12/22/2013

Plagios y ficciones fundadoras del cristianismo: El mito de Jesús

Transfondo astrológico de las narraciones cristianas

Introducción: 

Con la expresión "mito de Jesús" se hace referencia a la teoría según la cual la historia de Jesús de Nazaret, tal y como se relata en las fuentes cristianas, es un mito, entendiendo este como una narración ficticia, que apela a un personaje con características sobrenaturales, referido a espacios y tiempos sacros. Las semejanzas dogmáticas con diversas religiones mistéricas muestra que el cristianismo, más que el resultado de una revelación divina, es en fondo, un producto de un sincretismo religioso. La mayoría de los estudiosos que sostienen esta teoría, aunque no todos, mantienen posiciones escépticas en cuanto a la historicidad de Jesús de Nazaret.

Según Sandra Frankiel, los registros de "la vida y la muerte de Jesús, sus actos y palabras" proporcionan los "mitos fundadores" (Cfr. Mircea Eliade, Myth and Reality) del cristianismo. Frankiel afirma que estos mitos fundadores son "estructuralmente equivalentes" a los mitos de la creación de otras religiones, porque son "el eje en torno al cual la religión se convierte y al cual retorna", establecer el "significado" de la religión y las "prácticas y actitudes esenciales cristianas". (Frankiel, Sandra. Christianity: A Way of Salvation. New York: HarperCollins, 1985)

Tom Cain utiliza la expresión "mitos fundadores" de manera más general, para abarcar historias como las de la Guerra en el Cielo y la caída del hombre, de acuerdo a Caín, "las desastrosas consecuencias de la desobediencia" es un tema generalizado en los mitos fundadores cristianos. 
Madre Isis y su Dios-hijo Horus, Egipcio, izquierda
Madre María y su Dios-hijo Jesús, Cristiano, derecha 

En la Oxford Companion to World Mythology, David Leeming lista a Moisés, Jesús y el Rey Arturo, como ejemplos del "monomito heroico", llamando a la historia de Cristo, "un ejemplo muy completo de el monomito heroico". Leeming se refiere a la resurrección como una parte común de el monomito heroico,en la que los héroes son resucitados, a menudo como fuentes de "alimento material y espiritual para su pueblo"; en este contexto, Leeming toma nota de que los cristianos se refieren respecto de Jesús como el "pan de vida". En términos de valores, Leeming contrasta "el mito de Jesús" con los mitos de otros "héroes cristianos como San Jorge, Roldán, el Cid, e incluso el Rey Arturo", los últimos mitos heroicos, Leeming argumenta que reflejan la supervivencia de los valores heroicos de tiempos pre-cristianos "valores de dominación militar y la diferenciación cultural y hegemonía", más que los valores expresados ​​en la historia de Cristo(Cain, Tom. "Donne's Political World". The Cambridge Companion to John Donne. Cambridge: Cambridge University Press, 2006.)

El sacrificio es un elemento en muchas tradiciones religiosas y, a menudo representado en los mitos. En The Oxford Companion to World Mythology, David Leeming muestra la historia de Abraham e Isaac y el relato de la muerte de Cristo como ejemplos de este tema. (Leeming, David Adams."Christian mythology". The Oxford Companion to World Mythology. Oxford University Press, 2004. Oxford Reference Online. Oxford University Press. UC - Irvine. 30 May 2011). 
Horus, Hijo del Dios supremo egipcio Osiris en Egipto, izquierda
Jesucristo, Hijo del Supremo judeo cristiano, derecha.

Wendy Doniger describe los relatos de los evangelios como un "meta-mito" en el que Jesús se da cuenta de que él es parte de un "nuevo mito [...] de un hombre que se sacrifica en el odio", pero "ve el mito interno, el viejo mito de los orígenes y la aceptación, el mito de un dios que se sacrifica en el amor". (Wendy Doniger, Forward to Eliade, Shamanism)

La deconstrucción del mito de Jesús

El estudioso del Nuevo Testamento Robert M. Price sostiene que es muy probable que nunca hubiera un Jesús histórico en el sentido de que la versión del Evangelio es, en esencia, un personaje compuesto y por lo tanto no puede ser razonablemente comprobado como un personaje histórico único. Según Price, la teoría del mito se basa en tres pilares:

*No hay mención alguna de los milagros de Jesús en fuentes no religiosas.

*Las Epístolas paulinas, anteriores a los evangelios, no evidencian la existencia del Jesús histórico.

*La historia de Jesús muestra fuertes paralelismos con personajes de religiones de oriente medio como la Deidad de vida, muerte y resurrección, simbolizando el renacimiento del individuo como un rito de un pasaje.

Jesús no tiene ninguna característica que no encaje en el ciclo del mito, ni está entretejido en la historia de aquel momento. Price concluye "Jesús debe ser categorizado junto a otros fundadores legendarios como Buda, Krishna o Lao-tse, su existencia simplemente no se puede probar". Para Price los apologistas cristianos han tratado de minimizar estos paralelismos. (Price, Robert M. Deconstructing Jesus Prometheus, 2000).

Robert M. Price, ha explicando las similitudes flagrantes del mito de Jesús con otras creencias de regiones circundantes sobre otros mesías, muchas de los cuales, existieron antes de la aparición de la figura mítica del mismo Jesús. Price ha reunido evidencia que muestra que casi la totalidad de la "biografía de Jesús" ha sido creada a partir de las historias y los temas que aparecen en el Antiguo Testamento griego e incluso incorpora motivos de Homero, Eurípides, y quizás Esopo.

Ver también: “Robert M. Price  Deconstructing Jesus.”. Reviewed by Earl Doherty. Institute for Higher Critical Studies JHC 7/1 (Spring 2000), 126-140.


Consultar/Descargar libros de Robert M. Price:


Debunking the Jesus Myth - (Desmontando el mito de Jesús - Robert M. Price).



¿Jesús: una invención de los romanos?

Una de las últimas incursiones sobre este tema ha sido la de Joseph Atwill, quien  afirma que el cristianismo fue creado como una herramienta de propaganda sofisticada para pacificar a los súbditos del Imperio romano. Afirma que el Nuevo Testamento fue escrito por los primeros aristócratas romanos del siglo y toda la historia de Jesucristo fue inventada.  Esta falsificación quedó evidenciada en relato sobreviviente de Judea del siglo I que, contiene docenas de paralelismos entre la vida de un emperador romano y la de Jesús en el Nuevo Testamento. En lugar de inspirar a la guerra, el nuevo Mesías propagaba pacifismo y alentaba a los judíos a "dar al César lo que es del César"
Atwill afirma que el cristianismo no comienza realmente como una religión, sino como un proyecto sofisticado del Gobierno, una especie de ejercicio de propaganda usada para apaciguar a los súbditos del Imperio romano. "Las sectas judías en Palestina de la época que estaban esperando un Mesías -guerrero profetizado- eran una fuente constante de insurrección violenta durante el primer siglo". Considera que: "Cuando los romanos agotaron los medios convencionales para sofocar la rebelión, pasaron a la guerra psicológica. Ellos supusieron que la manera de detener la propagación de la actividad misionera judío era crear un sistema de creencias que compitieran. Fue entonces cuando se inventó la 'pacífica' historia del Mesías. En lugar de inspirar a la guerra, el nuevo Mesías propagaba pacifismo y alentaba a los judios a "dar al César lo que es del César y a pagar sus impuestos a Roma".(Caesar’s Messiah: The Roman Conspiracy to Invent Jesus )

Ver sobre este tema:
“El Mesías del César: La conspiración romana para inventar a Jesús”

--------------------------------------------------------------------

El Complot de la Pascua
Un enfoque político, sobre el Mesías judío, ha sido expuesto por Hugh J. Schonfield (1901-1988), especialista en el estudio del Nuevo Testamento y de la Biblia en general, dedicó buena parte de sus estudios sobre el cristianismo y la figura de Jesús, a esclarecer si hubo o no una figura histórica de Jesús, tal y como la narran los evangelios. 
Analiza la posibilidad de la existencia de algún Nazareno Judío, que inspirado por las escrituras veterotestamentarias, y que asumiera para sí, el papel de Mesías, y conscientemente aceptara llevar a cabo el cumplimiento de las profecías en su vida diaria (y muerte), con fines exclusivamente políticos, para llegar a tomar el poder y enfrentar la ocupación romana.
Esta sería púes, la labor del Jesús, Yeshua o cualquiera que haya sido su nombre, y quien nunca tuvo intención de fundar una nueva religión, sino más bien llevar al cumplimiento del pacto de Dios con el pueblo judío tal como se documenta en la Biblia hebrea. En este sentido se fabricaría ad hoc, la leyenda de un "Mesías", basado en la tradición judía ortodoxa, pero más allá de lo planeado originalmente por ese Jesús, paradójicamente su difusión no se dará entre los propiamente judíos, sino entre, los gentiles, es decir, personas no judías, para las cuales no iba destinado su mensaje. Considera pues, que el cristianismo abandona el objetivo real de ese Jesús originario, en el transcurso de la primera centuria.
Esa es la línea argumental de Schonfield, en su obra: "El Complot de la Pascua"(Schonfield, Hugh J, 1965, The Passover Plot,New York: Bantam), escrito sobre la base de una investigación de la cultura social y religiosa en que este Jesús nació, vivió y murió, y que ha complementado en otras publicaciones, en donde analiza los documentos de origen de los Evangelios. 
Schonfield llegó a diversas conclusiones como: que el referente histórico de Jesús, fue un judío profundamente religioso, probablemente muy versado en las enseñanzas de las sectas del norte de Judea, tales como los nazarenos o los esenios. Creció en una Galilea que tenían una relación escéptica y algo rebelde a la jerarquía y las enseñanzas ordenadas por las autoridades (los fariseos) del Templo de Jerusalén
Existía una expectativa mesiánica judía extremadamente alta en aquellos tiempos, producto de la desesperación causada por la ocupación romana de sus tierras, y por su subyugación de los Judios. Que estaba convencido que podía jugar su papel como ese Mesías esperado, y que los planeó de manera consciente y metódicamente, hasta el punto de ser cuidadosamente calculador de los detalles sobre la tradición judía y de lo que implicaba ese papel. Que comprometió el menor número posible de seguidores en sus planes reales, por lo tanto, muy pocos sabían de los detalles de su plan final, e incluso entonces, sólo contaron con la menor cantidad de información necesaria. Así que la culminación de su plan iba a ser su muerte (la crucifixión), su resurrección y un reinado como el verdadero real y sacerdotal Mesías, no en el cielo sino en la tierra, como Rey de los Judios, pero las cosas no salieron del todo bien. 
Por ello, Schonfield, muestra que ese Jesús, en realidad fue un sujeto mentiroso, charlatán y manipulador mesiánico. En este sentido, considera que Jesús manipuló su vida en tal manera como para falsificar los eventos descritos en las profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías. A veces, esto requería “arreglar los eventos cuando fuera necesario, contendiendo con amigos y enemigos para asegurar que las predicciones sean cumplidas” (1965, p. 7). Schonfield también considera que Jesús “tramó y planeó con la máxima destreza e ingeniosidad, algunas veces haciendo arreglos secretos, tomando ventaja de cada circunstancia propicia para el logro de sus objetivos" (p.155). Asevera que Jesús incluso planeó fingir su propia muerte en la cruz.  No obstante, desafortunadamente, Jesús no había planeado que un soldado romano traspasara su costado con una lanza. Por consiguiente, Jesús murió inesperadamente. En la noche del sábado, su cuerpo fue llevado a un lugar secreto para que su tumba fuera vaciada al próximo día, dejando así la impresión de su resurrección y, simultáneamente, confirmando su deidad (pp. 161,165)
Según el análisis de Schonfield, los acontecimientos de la Pascua, que se presentan en todos los Evangelios, son inconsistentes, pero aquel presenta con mayor precisión lo acontecido, es el Evangelio de Juan. Su lectura de este Evangelio, le convenció de que el relato de Juan, -aunque probablemente se filtrado por algún escritor intermedio-, sugiere que Jesús había planeado todo. Entre otras cosas, que el plan real no era a morir en la cruz, sino sólo aparentarlo, pues unas pocas horas antes de que de la llegada del sábado, cuando era requerido por la ley que Judíos, bajar los crucificados, uno de sus partidarios cercanos, le daría agua (para saciar su sed), pero que en realidad tenía un medicamento para que lo dejara inconsciente, y con ello José de Arimatea, un partidario bien conectado, lo recogería lo de la cruz en vida (pero aparentando estar muerto), hasta que pudiera ser secretamente cuidado hasta que sanara. Fue entonces, cuando las cosas salieron mal debido a las acciones del soldado romano que aparece y lo atraviesa con su lanza. Schonfield da evidencias que un miembro de alto rango del Sanedrín que era uno de los seguidores de Jesús, probablemente el discípulo amado, que es otra manera velada de expresarlo, que los "seguidores" de Jesús tenían acceso las actividades y conocimientos del Templo de Jerusalem. Él identifica este seguidor como Juan, el escritor del evangelio muchas décadas más tarde, mientras vivía en Asia Menor. Sugiere que este apóstol, y José de Arimatea, fueron los responsables de los eventos posteriores a la crucifixión, y que podría haber sido este Apóstol (un "discípulo encubierto ', que fue visto (por los que no lo conocían) en la tumba en la mañana de la Resurrección.

Consultar / Descargar libro:

The Passover Plot fue llevado al cine en  1976 como un drama, dirigido por Michael Campus, con Zalman King como Yeshua (Jesús), Harry Andrews, Hugh Griffith, Dan Hedaya, y Donald Pleasence. “Review: ‘The Passover Plot’” 


The Passover Plot (Trailer)
--------------------------------------------------------------------

Otros aportes sobre el Mito de Jesús:

*Charles-François Dupuis (1742-1809), científico y erudito francés, argumentó en su libro: "Les Ruines, ou Méditations sur les révolutions des empires" (Ruinas o Meditaciones sobre las revoluciones de los imperios, 1791), que la figura de Cristo era la un dios solar al igual que Attis, Horus, Dionisio, Mittra, Krishna etc. Esta idea fue continuada por diversos pensadores como el conde de Volney(1757–1820), escritor, filósofo, orientalista y político francés, autor de: Las ruinas de Palmira o Meditaciones sobre las revoluciones de los imperios (1791); y por otros más como:  Robert Taylor(1784–1844), John Mackinnon Robertson(1856-1933), Drews, Jean Meslier(1664-1769), el barón de Holbach(1723-1789), Voltaire 1694-1778) Reimarus(1694-1768), hasta llegar al siglo XX, con exponentes como:  F. J. Dolger, quien publicó en 1925 un amplio estudio de “Cristo como el sol en la antigüedad cristiana”. 

*David Friedrich Strauss (1808-1874), teólogo y filósofo alemán, en su obra: "Das Leben Jesu, kritisch bearbeitet" (1835-1836), plantea la idea de que los evangelios son relatos míticos, al contener elementos que no pueden explicarse racionalmente. Surgen desde la necesidad de expresar desde una mentalidad precientífica y prefilosófica, ideas teológicas en estilo narrativo. Por tanto, han de considerarse libros de teología y de fe, sin ningún valor histórico.

*Bruno Bauer (1809-1882), aportó un profundo análisis de la literatura cristiana del siglo I. El creía que muchos temas centrales del Nuevo Testamento, especialmente los que eran opuestos al Antiguo Testamento, podían ser encontrados con relativa facilidad en la literatura griega-romana del siglo I. Bruno Bauer había formado parte de la escuela hegeliana y al igual que Ludwig Feuerbach –otro discípulo de Hegel- tuvo una importante participación en el debate sobre religión desarrollado en los años previos a la revolución del ‘48, en un contexto de reacción absolutista y censura política. A diferencia de Feuerbach que atacó los aspectos ideológicos de la religiosidad demostrando que la religión es un producto de la humanidad, Bauer se interesó por los primeros escritos religiosos y los orígenes del cristianismo. Contra la crítica vulgar que consideraba al cristianismo un engaño de un grupo de hombres inescrupulosos, Bauer avanzó en el conocimiento de sus orígenes históricos, especialmente sobre su expansión hacia el Occidente, demostrando que los textos evangélicos combinaban concepciones del judaísmo y de la filosofía grecorromana vulgar, especialmente del estoicismo.

*Friedrich Engels(1820-1895), en la década de 1880 y la primera mitad del siguiente decenio, escribió una serie de artículos: “Bruno Bauer y el cristianismo primitivo” (1882), “El libro del Apocalipsis” (1883) y “Sobre los orígenes del cristianismo (1894). El primero de estos artículos, “Bruno Bauer y el cristianismo primitivo” fue escrito para el periódico Der Sozialdemocrat a raíz de la muerte del filósofo alemán. Engels retomó algunas de las ideas de Bruno Bauer, incorporándolas a su propia interpretación. Desde su enfoque, el cristianismo primitivo había sido un movimiento religioso de los oprimidos, semejante en ese aspecto al movimiento moderno de la clase obrera. Un puñado de latifundistas, usureros y grandes comerciantes habían convertido el mundo en un lugar opresivo y angustioso para la mayoría de la población. Frente a esta situación, sectores de campesinos arruinados por las enormes cargas impositivas, esclavos fugitivos, libertos y libres empobrecidos de los territorios no itálicos, incorporados al imperio con obligaciones y numerosos impedimentos materiales, encontraron en el cristianismo una salida espiritual, la del “reino de los cielos”. Al mismo tiempo, señalaba que en los primeros escritos religiosos –entre ellos, el libro del Apocalipsis, del que realiza una interpretación- no había rastros de las concepciones dogmáticas establecidas por la Iglesia, como la idea de la religión universal que acompañó su consolidación en el siglo IV. En sus inicios había sido un movimiento judío de pobres y oprimidos. Con la victoria del cristianismo frente a otras sectas este aspecto quedó relegado, cumpliendo un papel central la formación del dogma y la lucha contra la herejía.
El tema de los orígenes del cristianismo desde la perspectiva marxista, fue retomado a comienzos del siglo XX por Karl Kautsky y Rosa Luxemburg, dos importantes dirigentes de la socialdemocracia alemana, enfrentados posteriormente a raíz del viraje del primero hacia el reformismo. En 1908 Kautsky publicó Orígenes y fundamentos del cristianismo, un extenso trabajo, resultado de una investigación de varios años sobre la aparición del cristianismo y la figura de Jesús. En él analizó la sociedad romana y sus bases económicas, así como el Estado, las corrientes de ideas, la tendencia a la religión y el monoteísmo. Un aspecto central del libro es su análisis de la historia del pueblo hebreo y en su relación conflictiva con la estructura de autoridades del Imperio romano. Para Kautsky, el cristianismo fue en sus inicios un movimiento rebelde y violento de los sectores más pobres y oprimidos del pueblo judío. A la vez, adquirió aspectos igualitaristas y comunistas sobre el reparto y consumo de lo todo lo producido.
Tres años antes había sido publicado un trabajo de Rosa Luxemburg, “El socialismo y las iglesias”, difundido inicialmente en Polonia para desenmascarar el papel reaccionario de la institución eclesiástica. Para Luxemburg, la religión cristiana consituía un tema fundamental debido a la influencia que ejercía en el pueblo polaco. En El socialismo y las iglesias contrastaba las raíces igualitarias y rebeldes del cristianismo con las doctrinas reaccionarias establecidas por la Iglesia. El cristianismo primitivo había difundido la idea de igualdad, impugnando la avaricia y el egoísmo de los ricos; la separación entre laicos y sacerdotes avanzó contra estas ideas, justificando la opresión y la explotación de los sectores que originalmente había enfrentado. El clero era uno de los principales voceros de los explotadores de la clase obrera.

Prosper Alfaric (1876-1955), junto con A. Bayet, P. L. Couchoud, publican   "El problema de Jesús y los orígenes del cristianismo". En esta obra se analiza críticamente todos los testimonios que pueden sustentar la existencia de Jesús y llega a la conclusión de que se trata de un edificio de imposturas que acaban tambaleándose. Estudian los posibles paralelos a un mito de Cristo y luego analiza los testimonios cristianos y no cristianos que puedan dar fe de la existencia real de Jesús así critican los testimonios de Flavio Josefo porque están adulterados; igualmente las referencias del Talmud a Jesús porque su función es desautorizar simplemente los contenidos del Evangelio y no valen para probar la existencia real de su fundador. Analizan también las supuestas Actas de Pilato, el testimonio de Suetonio en la Vida de Claudio, 25,4, el texto de Tácito en Anales, 15,44 y llegan a la conclusión que no sirven para fundamentar la existencia del personaje. Llegado a este punto analizan las fuentes cristianas, y señalan sus inconsistencia y contradiccionescon lo que demuestra el nulo valor histórico de los Evangelios. Tampoco le ofrecen garantía histórica ninguna las epístolas paulinas. En conclusión, la personalidad de Jesús no es más que un mito.

*George Albert Wells (1926), publica en 1971: "The Jesus of the Early Christians"  en el cual defiende la tesis de que Jesús es esencialmente un mito en vez de una figura histórica, en la tradición deeruditos bíblicos alemanes como Bruno Bauer y Arthur DrewsY ha seguido publicando de manera abundante sobre el tema: The Origins of Christianity: From the Pagan and Jewish Backgrounds(1973),Did Jesus Exist? (1975), The Historical Evidence for Jesus (1988) Religious Postures: Essays on Modern Christian Apologists and Religious Problems (1988) Who Was Jesus? A Critique of the New Testament Record (1989), The Jesus Legend(1996), The Jesus Myth (1999), The Acts of the Apostles: A Historical Record? (2000), Can We Trust the New Testament?: Thoughts on the Reliability of Early Christian Testimony (2004), Cutting Jesus Down to Size: What Higher Criticism Has Achieved and Where It Leaves Christianity (2009). Ha mantenido en términos generales su línea original, como se muesta en "The Jesus Myth" (1999), tal que los relatos de Jesús en los cuatro evangelios canónicos no sólo se contradicen entre sí, sino que además no están en armonía con los documentos cristianos más antiguos. Argumenta que los evangelios fueron compuestas después del 70 dec por desconocidos que no podrían haber sido testigos presenciales de los hechos que describen. No obstante, desde finales de 1990, Wells ha matizado su opinión, incorporando la variable, de un documento hipotético, conocido como Fuente Q, un proto Evangelio en griego, que podría haber estado en circulación en forma escrita hacia el momento de la composición de los Evangelios Sinópticos (esto es, entre los años 65 y 95 dec). Este sería la fuente común de narraciones de los Evangelios de Lucas y Mateo, que no aparecen en el de Marcos. Los descubrimientos de los evangelios gnósticos, como el de Tomás y Felipe, dan una evidencia adicional, al nutrir su narrativas, con expresiones coincidentes con este hipotético evangelio Q, y con un carácter propio de la oralidad, de un cristianismo primitivo, poco preocupado por un Mesías sobrenatural o su crucifixión. Por eso, Wells, ha considerado que esta fuente Q, podría "contener un núcleo de reminiscencias" de un itinerante Galileo milagrero, tipo predicador.  Esta nueva postura se ha interpretado como que Wells cambia su posición para aceptar la existencia de un Jesús histórico. En 2003 Wells expresó que ahora no está de acuerdo con Robert M. Price sobre el carácter de Jesús "totalmente mítico". Wells cree ahora que el Jesús de los evangelios se obtiene mediante la asignación de los rasgos sobrenaturales proveniente las epístolas paulinas al predicador humano que se encuentra en esta fuente Q o protoevangelio hipotético, que más que uno solo, pudieron ser muchas fuentes entre orales y escritas de manera informal, como lo ha expresado en obras recientes como: "Can We Trust the NT?", 2004.

*Michel Onfray (1959) expone el tema en su: Tratado de Ateología (2006). Su punto de partida es marxista, en cuanto considera toda religión como un utensilio de dominación y ruptura con la realidad. Considera que sobre la vida de Jesús no hay rastro arqueológico ninguno y que las referencias textuales a Jesús parten de hábiles falsificaciones tanto los testimonios no cristianos como los cristianos. Entonces, el mito de Jesús se construye en torno a la figura de un predicador galileo, llamado Teudas, que se consideraba Josué y que anunciaba la salvación. Procedente de Egipto, este Teudas habría llegado a Galilea y al frente de 4.000 hombres se disponía a destruir el poder romano. Jesús es la amplia mitificación de una figura de mesías judío que se da en Palestina hasta el año 70. El Jesús de los Evangelios es una ficción literaria creada por Marcos que materializa las energías difusas malgastadas contra el imperio romano.
Onfray establece un especial paralelismo entre las vidas míticas de Pitágoras y de Cristo. La literatura de lo maravilloso y de lo extraordinario estaba muy ensayada en el imaginario grecolatino, desde la producción mitográfica hasta los relatos concernientes a los hombres divinos. Concluye Onfray que Jesús es un mero personaje conceptual, la materialización de las aspiraciones proféticas de la época y de lo maravilloso propio de los autores antiguos conforme al poder performativo de la lengua que crean al nombrar. Los creyentes inventaron su criatura y luego le rindieron culto.

*S. Acharya (seudónimo de D. M. Murdock), arqueóloga, historiadora, mitologísta y Linguista. Ha escrito obras como: "Los orígenes del cristianismo", "La búsqueda del Jesus Cristo historico". En sus diversos libros, Acharya describe el Nuevo Testamento como una obra de ficción mítica dentro de un marco histórico. Afirma que la historia de Jesucristo es un recuento de diferentes mitos paganos. Compara la historia de Jesús a otros `dioses salvadores`, como Mitra, Horus, Adonis, Krishna, Quetzalcoatl, y Odín, alegando que las similitudes son el resultado similitudes de una fuente común: el mito de la deidad del sol-dios o solar. 
En su obra: La conspiración de Cristo. La mayor ficción de la Historia, argumenta que la existencia histórica de Jesucristo es aceptada comúnmente por cristianos y no cristianos como un hecho cierto. En esta obra recopila multitud de pruebas documentales e históricas, que no hay evidencias textuales de su vida y obra antes del siglo II d. e. c.., en que aparecen los primeros evangelios, y que «Jesucristo» es, de hecho, una compilación de las vidas y enseñanzas de diversos dioses y hombres santos cuyos dramas fueron regularmente representados por los pueblos antiguos mucho antes de la era cristiana: de Mitra, Krishna, Attis, Buda, Dionisos y Hércules, entre otros, cuenta la tradición que nacieron también de una virgen el día 25 de diciembre, y resucitaron de su tumba, varios de ellos tras ser crucificados, el 25 de marzo. "Vosotros, pobres idiotas –decían los gnósticos a los primeros cristianos– habéis confundido los misterios de antaño con la historia moderna, y aceptado literalmente aquello que sólo tenía sentido místicamente". La estrategia seguida por los padres de la iglesia que elaboraron el dogma cristiano podría resumirse en la siguiente idea: "Recojamos los diversos elementos recurrentes de todos los credos del mundo y hagamos con ellos una amalgama, una “nueva fe” autentificada en un personaje histórico, que sin duda triunfará por todo el orbe". La existencia e identidad de todos estos misteriosos personajes que son tan parecidos en su vida y hazañas, y que constituyen el mito universal, ha sido ocultada durante siglos a las masas por la iglesia cristiana, que ha destruido sus textos y asimilado sus cultos como parte de la "conspiración de Cristo". 

Una buena parte de los enfoques relacionan de algún modo la religión cristiana y judía con la astrología y argumentan que se ha creado el mito de Jesús para que las instituciones religiosas pudiesen tener poder social y económico bajo el miedo del pueblo analfabeta a los horrores de un infierno post mortem. La película Zeitgeist, considera las narraciones sobre Cristo, como una pseudohistoria.

El Mesías cristiano como un mito solar
----------------------------------------------------------------------

Los plagios del mitraísmo por parte del cristianismo

  • El mitraísmo como la primer gran religión universal
  • Mitra: el Mesías no-judío, pre-cristiano,  un hijo de Dios, que se sacrifia sí mismo, para redimir a la humanidad.

Mitra matando su toro 
enmarcado por los signos del zodíaco 
( 150 dec,  Mithraeum, Londres)

Eclipsado como lo fue durante los últimos siglos por la fe de Cristo, el Mitraísmo – o mejor, su forma  romanizada Sol Invictus – fue la primera ‘religión universal’ del mundo greco-romano.

El Mitraísmo se anticipó al Cristianismo en todos los aspectos, excepto uno, y disfrutó de un “reinado”  de al menos cinco siglos. Alcanzó su punto más alto alrededor del 300 dec, cuando se convirtió en la religión oficial del imperio. Entonces, en toda población o ciudad romana, en toda guarnición o establecimiento militar desde Siria hasta la frontera de Escocia, existía un Mithraeum  y un equipo de sacerdotes del culto.

El Mitraísmo era la ‘religión escogida’ de pescadores, comerciantes, y en particular, de los militares, quienes adoptaron a Mitra como posteriormente fueron  adoptados San Miguel o San Jorge Mitra sacrificaba toros, San Jorge mataba dragones!  El Mitraísmo sostuvo -  y perdió – una batalla de doscientos años con la creciente religión de Cristo, dentro de la cual fueron incorporados mucho de su ritual, y muchas de sus costumbres.

Fatalmente, el Mitraísmo excluyó enteramente a las mujeres, haciendo que las matronas romanas pudientes y con un espíritu de religiosidad, buscaran el judaísmo primero, y después el cristianismo. También, a diferencia del cristianismo, se abstuvo de atraer especialmente a los menos educados, los marginados de la sociedad. Era una religión favorecida por emperadores, no por esclavos.

Mitra va a Roma

El culto de Mitra era realmente muy antiguo, identificable en una u otra forma al menos por dos mil años. En su origen, era el culto solar original, el padre de todas las religiones. La iconografía mostraba a Mitra, tocado de capa y gorro frigios, cabalgando sus corceles de fuego a través del cielo. Pero era también una religión oriental, llegando de India a Roma a través de Persia. La tradicional hostilidad contra Persia no favoreció que Roma adoptara la religión de sus enemigos. No obstante, esto cambió en los años 60 aec cuando las legiones de Pompeyo penetraron en Siria por vez primera. El Mitraísmo estaba tan bien entroncado en la Commagene, Armenia y Anatolia oriental, que dinastías completas de reyes se hacían llamar ‘Mitrídates’ ('Justicia de Mitra').

Las tropas romanas adoptaron la fe ‘machista’, con sus ceremoniales de alianzas masculinas y triunfo sobre la muerte, de auto-control y resistencia a la sensualidad. Los acólitos eran obligados a bajar a un sótano, que era recubierto con tablas perforadas, y la sangre del toro sacrificial  caía en cascada sobre ellos. Así santificados, podían entonces salir del sótano ‘nacidos de nuevo’ en Mitra. Este sacrificio, la ‘taurobolia’, fue el antecesor mitraico del bautismo cristiano. La tumba excavada en roca (y lugar del renacimiento) – el ‘petra’ – era el punto central del Mithraeum. La conexión con la  roca  fue posteriormente convertida en la leyenda de San Pedro.


Rito de redención del Taurobolium 
presente en el culto de Cibeles y de Mitra
Antecesor del bautismo cristiano

Los legionarios llevaron su culto a Palestina, y luego de regreso a Roma. Varios centenares de monumentos Mitraicos han sido hallados en Roma (Coarelli. Adaptados al gusto romano, la más popular forma de Mitraísmo romanizado era Sol Invictus, el Invencible Sol, cuyo renacimiento era celebrado como el clímax de las Saturnalia, a mitad del invierno, el 25 de diciembre. (Celso nos dice que en los misterios mitraicos el alma se mueve a través de las siete esferas celestiales, comenzando con el plomizo Saturno, y culminando con el dorado Sol).

Precursor del Cristianismo

La teología del Mitraísmo estaba centrada sobre el Mitra que muere / se levanta, emergiendo completamente crecido del ‘amanecer virginal’  o roca. La asociación de dioses con rocas o piedras no es sorprendente: Los meteoritos (rocas candentes que caen del cielo) y aún las chispas que saltan entre rocas cuando chocan, podrían impresionar a las mentalidades simples como ’evidencia’ de una presencia divina. Las piedras sagradas eran ungidas con aceite. Mitra fue engendrado por el Dios Creador Ahura Mazda.

Nacimiento milagroso

La supuesta creación de Mitra habría ocurrido en los ‘tiempos anteriores a la humanidad’ en una creación cósmica y celestial. Nunca se creyó que hubiera vivido como un simple mortal que hubiera pisado la tierra. La falencia del Mitraísmo en antropomorfizar a su dios en forma humana – algo que se logró con tanto éxito en el cristianismo – debilitó el atractivo del culto para los palurdos y abrió la puerta a la competencia.

En todos los demás respectos, la teología era casi idéntica.

Mitra habría tenido doce seguidores, con los cuales habría compartido una última cena sacramental. Se habría sacrificado a sí mismo para redimir a la humanidad.

Bajando al infierno, habría conquistado la muerte, y habría resucitado al tercer día. El día santificado para éste dios solar era, por supuesto, el domingo (los cristianos continuaron con el sábado judío hasta el Siglo IV dec). Sus muchos títulos incluían el de ‘La Verdad, ´’La Luz’, y El Buen Pastor’.  Para sus seguidores, invocar el nombre de Mitra curaba a los enfermos y hacía milagros. Mitra podía dispensar piedad y conceder inmortalidad; a sus devotos él ofrecía esperanza. Bebiendo su sangre y comiendo su carne ( por intermedio de un buey muerto) ellos podían también conquistar la muerte. En el Día del Juicio, aquellos ya muertos, resucitarían.

Motivos Populares

Todo esto era muy bien conocido de los Padres de la Iglesia. Por ejemplo Justino, Orígenes, Tertuliano, quienes colmaron sus ‘Apologías’ con dudosos razonamientos en cuanto a cómo el Mitraísmo había anticipado muchísimo del lo concerniente al cristianismo, siglos antes del supuesto arribo de Jesús – siendo la explicación estándar la de una ‘diabólica imitación por un Satán profético’. Los críticos paganos no tardaron en señalar la verdad: El cristianismo había simplemente copiado los motivos populares de una fe de la competencia.

Mitra fue proclamado el principal patrón del imperio por Aureliano, en 274 dec (el 25 de diciembre dedicó un templo al Dios – Sol en el Campo de Marte). El Mitraísmo fue adoptado por Diocleciano en 307 dec, y por Juliano, tan tarde como el 362 de. El culto fue sacado de la escena por los sostenidos y furiosos ataques de parte del cristianismo.

¿Quien defendería a Mitra?

El Mitraísmo carecía de un sacerdocio profesional; no tenía una organización jerárquica disciplinada por reglas comunes. Aunque popular a través de imperio, los ceremoniales del culto dependían principalmente del patrocinio oficial. Cuando dicho patrocinio fue transferido a la iglesia por Constatino y sus sucesores, la suerte del Mitraísmo estaba sellada.

Fatalmente, durante el reinado del emperador Graciano (367 – 383 dec), sus santuarios fueron saqueados por su riqueza, y cerrados. Treinta años después, Teodosio condenó a muerte a quienes  veneraban a Mitra. El dios había caído – pero las imágenes y la iconografía de Mitra fueron expropiadas al por mayor, por el más amplio y popular culto de Cristo. El disco de Mitra vino a parar sobre la cabeza de Cristo. 

Los obispos cristianos adoptaron el tocado y  la mitra. 

Hoy se levanta el Vaticano en el lugar donde se celebraron los últimos sacramentos del taurobolium.
Apagados ecos del caído dios se llegaron a escuchar con el Maniqueísmo.

Durante el siglo IV dec. los cristianos ordinarios no habían aún adquirido la humildad abyecta  y la conducta sumisa que caracterizaría a los fieles de posteriores siglos. En la iglesia se cantaba, bailaba y aplaudía. Y cuando oraban lo hacían hacia oriente, con los brazos levantados y abiertos, y la cara levantada – no agachada – para saludar a su dios sol! !Los antiguos cristianos piden a su dios, el sol!

Aun hoy, los templos cristianos se construyen de oeste a este, para que el lugar de sacrifico sacramental ( con el cuerpo y la sangre de Cristo) en el púlpito quede hacia el este para los feligreses que se encuentra en el templo, es decir mirando hacia el Invictus Solis del mitraísmo

3 comentarios:

  1. Gracias por el artículo,muy interesante e ilustrativo,saludos.

    ResponderEliminar
  2. Cabe mencionar que el pseudo-documental "Zeigest" ha sido refutado varias veces por tener incidencias y datos inventados.
    Buena publicación :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se cita, como un subproducto de las investigaciones de S. Acharya, las cuáles deben ser el foco de refutaciones puntuales, no tanto en el documental del Zeitgeist en sí, con temáticas variopintas, y que resultan tangenciales para lo aquí citado.

      Eliminar