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      Imputan a tres rugbiers tucumanos por la paliza a Ezequiel en la playa

      Juegan en el club Los Tarcos. Ayer declararon dos testigos del ataque.

      Imputan a tres rugbiers tucumanos por la paliza a Ezequiel en la playaCLAIMA20120125_0048 Ezequiel luego del alta médica.
      Redacción Clarín

      Los tres adolescentes tucumanos que habían sido señalados como los principales agresores de Ezequiel Biagioli la madrugada del 15 de enero pasado en Pinamar, fueron imputados por la Justicia de menores de Dolores como presuntos autores de la golpiza. Sus nombres no trascendieron públicamente porque son menores, pero se trata efectivamente de tres jóvenes que tienen 16 (dos de ellos) y 15 años y juegan al rugby en el tradicional club Los Tarcos de la capital provincial.

      Los imputados están siendo investigados por el delito de “lesiones graves”, que tiene penas de entre uno y seis años de prisión, aunque la familia de la víctima aspira a que la pena esté agravada por “ensañamiento” y “alevosía”, lo que puede estirar la condena hasta 10 años de prisión efectiva, salvo en el caso del chico de 15 que no puede recibir condena.

      Con la imputación, los sospechosos deberían presentarse ante la Justicia para una declaración indagatoria. Eso explicaría por qué hasta ahora no habían sido citados para declarar como testigos. No obstante, sí se acercaron días atrás a la fiscalía de Tucumán, pero sólo para identificarse.

      En tanto, Mónica Ferre, la fiscal de menores de Dolores que encabeza la investigación, y el abogado de la familia Biagioli, Fernando Gallo, están buscando pruebas que permitan llamar pronto a los imputados a una indagatoria.

      En una charla con Clarín publicada ayer, Ezequiel Biagioli dijo que podría reconocer “perfectamente” al primero de los adolescentes que le pegó, que fue con quien tuvo una discusión en la playa. Este chico es uno de los dos imputados de 16 años. Su padre fue quien, como coartada, le mostró a la Policía tucumana un boleto de ómnibus para la ruta Miramar-Tucumán con fecha del 14 de enero a las 14, es decir, doce horas antes de la golpiza que dejó a Ezequiel tirado en la arena con convulsiones producto de los golpes.

      El desarrollo de la investigación de la fiscalía tucumana, a partir de exhortos enviados desde Dolores, no conforma a la familia Biagioli. La mamá de la víctima y su abogado consideran que en Tucumán no están trabajando todo lo que podrían y hasta temen que estén entorpeciendo la investigación. “Las familias de los imputados están vinculadas al poder tucumano, los chicos tienen el apañamiento de sus padres y del club Los Tarcos. Le tengo mucha confianza a la Justicia de Dolores pero no tanto a la de Tucumán”, le comentó a Clarín Verónica, la mamá de Ezequiel, que denunció que el presidente de Los Tarcos, Miguel Costilla Campero, es a la vez asesor letrado de la Fiscalía de Estado de Tucumán, dato que efectivamente figuraba, al menos hasta ayer, en la página de Facebook de esta persona.

      Además, a los Biagioli les preocupan las presiones que las familias y abogados de los imputados pudieran estar ejerciendo sobre los testigos. De hecho, ya el fiscal de Dolores Diego Benci (que dejó la causa el viernes pasado cuando se confirmó que los sospechosos eran menores) se había mostrado sorprendido por las contradicciones de la mamá de un testigo, que ante la Policía tucumana declaró que sabía quiénes habían sido y luego modificó la versión cuando le tocó hablar con la fiscal de feria de Tucumán, Adriana Giannoni. No obstante, la Justicia tiene en su poder el primer documento firmado por esta mujer y la confirmación de los policías que le tomaron la declaración. Ella los acusó de haberla “entendido mal”.

      Mientras tanto, cuatro testigos habían sido citados a declarar ayer. Sólo se presentaron dos menores, que también jugarían al rugby. Según fuentes judiciales ambos declararon que vieron una pelea pero que no podrían reconocer a nadie. También habrían asegurado que no hubo ataque en patota. Dato falso: este enviado de Clarín , que también declaró en Dolores como testigo, vio completa la golpiza y observó que al menos tres adolescentes le pegaron a Ezequiel cuando estaba de pie y cuando cayó, ya inconsciente, al piso.