Innovación, salud y nuevos emprendedores

En los últimos años el fenómeno del emprendimiento social ha transformado la relación entre las empresas y el entorno que les rodea. Se trata de una nueva visión de empresa que apuesta por mejorar la sociedad sin renunciar a la búsqueda de beneficios.

Y bajo esta ecuación, que gana créditos en un contexto de especial vulnerabilidad social, las tecnologías de vanguardia se convierten en un potente aliado. ¿Te imaginas un dispositivo que permite controlar un sistema informático a través de la mirada? ¿O una plataforma online con la que puedas gestionar de forma personalizada tu salud o la de aquellas personas que se encuentran a tu cuidado?

Son dos ejemplos que ya están en el mercado. El proyecto Inithealth, puesto en marcha por dos emprendedores, Juan y Javier, permite gestionar tu historial médico, controlar su alimentación o establecer sus retos de salud desde el teléfono móvil. “Nace de una historia personal de un trabajador de la empresa que debido a su enfermedad acudía a diferentes centros médicos con la típica carpeta de gomas azules que todos tenemos guardada en el armario del comedor en nuestra casa, con todos sus informes médicos, y pensó que habría que buscar una solución para no llevar siempre consigo toda esa documentación: informes, analítica, radiografías… Este fue el origen y ha ido evolucionando hasta convertirse en una plataforma aglutinadora de servicios del ámbito de la salud y del bienestar”, nos explica Javier.

Esta pequeña empresa, cuyo impacto social es mejorar la salud de las personas, ha sido seleccionada en la última edición de Momentum Project, el ecosistema para el emprendimiento social puesto en marcha por Esade, BBVA y PWC. «El éxito de un emprendedor social es generar impacto social con su empresa y que ese impacto se mantenga en el tiempo», explica Lidia del Pozo, responsable de Momentum Project, para quien resulta clave que estos pequeños empresarios se fijen de igual manera en el beneficio económico y en el impacto social que genera: «La sostenibilidad de esta solución es fundamental y el emprendedor no debe desatender la buena marcha de su negocio». El perfil de los emprendedores que cada año selecciona Momentum, explica, es el de «un líder innovador, proactivo, con clara visión social, capaz de asumir riesgos y buen gestor de equipos».

Inhealth se enmarca dentro del fenómeno de la telemedicina y las denominadas soluciones ehealth. Según un estudio del Ministerio de Sanidad de Suecia, el uso de la receta electrónica evitaría 5 millones de errores anuales relacionados con la prescripción en pacientes externos. “La entrada informática de prescripciones por parte del médico y la creación de un sistema de soporte para la decisión clínica podrían evitar 100.000 casos anuales de efectos adversos de medicación en el paciente interno. Tal mejora revertiría en una liberación de 700.000 días de cama por año, con su correspondiente efecto sobre la reducción de las listas de espera y un ahorro estimado de 300 millones de euros. La implementación de sistemas de Registro Electrónico de Pacientes liberaría 9 millones de días de cama, una oportunidad para aumentar el rendimiento del proceso y reducir las listas de espera que supondría un ahorro estimado en 3.700 millones de euros”, apunta este informe.

«The other billion»

En el mundo existen 1.000 millones de personas con algún tipo de discapacidad; es lo que se conoce como ‘the other billion’. A través de los negocios, «es posible desempeñar un papel transformador y contribuir la inclusión de las personas con discapacidad, generando oportunidades para mejorar su calidad de vida«, señala Elena Valderrábano, directora de Identidad Corporativa y Sostenibilidad de Telefónica.

Vayamos a otro ejemplo en el que la innovación tecnológica se presta al servicio de la salud, Irisbond, que ha creado un sistema que permite controlar el ordenador a través de la mirada y que acaba de ser premiado en los Telefónica Ability Awards, que cada año premian a las empresas que apoyan la integración de personas con discapacidad y la accesibilidad.

«Es un ejemplo de cómo la tecnología mejora la vida de las personas con discapacidad. En este caso permitiendo que personas con limitaciones de movilidad e incluso de lenguaje puedan, mediante el movimiento de sus ojos, escribir emails, navegar por internet o ver vídeos, entre muchas otras actividades, a través de su ordenador; actividades que son cotidianas para nosotros y ahora también puede serlo para ellos», explica Valderrábano.

Se trata de un sistema basado en el principio de la videoculografía (en inglés eye tracking), que permite controlar de forma precisa mediante el movimiento de los ojos un ordenador. “Su aplicación directa en el mundo de la discapacidad y, más concretamente, en personas con movilidad reducida, resulta el punto de inicio de una andadura que persigue explorar nuevos desarrollos en favor de la comunicación asistida”, explica Eduardo Jáuregui, fundador y CEO de Irisbond.

Después de años de investigación, esta empresa guipuzcoana que cuenta con el apoyo del centro de investigación aplicada Vicomtech-IK4 como socio tecnológico, lanzó en octubre de 2013 al mercado Irisbond Primma, que ya se comercializa con redes propias de distribución en España, Argentina, Venezuela, Chile, Perú, Portugal, Estados Unidos, Irlanda, Sudáfrica, Grecia, Francia, India y Finlandia. Su gran éxito: han sabido encontrar el beneficio económico y el impacto social.