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GRANADA
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Sábado, 10 de febrero 2018
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Si a finales del verano sufre usted rinitis y tiene dificultades para respirar, puede que sea alérgico al polen de la marihuana, un cultivo que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en una pujante 'industria' criminal en Granada. Hay plantaciones por doquier. El pegajoso aroma a cannabis flota por todas partes. Hay zonas en que el tufo satura el olfato. ¿Significa esa sobreabundancia de hedor a 'maría' que existe el peligro de una 'epidemia' de alergia similar a la que causa el olivo? Pues no. No hay ningún dato científico que avale esa posibilidad. Sin embargo, lo que sí reconoce la ciencia es que, potencialmente, el polen de la marihuana puede causar síntomas respiratorios prácticamente idénticos a los que provoca la inhalación del 'polvo' del olivo: inflamación de las mucosas de las fosas nasales, moqueo acuoso, estornudos...
Según Fernando Florido, alergólogo del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de la capital, los granos de polen de la planta de la 'maría' tienen un tamaño suficiente para causar una reacción de rechazo en las personas sensibles. Pero es que, además, transportan en su interior la proteína LTP, un 'componente' clave para irritar y que también está presente en el polen de olivo.
Florido aclara que existen una veintena de proteínas con capacidad para provocar manifestaciones alérgicas y precisa que hay individuos que pueden soportar sin problemas la exposición a muchas de ellas, pero 'enfermar' al entrar en contacto con otras. Es decir, que esto no son matemáticas. Aún así, el hecho de que el polen de la 'maría' contenga la sustancia LTP permite a los especialistas en la materia asegurar que, eventualmente, puede producir una reacción alérgica como la que origina el de los olivos. El polen del cannabis reúne las condiciones para que eso suceda. Si se tiene en cuenta que la alergia al olivo es la más común, podría haber cientos de pacientes potenciales en Granada.
Fernando Florido | Alergólogo
Florido explica que, aproximadamente, el 40% de las dos mil personas que atiende anualmente el servicio al que pertenece padece alergia al olivo. Extrapolando el dato, 800 de esos pacientes también podrían ser hipersensibles al polen de la marihuana -y eso solo por hablar de los 'enfermos' que se tratan, porque hay cientos que no lo hacen-.
No obstante, no basta con que la 'maría' reúna las características para desencadenar síntomas alérgicos para que se convierta en un problema a tener en cuenta por las autoridades sanitarias. Existen más condicionantes, avisa el doctor Florido. El polen del cannabis, a diferencia de los que se desplazan adheridos a los insectos, 'viaja' gracias a la ayuda del viento. O sea, que si Granada fuese como Tarifa quizá afloraría un número significativo de casos de alergia a la 'maría'. Pero solo es una conjetura.
El experto también puntualiza que, en la provincia, deberían existir cultivos muy extensos para genera una concentración de polen lo suficientemente densa como para tener algún efecto visible sobre la población.
En este sentido, Florido indica que en Granada debería ocurrir algo parecido a lo que sucede en el norte de África donde las plantaciones de cannabis -y esto no constituye ningún secreto para nadie- son como latifundios.
Fernando Florido | Alergólogo
De hecho, la Sociedad Española de Alergología ha detectado en alguna ocasión en el aire de Andalucía polen de cannabis que fue arrastrado hasta este lado del Estrecho de Gibraltar por los vientos del Sahara. En ningún caso, la 'contaminación' alcanzó la entidad mínima para superar la categoría de anécdota. En otras palabras, que este fenómeno nunca ha tenido consecuencias significativas para los seres humanos.
Lo que sí puede causar una sintomatología muy aparatosa es la ingesta de marihuana, es decir, comer la 'hierba' -en galletas, pasteles...-. «Esto sí puede suponer un riesgo serio para las personas que son alérgicas al cannabis», advierte Florido. Y no lo hace para asustar: hay quien ha entrado en coma por ingerir 'maría'.
La marihuana también puede causar urticaria a aquellos que tienen un contacto directo y continuado con ella, esto es, los narcotraficantes, pero hasta ahora no se ha dado el caso de que alguno haya acudido al hospital para tratarse. Normal.
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