Vivienda

INNOVACIÓN

Proyecto ideado por la empresa Smartdome, con sede en Eslovenia

Casas-cúpula para vivir en cualquier parte

Vista exterior de una de estas casas. SMARTDOME

Estas viviendas móviles con forma de burbuja tienen un precio que parte de los 19.900 euros y pueden ser instaladas en los lugares más inhóspitos

Estos módulos tienen 24,9 metros cuadrados de superficie y hay cuatro tipos: elevados sobre el nivel del suelo, para nieve, para agua y para vegetación

Viviendas prefabricadas contra el estrés

¿Imagina poseer una vivienda sostenible, eficiente energéticamente y con vistas de 360º al paisaje y al firmamento en el lugar que elija y por algo menos de 20.000 euros? Esto es lo propone la compañía eslovena Smartdome con dome, una construcción diseñada para los amantes de la naturaleza con forma de cúpula y que está a caballo entre una tienda de campaña y una casa.

Bajo la premisa de do it by yourself (hazlo por ti mismo), los domos están pensados como módulos sencillos de construir y de transportar al lugar que los propietarios deseen. Con esta propuesta, la compañía busca dar respuesta a aquellos que, por ejemplo, estén cansados del bullicio de las ciudades y quieran mudarse a algún lugar tranquilo por un bajo precio.

En palabras de la compañía, que tiene como objetivo crear un nuevo lifestyle con el que pretenden erradicar, o por lo menos reducir, las tensiones de la sociedad actual, "cada día más personas viven en un entorno urbano donde están expuestas al estrés constante y la mejor manera de superar el estrés es la vida en la naturaleza". "El alquiler", añade, "es económicamente insatisfactorio, mientras que la construcción o compra de una vivienda ata a un lugar determinado por un período más largo. Esto no se adapta a la comprensión de hoy del mundo móvil".

Una burbuja para cada situación

En la página de la compañía aparecen disponibles cuatro tipos de Smartdome: el Skydome, que estaría elevado sobre el nivel del suelo; el Snowdome, que está pensado para ambientes de frío y nieve, ideal para lugares en los que practicar deportes de invierno; el Aquadome, que sería idílico para lugares con agua sobre la que se elevaría, como riachuelos; y el Treedome , que integraría en su estructura vegetación y sería como una especie de casa-jardín.

Tanto si se es un amante de la naturaleza como si se sueña con tener una cabaña en un árbol, con estas casas-burbuja una persona puede instalarse donde desee sin necesidad de envolverse en los modelos de acceso a la vivienda tradicionales. Por ejemplo, ¿se imagina ya no estar a pie de una pista de esquí si no en la misma pista? Con el Snowdome sería posible.

Dodecaedros impresos

Para crear estas casas móviles los materiales que se emplean son la madera, el metal y el policarbonato. Sus características pueden variar dependiendo del lugar donde se elija establecer la burbuja, de las preferencias y del modelo escogido por el futuro residente.

En la misma línea, la primera estructura de dodecaedros impresa en el mundo, como informa Smartdome, cuenta con una superficie de 24,9 metros cuadrados por módulo y unos seis metros de diámetro. Los módulos están construidos de acero galvanizado y una estructura de madera laminada y resistente a la humedad sellada con juntas de caucho resistentes a la radiación ultravioleta. Los compradores pueden elegir entre módulos transparentes con policarbonato termoformado de dos o tres capas o versiones opacas rellenas de lana mineral o lámina de tecnología espacial.

La estructura se sujeta a través de unas piernas de apoyo hechas de acero galvanizado que se pueden ajustar a alturas de entre 1,2 y 2,2 metros sobre el suelo, lo que permite levantar el domo en terrenos escarpados.

Eficiente y segura

Desde la compañía destacan, por otra parte, que la eficiencia viene marcada por los materiales empleados y el buen aislamiento de la cúpula que genera una reducción del consumo energético. Además, la base de la burbuja se divide en dos pisos. Desde la firma recomienda que el nivel superior puede servir para plantar plantas y el segundo puede ser utilizado para recolectar el agua de la lluvia.

Pero no es oro todo lo que reluce, como cualquier hábitat, los domos también tienen sus puntos en contra. "Para condiciones de vida sanas y cómodas, el 70% del aire debe cambiarse en una hora, lo que significa que se deben abrir las ventanas o puertas para el flujo de aire fresco durante algún tiempo cada hora", explica la compañía. "Por otro lado, una larga ventilación es un desperdicio de energía. Por eso recomendamos la instalación de un recuperador", advierten sus impulsores.

En cuanto a seguridad, en la web del proyecto se afirma que la cúpula puede sobrevivir a un incendio, por lo que la posibilidad de que la casa pueda recolectar agua de lluvia puede marcar la diferencia para no acabar chamuscada.

La compañía puede fabricar domos más grandes y más pequeños, siendo el precio más bajo de 19.900 euros.

Por último, cabe destacar que para instalar estas casas, habría que tener en cuenta el impacto que pueden generar en la naturaleza, por lo que si en un futuro aumenta su proliferación, es posible que haya que regular su uso.