EXPANSION 2012EXP22OCMAD8.54022/10/201407:30DirectivosSe buscan empleados que hagan bien las cosa (11453759)22/10/1400:48GENERALLUCY KELLAWAY18169.99399909.470160685.993110101.8980.0000.000Se buscan empleados que hagan bien las cosas18169.993114614.446161039.325148487.9380.0000.000Menos del 1% de los usuarios de LinkedIn se definen como diligentes.18169.988281575.072117999.963284067.4320.0000.000Los jefes deberían explicar que ser diligente es la cualidad que consideran más importante. Si uno quiere tener éxito en el trabajo, hay una característica que se necesita más que cualquier otra. No es la creatividad, la inteligencia emocional, la facilidad para relacionarse o el juicio. Ni siquiera es la inteligencia. Se trata de la diligencia.
Todos los estudios académicos llevan décadas apuntando en la misma dirección: con independencia del tipo de trabajo del que hablemos, este atributo es el que separa a las personas que tienen éxito de las que no lo tienen.
No obstante, parece que ser activo es sólo el principio. Lo que necesitamos en nuestras vidas es un esposo o esposa que también lo sea. Según un estudio publicado en la revista Psychological Science, las características de nuestra pareja tienen un efecto sobre nuestro futuro laboral. La influencia de nuestro cónyuge, favorable o desfavorable, puede determinar aspectos como un posible ascenso, un aumento de sueldo o nuestro estado de ánimo en la oficina.
Investigadores de la Washington University en St. Louis han pasado los últimos cinco años estudiando a parejas casadas en las que los dos miembros trabajan y vinculando el éxito de cada individuo con cinco características de sus parejas: extroversión, franqueza, simpatía, neurosis y diligencia. Descubrieron que esta última tenía un gran efecto positivo: a las personas con maridos y mujeres diligentes les iba mejor.
Esto tiene sentido por tres razones. Primero, es más probable que un esposo activo recuerde sacar la basura y asegurarse que haya algo para la cena. Si uno se casa con alguien así, no tiene que estar pendiente de este tipo de cosas. Segundo, dan un gran ejemplo. Estar con alguien organizado y diligente también le ayuda a uno a serlo. Y tercero, si uno fue lo suficientemente inteligente para casarse con alguien así, su casa funcionará como una máquina bien engrasada, lo cual significa que uno llegará al trabajo menos estresado que los colegas que llegan de un hogar caótico.
El informe se suma a la pila de estudios según los cuales el mundo es de las personas más activas. Entre otras cosas nos muestran que a los niños diligentes les va mejor, que este tipo de personas son más felices en el trabajo y hasta son más longevas. Pero lo que sí es sorprendente, dados los considerables encantos de este tipo de personas, es que no suelen jactarse de sus cualidades. En LinkedIn de Reino Unido sólo 92.000 de los 15 millones de miembros reconocen ser diligentes. En cambio, casi 12 millones presumen de tener habilidades con la gente y más de siete millones alardean de su creatividad.
Aún más desconcertante me resulta el hecho de que los empresarios parecen no tener interés alguno en contratar gente que sepa hacer las cosas bien. De todos los empleos anunciados en la página, sólo 200 especifican que la diligencia es uno de los requisitos importantes para el puesto, frente a los 8.000 anuncios en los que se insiste que la pasión es un requisito.
En cuanto al matrimonio, la diligencia está aún más ausente en el proceso de contratación, lo que resulta aún más peligroso puesto que es mucho más fácil despedir a alguien que divorciarse. No es una cualidad que se destaque en las citas por Internet. En el sitio de The London Times hay una larga lista de adjetivos para describirse a uno mismo, lo que incluye leal, salvaje y volátil, pero la diligencia no aparece. Puede que no sea una cualidad cool o sexy, pero deberíamos darle el valor que tiene y ser conscientes de que es un atributo que hace que el trabajo y la vida funcionen correctamente.37179.637148487.938161039.336358291.8360.0000.000