Ponce. El testimonio del investigador forense Gilberto Rodríguez Báez culminó ayer  con su explicación de por qué tuvo que regresar a recoger evidencia, 15 días después, a la oficina de la Comandancia de Ponce donde tres policías fueron asesinados el 28 de diciembre de 2015.

En el cuarto día del desfile de prueba en el juicio por jurado contra Guarionex Candelario Rivera, imputado del triple crimen, Rodríguez Báez declaró que el 12 de enero de 2016  la Policía identificó perforaciones no trabajadas   en la escena y llamó al Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

Por tanto, Rodríguez Báez se presentó a la antigua oficina de la teniente Luz M. Soto Segarra, una de las víctimas, junto a la investigadora forense primaria de este caso, Sonia Acevedo Díaz, y su supervisor Ernesto Núñez Muller.

A preguntas del fiscal Idelfonso Torres, el testigo señaló que se rompió una pared de yeso (gypsum board), casi al nivel del suelo, para sacar dos proyectiles. De otra pared removieron un tercer proyectil.

Cabe señalar que la perforación que dejó esa bala había sido cubierta con masilla y a preguntas del abogado Armando Pietri el testigo no supo decir quién lo hizo.

El investigador forense dijo que el 28 de diciembre llegó a la Comandancia a las 10:30 a.m., comenzó a trabajar la escena a las 12:30 p.m. y regresó a su oficina en el ICF a las 11:00 p.m. Dentro de lo que fotografió ese día había una carta que estaba sobre el escritorio de la teniente Soto Segarra.

“Era una carta donde un abogado hacía referencia a un médico que daba unas recomendaciones y era el motivo por el cual había una reunión allí”, comentó el testigo. El remitente era Candelario Rivera.

El ex agente está imputado de matar en esa oficina a Soto Segarra, al comandante Frank Román Rodríguez y a la agente Rosario Hernández de Hoyos.

La segunda testigo de cargo, Sonia Acevedo Díaz, fue preguntada sobre su preparación académica y experiencia, para calificarla como perito.

El juicio continuará con su testimonio hoy, a las 10:00 a.m., en la sala 505 del Tribunal de Ponce, ante la jueza Carmen Otero Ferreiras.

La defensa presentó ayer una moción relacionada a las expresiones de Candelario Rivera que fueron suprimidas por el juez Mariano Daumont Crespo porque no se le leyeron las advertencias de ley.

“Lo que estamos pidiendo es que lo que se deriva de las admisiones (suprimidas) no se pueda usar de manera directa ni colateralmente porque se obtuvo en violación a la enmienda cuarta de la Constitución de Estados Unidos y a la Carta de Derechos nuestra”, dijo el abogado Donald Milán.

La fiscal Sharleen Rosa se abstuvo de comentar porque “el honorable tribunal nos emitió una orden de que no podemos hablar de los hechos del caso con la prensa”.