jueves, 22 de abril de 2010

Benchmarking Institucional

Muchas veces los ingenieros institucionales nos vemos en la necesidad de innovar y pensar fuera del molde para llegar a un buen concepto para diseñar una institución determinada para el país. Hay otros casos en los que ese esfuerzo puede ser en vano pues hay experiencias exitosas en cierto tipo de institución con más o menos el mismo diseño a lo largo y ancho del mundo. A veces no es necesario reinventar la rueda para saber lo que hay que hacer.


Por ejemplo, en muchos países de la América Latina la elección a doble vuelta ha dado un giro favorable al desarrollo de la política. En el caso de las elecciones en Colombia los partidos, a lo interno, resuelven hacer consultas (elecciones primarias, como diríamos aquí) para postular a sus candidatos, lo que sería una tercera vuelta. Eso ha constituido un legítimo filtro de candidaturas y ha permitido que el candidato presidencial que termine imponiéndose, lo haga bajo un consenso más amplio y en muchos casos le obligue a entenderse o otros y hacer alianzas.


Pero mi foco de atención no es el sistema electoral, sino más bien el económico. A finales del pasado año, como parte de mis actividades académicas hice junto a un compañero colombiano y una compañera canadiense un breve estudio contemplando una hipotética unidad monetaria para la América Latina. De los tantos elementos en el debate surgió uno que captó mi atención: La Independencia del Banco Central.


Profundizando en ese ámbito me topé con una serie de estudios muy interesantes que revelan una correlación muy cercana de la Independencia del Banco Central con el control que hay sobre la inflación en el respectivo país. Además, los estudios mencionan otras ventajas no tan generales como el saneamiento de las finanzas fiscales.


No soy economista, pero se lo suficiente para entender que un modelo institucional de Banco Central completamente autónomo e independiente es fundamental para que en un país la economía sea sana... independientemente de la visión política con la que se maneje el Estado.


El Deutsche Bundesbank: Modelo de Institución


En ese sentido, un ejemplo famoso es el del Deutsche Bundesbank, es decir, el Banco Federal Alemán. Tras la destrucción de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, en 1948 el gobierno militar del ejercito Aliado establece el Marco Alemán como moneda. A partir de ahí comienza un proceso intenso y meticuloso de diseño de todas las instituciones en la Alemania Occidental. Finalmente el 26 de Julio de 1957 es fundado el Deutsche Bundesbank.


Este fue el primer Banco Central dotado de independencia total y absoluta con una misión permanente: Defender el valor del Marco Alemán en los mercados internacionales. El Consejo del Banco Central era el ente encargado de tomar las decisiones en cuanto a la política monetaria y el Directorio el encargado de ejecutarlas. Originalmente el Consejo era constituido por los directores de los pequeños bancos centrales de cada Estado que habían sido establecidos por los Aliados.


El modelo resultó tan exitoso, aún luego de los ajustes necesarios tras la unificación de Alemania, que cuando se estableció el Euro como moneda unitaria en Europa, el Bundesbank constituyó las bases del Banco Central Europeo (Eurobank), cuyo edificio hoy día también se encuentra en la ciudad de Frankfurt.


No hay que reinventar la rueda


Una cosa es manipular los indicadores para que los índices se vean bien y otra es fijarse en los indicadores y trabajarlos seriamente para buscar los buenos resultados que implica un buen índice. Precisamente esto es lo que se puede trabajar a la hora de diseñar un Banco Central con la autonomía e independencia necesarios. Existe un Indice de Independencia del Banco Central que se ha aplicado en muchos países del mundo... lamentablemente no hay información sobre los países de la América Latina.


El índice consta de cuatro dimensiones: (1) El cuerpo Directivo, (2) la formulación de políticas, (3) los objetivos y (4) las limitaciones en cuanto a prestamos al Gobierno. Cada una con sus subdimensiones que van desde el período del cuerpo Directivo, quién lo nombra y cómo se puede despedir hasta el control que puede tener el Banco Central sobre las condiciones de prestamos al Gobierno.


Todo esto nos da una dirección más o menos clara sobre dónde apuntar el lápiz a la hora de trazar las líneas del diseño de tan importante institución económica. Hay indicadores, y hay modelos exitosos, pero el diseño final de nuestro Banco Central va a depender de las necesidades de nuestra realidad y del proyecto de país que tengamos en mente.


Sin embargo, me atrevo a defender (con elementos de prueba en la mano) un modelo completa, total y absolutamente autónomo e independiente en el que el Gobierno no tenga ninguna participación directa o indirecta en las decisiones finales de la política monetaria. Esto ayudaría, no sólo a reducir la inflación (que es por mucho la mayor del continente y una de las mayores del mundo), sino también a garantizar una economía más sana y unas finanzas públicas mucho más transparentes... lo que puede ayudar a crear una política mucho más honesta.



Seguimos en contacto



Juan Carlos Araujo S.

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