veces me pregunto el motivo por el que las madres están tan pendientes de arropar a su bebé. Incluso hasta en verano nos gusta poner una sabanita por encima. Quizás sea nuestro instinto de protección que nos lleve a estar siempre alerta para que el pequeño no pase frío.
Antes de empezar a hablar de las diferentes formas para arropar al niño ten en cuenta dos cosas: la temperatura que hace en vuestra casa y la ropa que lleva el niño para acostarse (pijama, body, pañales…). Te recuerdo esto porque un exceso de calor puede hacer que se interrumpa su sueño durante la noche o incluso sudar y al despertarse ese sudor se quede frío.
Arropar a mi bebé durante la noche
La pieza principal va a ser la que vista la cuna. Lo más tradicional va a ser un edredón, desenfundable, lavable y cómodo a la hora de hacer la cuna.
Las fundas nórdicas cada día van ganado cuota de mercado. La ventaja es que cambias con más facilidad la vestidura de la cuna, incluso muchos modelos son reversibles así puedes ir decorando la habitación según te guste. Otra de las ventajas es la facilidad para hacer la cunita, tan sólo estirar y punto. Quizás la desventaja es que suelen ser un poco más caras, pero ten en cuenta que no vas a poner sábanas, por lo tanto verás que no es tanta la diferencia.
Para los más inquietos, o zonas en las que hace mucho frío y te quieres asegurar de que el niño va a estar abrigadito sin tener que levantarte para ver si lo tienes que arropar o no, el saco edredón es una solución muy útil. Te va a venir bien contar siempre con un saquito para utilizarlo también en la cuna de viaje.
Y por último te quería hablar de los saquitos para dormir. Este sistema lo puedes combinar con los anteriores, en especial las noches más frías o en las que la calefacción no funciona.
