Fondue de queso

Para hacer la fondue de queso cortamos la hogaza de pan en dados de aproximadamente 3 cm de lado y lo ponemos en la mesa en una cestilla.
Partimos el diente de ajo en dos y frotamos el interior de la cazuela en frío. Reserva el ajo sobrante para otro uso.

Ponemos la mantequilla en la cazuela y la calentamos en nuestra cocina a fuego suave. Cuando se haya derretido, añadimos el vino blanco, el Kirsch y dos o tres golpes de molinillo de pimienta negra. Esperamos a que el líquido dé un pequeño hervor y a continuación empezamos a añadir el queso poco a poco, removiendo con una cuchara de madera para que se vaya derritiendo y formando una pasta homogénea. Cuando hayamos incorporado y fundido todo el queso, en un vaso disolvemos la Maizena en dos dedos de agua fría con la ayuda de una cucharilla y la añadimos a la cazuela. Mezclamos bien durante un par de minutos a fuego muy suave y ya estaremos listos para llevar la cazuela a la mesa y ponerla sobre el quemador de alcohol encendido. ¡La fondue está lista!. Hemos de regular la intensidad del quemador para que la fondue siga derretida, pero no debe hervir.

La fondue puede acompañarse con algo de embutido y jamón cocido y encurtidos como pepinillos, cebolletas, ...