que el producto tenga la mayor repercusión posible. Hay que hacerlo de tal forma que el público ya esté dentro de la campaña sin pretenderlo. Un claro ejemplo de esto fue el marketing experiencial que puso en práctica la firma sueca Ikea, que ideó una campaña en Tokio para la apertura de su nueva tienda en el país nipón. Decoraron los vagones de un convoy de metro con muebles y accesorios de la marca, de tal forma que el usuario pudo comprobar de primera mano la experiencia de tocar, mirar, oler y sentarse en el mobiliario de Ikea. Ni siquiera tienen que ir a la tienda, sólo con desplazarse en metro ya pueden vivir esa gran experiencia y si quieren repetirla, no tienen más que comprar los muebles y en su casa volverán a vivir esas sensaciones.

Interiorizar en el target

Sin duda este tipo de campañas son mucho más atractivas para el consumidor que simplemente ver un spot en televisión o escuchar una cuña de radio. La emoción que se genera en su interior es muchísimo más impactante y provoca una reacción en cadena que suele terminar con la adquisición del producto que ha provocado esa emoción. El público, ahogado en su rutina, en los problemas y en la escasez de incentivos, está ávido de emociones y si una marca se los ofrece y encima sin acudir a las tiendas, es más que probable que destine parte de su presupuesto a repetir esa experiencia y esa emoción subyacente.

La gente está encantada con iniciativas rompedoras y las empresas de marketing y publicidad desean acceder al gran público de una manera diferente, por tanto si permanecemos con los ojos abiertos nos daremos cuenta que las grandes firmas usan cada vez más estas técnicas de marketing experiencial y seguirá aumentando en los próximos años.